20 'l¨¢grimas' de agua de mar
Una veintena de gotas del oc¨¦ano contiene cerca de 100 millones de virus, un mill¨®n de bacterias, 1.000 protozoos y unas 200 algas diatomeas
Los mesocosmos experimentales, consistentes en muestras replicadas de 20 litros de agua del Oc¨¦ano Glaciar ?rtico, con los que intentamos comprobar predicciones de c¨®mo el calentamiento global puede afectar al ecosistema del Oc¨¦ano Polar ?rtico, contin¨²an su evoluci¨®n a las temperaturas experimentales. El experimento incluye siete temperaturas, desde 1 a 9 grados cent¨ªgrados, mantenidas cada una de ellas por termostatos capaces de mantener esta temperatura con un margen de precisi¨®n de 0.3 grados en tanques de 300 litros que contienen dos botellas de 20 litros cada uno. Cada mililitro de estos recipientes de 20 litros es un bien preciado con el que los once investigadores del CSIC participantes en esta actividad del proyecto ATP hemos de tomar el pulso a la respuesta de la temperatura del plancton Ant¨¢rtico.
Con estos 20 litros hemos de medir cambios en una veintena de propiedades relevantes del plancton (desde mortalidad de bacterias a producci¨®n de CO2), evaluadas a intervalos regulares durante los cerca de 10 d¨ªas que dura cada experimento. Una de las primeras tareas es consensuar el uso de esta agua de forma que todos podamos medir con la mayor frecuencia posible y dejar a¨²n suficiente agua para poder finalizar el experimento. No es una tarea f¨¢cil y requiere la negociaci¨®n entre todos los investigadores participantes, cada uno convencido de la importancia cr¨ªtica de las medidas que ella o ¨¦l van a aportar. El volumen de agua oscila entre los dos litros de agua necesarios para evaluar la concentraci¨®n de s¨ªlice en las valvas de las diatomeas hasta los escasos 10 mililitros necesarios para evaluar la abundancia y producci¨®n bacteriana o la abundancia de virus en el plancton. Hemos de ponernos de acuerdo para poder realizar todas nuestras medidas sin agotar esas preciosas muestras de agua del Oc¨¦ano Glaciar ?rtico.
Pero, ?Qu¨¦ podemos aprender de unos mililitros de agua de mar?, ?c¨®mo puede la observaci¨®n de unos pocos mililitros de agua de mar ofrecer alguna respuesta sobre la respuesta del oc¨¦ano a fen¨®menos de escala planetaria como el cambio clim¨¢tico?
Un mililitro de agua es equivalente a 20 gotas o, si as¨ª lo preferimos, 20 l¨¢grimas, pues nuestras l¨¢grimas tienen una composici¨®n de sales similar a la del agua de mar. De hecho, como recogi¨® Federico Garc¨ªa Lorca en su poema La Balada del Agua de Mar (1919), lloramos agua de mar:
"...
Esas l¨¢grimas salobres
?de d¨®nde vienen, madre?
Lloro, se?or, el agua
de los mares.
...."
Una veintena de l¨¢grimas humanas pueden contener tanta carga de sentimientos, de emociones y de pensamientos, como informaci¨®n pueden contener 20 gotas de agua de mar, un mililitro.
Veinte l¨¢grimas de agua de mar contienen cerca de 100 millones de virus, un mill¨®n de bacterias, 1000 protozoos y unas 200 algas diatomeas, embebidas en un medio que, a la escala de estos organismos microsc¨®picos, es viscoso y contiene part¨ªculas, pol¨ªmeros y geles. Cada una de nuestras garrafas de 20 litros contienen una poblaci¨®n de bacterias cuatro veces superior al n¨²mero total de seres humanos que pueblan la Tierra.
Sin embargo, son necesarios microscopios con lentes capaces de aumentar 400 o 1.000 veces las im¨¢genes para poder observar estos organismos y darnos cuenta de lo pobladas que est¨¢n las l¨¢grimas del oc¨¦ano. Sin embargo, diminutos como son, estos organismos siguen encerrando en buena medida la clave del funcionamiento de la biosfera y su respuesta a las presiones que la actividad humana genera. Las diatomeas y otras algas fotosint¨¦ticas, que en el agua del Oc¨¦ano Glaciar ?rtico oscilan entre una mil¨¦sima y una d¨¦cima de mil¨ªmetro en tama?o, pueden, a trav¨¦s de su actividad fotosint¨¦tica, producir materia org¨¢nica y a la vez capturar CO2 de la atm¨®sfera. De hecho, el crecimiento de estos organismos al inicio del verano es capaz de rebajar la presi¨®n parcial de CO2 en el agua del Oc¨¦ano Glaciar ?rtico hasta cuatro veces por debajo del valor en equilibrio con la atm¨®sfera, forzando un enorme flujo de CO2 de la atm¨®sfera al Oc¨¦ano Glaciar ?rtico -mayor que en el del resto de los oc¨¦anos- que contribuye a aliviar la carga de CO2 que la actividad humana introduce en la atm¨®sfera. Las bacterias, junto con los protozoos, realizan el papel contrario, descomponiendo, a trav¨¦s de su respiraci¨®n, la materia org¨¢nica, liberando CO2 y consumiendo ox¨ªgeno.
Los cambios relativos en la abundancia y actividad del plancton fotosint¨¦tico frente a las bacterias y protozoos en respuesta al aumento de la temperatura en nuestros experimentos permitir¨¢n verificar si, tal como predicen los modelos, la liberaci¨®n de CO2 por las bacterias y protozoos aumenta m¨¢s r¨¢pidamente al aumentar la temperatura que su captaci¨®n por la fotos¨ªntesis del plancton. De los delicados equilibrios entre estos diminutos organismos depende en buena parte la capacidad de un Oc¨¦ano Glaciar ?rtico menos g¨¦lido que el actual para seguir capturando CO2 de la atm¨®sfera o, por el contrario, convertirse en una fuente de CO2 a la atm¨®sfera. En las l¨¢grimas del oc¨¦anos reside, en gran medida, la capacidad de regular la composici¨®n del aire que nosotros respiramos.
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