105 d¨ªas de viaje a Marte sin salir de Mosc¨²

El viaje a la Estaci¨®n Espacial Internacional (ISS) dura un par de d¨ªas y a la Luna cuatro, pero llegar a Marte exige varios meses. Aunque no se sabe cuando emprender¨¢n los astronautas semejante excursi¨®n interplanetaria, ni c¨®mo, las agencias espaciales van haciendo ensayos parciales de las dificultades que plantea un programa as¨ª. Es una cuesti¨®n de tecnolog¨ªas -y dinero, por supuesto, mucho dinero- pero tambi¨¦n de afrontar los riesgos: por ejemplo, c¨®mo proteger a los seres vivos de la radiaci¨®n fuera de la protecci¨®n de la atm¨®sfera terrestre durante tanto tiempo. Tambi¨¦n es una cuesti¨®n de convivencia y entrenamiento de la tripulaci¨®n. La simulaci¨®n que acaba de concluir, de 105 d¨ªas de aislamiento en Mosc¨², es una primera parte del proyecto, que incluye un segundo experimento completo de misi¨®n a Marte, ¨¦ste de 520 d¨ªas de duraci¨®n, que se realizar¨¢ el a?o que viene.

Dos europeos seleccionados entre 5.600 candidatos por la Agencia Europea del Espacio (ESA) y cuatro rusos han vivido los 105 d¨ªas en unas instalaciones especiales de aislamiento en el Instituto de Problemas Biom¨¦dicos, en Mosc¨². Oliver Knickel (ingeniero mec¨¢nico del ej¨¦rcito alem¨¢n), Cyrille Fournier (piloto franc¨¦s), Sergei Ryazansky y Oleg Artemyev (cosmonautas), Alexei Baranov (m¨¦dico) y Alexei Shpakov (fisi¨®logo deportivo) han seguido un programa de experimentos de aspectos psicol¨®gicos y m¨¦dicos de los viajes espaciales prolongados. El comandante de esta misi¨®n que no ha despegado de la Tierra ha sido Ryazansky.

A las dos de la tarde, hora local, se abri¨® este martes la compuerta de las instalaciones de aislamiento por primera vez en 105 d¨ªas y fuera esperaban las autoridades europeas y rusas para dar la 'bienvenida' a los astronautas simulados. Con todo el estilo espacial, Knickel ha declarado: "Hemos completado con ¨¦xito nuestra misi¨®n. Es un gran logro del que estoy muy orgulloso. Espero que los datos cient¨ªficos que hemos proporcionado en los ¨²ltimos meses ayuden a hacer realidad una misi¨®n a Marte".

Los seis hombres han cultivado algunos alimentos en su recinto aislado, como lechugas, r¨¢banos y coles, pero el resto de su comida ha sido de tipo espacial, en paquetes preparados con antelaci¨®n e introducidos en el recinto cerrado antes de comenzar el experimento. Seg¨²n han explicado estos astronautas terrestres, han dedicado los ratos libres a leer, a la m¨²sica y a ver pel¨ªculas. En cuanto a su trabajo, los expertos que han planeado el experimento les han preparado todo tipo de situaciones intentando imitar lo que puede pasar en un viaje interplanetario, desde el lanzamiento, la llegada al planeta rojo y salidas al exterior all¨ª, hasta el viaje de regreso y la llegada a la Tierra, informa la ESA. Tambi¨¦n ha habido situaciones de emergencia sorpresa. Para reproducir lo mejor posible las condiciones de la misi¨®n, las comunicaciones entre los seis tripulantes encerrados y los responsables del programa han incluido los 20 minutos de retraso que puede tardar realmente una radiose?al en ir de un planeta a otro.

En cuanto a los experimentos, se han centrado en evaluar el estado f¨ªsico y an¨ªmico de los voluntarios con pruebas planteadas por especialistas de varios pa¨ªses europeos, Rusia y EEUU. "Hemos mantenido el esp¨ªritu muy alto durante los 105 d¨ªas. S¨®lo se puede vivir tanto tiempo en un entorno cerrado si los miembros de la tripulaci¨®n realmente se llevan bien entre ellos", ha dicho Fournier. "Para mi ha resultado muy obvio que la tripulaci¨®n es clave para el ¨¦xito de la misi¨®n". Los objetivos de la investigaci¨®n incluyen conocer c¨®mo influye el confinamiento en el sue?o, el estado de ¨¢nimo y la misma salud mental; tambi¨¦n la convivencia entre personas de diferente car¨¢cter, nacionalidad y cultura en una situaci¨®n tan an¨®mala han sido objeto de estudio. Las emergencias de salud que pueden plantearse en un viaje largo y fuera del alcance de asistencia alguna desde la Tierra son otro elemento a considerar, y no en vano uno de los seis tripulantes del experimento es un m¨¦dico. Todo esto debe ayudar a la planificaci¨®n de la exploraci¨®n del planeta rojo en cuestiones como la preparaci¨®n de escenarios de imprevistos, el desarrollo de planes alternativos, las rutinas de vida de los viajeros, los criterios de selecci¨®n de tripulaci¨®n y las compatibilidades entre sus miembros.

Se han realizado con anterioridad varios experimentos de este tipo o relacionados con la larga permanencia en el espacio, como el que se realiz¨® en Toulouse (Francia) en el que una docena de mujeres voluntarias permanecieron dos meses en la cama, en posici¨®n horizontal, para intentar deducir c¨®mo ser¨ªan sus reacciones a la microgravedad. Pero el objetivo de la ESA y su socio Rovcosmos (Rusia) en el actual ensayo est¨¢ muy directamente orientado al viaje a Marte. Los expertos que han preparado este programa han contado tambi¨¦n con la experiencia de alguna base cient¨ªfica en la Ant¨¢rtida, aislada durante muchas semanas en el invierno austral. En cuanto a la gran experiencia adquirida en la estaci¨®n espacial sovi¨¦tica/rusa Mir, hay que tener en cuenta que aunque los astronautas llegaron a pasar all¨ª muchos meses seguidos, el contacto con la Tierra era constante, no s¨®lo para avituallamiento de la tripulaci¨®n y la renovaci¨®n de equipos, sino tambi¨¦n en la perspectiva de emergencias. La situaci¨®n es parecida ahora en la ISS, donde los astronautas est¨¢n en turnos de seis meses seguidos, pero siempre mano de la Tierra.

El pr¨®ximo cap¨ªtulo del viaje a Marte simulado ser¨¢ un poco m¨¢s parecido a una misi¨®n de verdad, con un per¨ªodo de aislamiento de 520 d¨ªas, incluyendo casi la mitad de viaje hasta el planeta vecino. A la espera de que en alg¨²n momento se logre la gran inversi¨®n necesaria para poner en marcha el tan aireado viaje tripulado a Marte (muy probablemente despu¨¦s del regreso de los astronautas a la Luna), las agencias espaciales avanzan poquito a poco con programas de este tipo, comparativamente baratos pero que pueden resultar ¨²tiles a la hora de hacer realidad la gran misi¨®n.