Ante la gripe A, paciencia y tranquilidad
El problema
La gripe es una enfermedad viral que se suele padecer durante el invierno, en forma de epidemia (epidemia estacional) que afecta a gran parte de la poblaci¨®n. Como bien dice el refr¨¢n, "la gripe dura siete d¨ªas con tratamiento, y una semana sin ¨¦l". La gripe es enfermedad leve, con fiebre y s¨ªntomas varios como dolor de cabeza y muscular, n¨¢useas, diarrea y malestar general, que obliga a guardar un par de d¨ªas de reposo. No conviene bajar la fiebre (ni en ni?os siquiera), y el tratamiento es para el dolor y el malestar.
Pese a la levedad de la gripe, se puede demostrar que la mortalidad aumenta en la poblaci¨®n con dos picos anuales, uno en los d¨ªas del verano con el m¨¢ximo de calor, y otro en los d¨ªas del invierno con la epidemia de gripe. Por ello se aconseja vacunar contra la gripe, aunque se discute si esta vacunaci¨®n es ¨²til.
La epidemia de gripe A, que empez¨® en M¨¦xico en 2009, es de menor gravedad que la epidemia habitual. Es una gripe que se contagia muy f¨¢cilmente, y por eso es una "pandemia", porque puede llegar a afectar a la mitad de la poblaci¨®n. Pero la contagiosidad de la gripe A no dice nada de su gravedad, y de hecho es menos grave que ninguna gripe previa. Afecta a mucha gente, pero mata menos que la gripe de todos los a?os. Las cifras son variables seg¨²n la fuente de datos, pero, por ejemplo, en el Reino Unido ha habido cientos de miles de casos y s¨®lo unas 30 muertes y en EEUU un mill¨®n de casos s¨®lo 302 muertos. En el invierno austral (que coincide con el verano en Espa?a), en Argentina han muerto unas 350 personas y en Australia unas 77 personas. Con el invierno austral casi finalizado, en el mundo entero ha habido hasta ahora 1.735 muertos. Para ponerlo en situaci¨®n, se calcula que en Espa?a mueren durante un invierno "normal" por gripe estacional unas 1.500 personas.
Hemos tenido muchas pandemias, y la m¨¢s letal, la espa?ola de 1918 mat¨® sobre todo por neumon¨ªas bacterianas a los pobres (mal alimentados, hacinados, con viviendas insalubres y mal protegidos del fr¨ªo). En las otras dos grandes pandemias, de 1957 y 1968 no hubo tal letalidad, entre otras cosas por la existencia de los antibi¨®ticos para tratar las neumon¨ªas bacterianas.
?Qu¨¦ se puede hacer ante la gripe A?
Cuando en 2005 la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) pronostic¨® que podr¨ªan morir de gripe aviar hasta siete millones de personas, se desat¨® el p¨¢nico en el mundo. Despu¨¦s hubo s¨®lo 262 muertes. Hubo, pues, un grav¨ªsimo error pron¨®stico. En 2009, con la gripe A, conviene no repetir el mismo error. Por ello es central evitar el p¨¢nico. Es absurdo tener p¨¢nico frente a la epidemia de gripe A, por m¨¢s que nos llegar¨¢ a afectar (levemente) a muchos.
Ante la gripe A conviene hacer lo que siempre se hace ante la gripe: cuidarse con prudencia y tranquilidad. Buena hidrataci¨®n, buena alimentaci¨®n, buena higiene, y recurrir al m¨¦dico cuando haya s¨ªntomas de importancia, tipo tos con expulsi¨®n de sangre y gran deterioro de la respiraci¨®n. Conviene no "toserle" a nadie, no tocarse la nariz, taparse al boca al estornudar y lavarse las manos antes de comer, despu¨¦s de ir al servicio y si uno se mancha con los mocos.
El virus se elimina por la mucosidad nasal aproximadamente durante los primeros cinco d¨ªas de la enfermedad. El uso de mascarillas no parece que ayude a evitar la propagaci¨®n de la epidemia. Conviene no hacer mucha vida social esos primeros d¨ªas, como siempre se hace en caso de gripe.
Respecto al embarazo, no hay nada que decir, pues es saludable en cualquier caso, y nada lo impide ni lo agrava durante la epidemia de gripe A.
No hay tratamiento preventivo alguno: los medicamentos contra la gripe no previenen la enfermedad (ni el oseltamivir ni el zanamivir). Una vez que se tiene la enfermedad estos mismos medicamentos son tambi¨¦n casi in¨²tiles (acortan medio d¨ªa la evoluci¨®n de la enfermedad). Tampoco hay estudios que avalen su efectividad en la propia gripe A. Adem¨¢s, tienen efectos adversos. Por ejemplo, durante la epidemia de gripe A, en ni?os tratados en Londres con oseltamivir, tuvieron efectos adversos la mitad, generalmente v¨®mitos, y en el 18% fueron alteraciones neuropsiqui¨¢tricas. Quiz¨¢ en algunos casos valga la pena su uso como tratamiento, por ejemplo en enfermos graves y en pacientes con enfermedades cr¨®nicas importantes, pero no son ¨²tiles ni en ni?os ni en adultos sanos.
La vacuna contra la gripe es de poca utilidad en ni?os y adolescentes, con una efectividad del 33%, y absolutamente in¨²til en los menores de dos a?os. Hay dudas sobre su eficacia en adultos y ancianos. Sobre la vacuna contra la gripe A no sabemos nada, pero en 1976 se produjo en EEUU una vacuna parecida, tambi¨¦n con todas las prisas del mundo por el peligro de pandemia, y el resultado fue una epidemia de efectos adversos graves (s¨ªndrome de Guillain-Barr¨¦, enfermedad neurol¨®gica) que oblig¨® a parar la vacunaci¨®n. Las prisas no son buenas para nada, y menos para parar una gripe como la A, que tiene tan baja mortalidad. Conviene no repetir el error de 1976. En todo caso, es exigible la firma de un "consentimiento informado" que deje claro los beneficios y riesgos, y el procedimiento a seguir ante los da?os por efectos adversos. Dadas las prisas de producci¨®n de la vacuna, y para evitar las consecuencias legales de los problemas de seguridad, responder¨¢n ante las reclamaciones, ante los da?os, los Estados, no la industria farmac¨¦utica.
?Algo m¨¢s?
Las pruebas diagn¨®sticas r¨¢pidas de la gripe A tienen poca sensibilidad (del 10% al 60%). Es decir, no vale la pena hacer la determinaci¨®n para saber si uno tiene gripe A en realidad. Da igual, pues los consejos son los mismos, y la prueba no a?ade la seguridad de no tener la gripe A.
Tanto el virus de la gripe A como el de la gripe estacional pueden mutar dejando por completo in¨²tiles las vacunas.
No hay protecci¨®n ante la gripe A con la vacunaci¨®n contra la gripe estacional.
Conviene no olvidar que un ni?o (y un adulto) puede tener otras enfermedades, adem¨¢s de la gripe A. En el Reino Unido ha habido casos de ni?os muertos por meningitis tras ser diagnosticados en falso de gripe A.
Durante la pandemia de gripe A seguir¨¢ habiendo infartos de miocardio, apendicitis, insuficiencia cardiaca, diabetes, asma, intentos de suicidio, fracturas de cadera, depresi¨®n, esquizofrenia y las otras mil enfermedades que requieren atenci¨®n m¨¦dica. El comportamiento sereno, paciente y tranquilo de los pacientes con gripe A es esencial para que funcionen bien los servicios sanitarios y su m¨¦dico pueda dedicarse a los enfermos que lo necesitan, con o sin gripe A.
Nota
El autor no tiene m¨¢s af¨¢n que dejar claro el estado del conocimiento respecto a la gripe A en el momento de escribir este texto, y para ello ha revisado la literatura mundial al respecto. Este texto es puramente informativo. El autor lamenta que muchos de los organismos p¨²blicos, las sociedades cient¨ªficas y los medios de comunicaci¨®n transmitan otro mensaje; sus razones tendr¨¢n.
Juan G¨¦rvas es m¨¦dico de Canencia de la Sierra, Garganta de los Montes y El Cuadr¨®n (Madrid). profesor honorario de Salud P¨²blica en la Facultad de Medicina de la Universidad Aut¨®noma de Madrid, y profesor visitante de Atenci¨®n Primaria en Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad (Madrid).
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