Fallados los premios de J¨®venes Cient¨ªficos de la UE
La espa?ola Sara Vima Grau obtiene uno de los segundos galardones por su investigaci¨®n sobre los pigmentos minerales usados en el arte rom¨¢nico catal¨¢n
Ingenio, creatividad, tes¨®n y cierta dosis de descaro son cualidades que comparten los j¨®venes con los cient¨ªficos, y que aparecen en dosis muy altas en los 135 participantes en el Concurso de J¨®venes Cient¨ªficos, fallado en Paris. Una prueba de que en ciencia puede rendir mucho el perseguir ideas en apariencia absurdas es que uno de los primeros premios ha reca¨ªdo en el proyecto de un avi¨®n capaz de frenar y dar marcha atr¨¢s, de un estudiante suizo que recibir¨¢ 7000 euros. Uno de los segundos premios lo ha ganado la espa?ola Sara Vima Grau, que investigo los pigmentos minerales usados en el arte romanico catal¨¢n.
El Concurso est¨¢ convocado por la Uni¨®n Europea, en varias modalidades, para fomentar el interes de los j¨®venes por la ciencia en una ¨¦poca en que decaen las vocaciones cient¨ªficas, y colaboran en el los principales organismos de investigaci¨®n europeos, como el Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas (CERN), el Observatorio Europeo Austral (ESO) o la Agencia Europea del Espacio (ESA). Este a?o, que coincide con la 20 edici¨®n, prestigiosos centros franceses tambi¨¦n han aportado premios extra.
Los 87 equipos concursantes, de 39 pa¨ªses ?entre ellos Estados Unidos, Jap¨®n, China o Canad¨¢, como invitados?, son generalmente ganadores de una competici¨®n previa a nivel nacional. Los proyectos abarcan ¨¢reas tan variadas como la b¨²squeda de planetas extrasolares -que obtuvo un segundo premio-, el desarrollo de nuevas t¨¦cnicas para medir la calidad de la leche -primer premio-, o una m¨¢quina que imprime logos en la espuma del capuccino -segundo premio-.
El jurado, internacional, valora sobre todo la originalidad y la claridad a la hora de plantear el problema. Pero otro t¨¦rmino o¨ªdo esta noche ha sido "frescura", por la nueva mirada con que los j¨®venes se enfrentan a los retos actuales.
Para Sara Vima Grau, "es el mejor regalo de cumplea?os de toda mi vida". Su trabajo es el proyecto de investigaci¨®n que deben hacer todos los chicos en bachillerato en Catalu?a, y la idea naci¨® durante una visita al Museo de Geologia de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a. "Quise averiguar la relaci¨®n entre los pigmentos usados en el arte rom¨¢nico y los minerales locales. Siempre me ha gustado el arte y las ciencias de la Tierra, y este proyecto un¨ªa ambas cosas", explica. Ella se dedic¨® con su tutora, bi¨®loga, a buscar minerales ¨²tiles para pigmentos y a investigar sobre las t¨¦cnicas que debieron de usarse en el pasado para obtener los colores ?por ejemplo, con yema de huevo?.
Tras su premio en la fase nacional del concurso para j¨®venes investigadores, Sara obtuvo una beca para enviar sus minerales al Museo Nacional de Ciencias Naturales y poder identificarlos mediante difracci¨®n de rayos X. Asi logro dar con el origen del pigmento azul m¨¢s usado en el rom¨¢nico catal¨¢n, la aerinita, un mineral cuya existencia en la zona estudiada se desconoc¨ªa. Tambi¨¦n averigu¨® que el pigmento para el color rojo era el cinabrio, que no esta en la zona y que, por tanto, debi¨® de comprarse fuera. Sara estudia ahora arquitectura.
Otro de los premiados, con una estancia de una semana en un centro del CNRS franc¨¦s, es Alejando Rivero de Aguilar Pensado, de Santiago de Compostela, m¨¢ximo ganador del concurso en Espa?a. Su trabajo constituye el primer estudio sobre osos de agua, tard¨ªgrados, animales que miden menos de un mil¨ªmetro capaces de adaptarse a muchos tipos de h¨¢bitats. Alejandro ha logrado identificar la primera especie terrestre de osos de agua estos en esta regi¨®n. No ha sido un trabajo f¨¢cil: "Lo m¨¢s dif¨ªcil fue encontrarlos en las muestras, tom¨¦ miles, y no lograba dar con ellos", explica Alejandro, que empez¨® el trabajo porque lo exig¨ªa el bachillerato que cursaba -el internacional-.
Le llamaron la atenci¨®n "unos animales tan ubicuos, capaces de sobrevivir en condiciones extremas, pero relativamente poco conocidos", dice. Para llevar adelante el proyecto tuvo que establecer colaboraciones con la Universidad de Santiago y con el Museo Nacional de Ciencias Naturales, aprendi¨® t¨¦cnicas complejas de microscop¨ªa y consult¨® por internet a expertos internacionales en el cultivo de estos animales. Ahora es ¨¦l mismo un especialista capaz de obtener huevos de osos de agua y de identificar su especie. Este a?o empieza segundo de Medicina, pero piensa m¨¢s en la biologia molecular que en la medicina.
El tercer equipo espa?ol, formado por Pedro Fern¨¢ndez, Alejandro Gimeno y Jaime Medina, de Madrid y Valladolid, desarroll¨® una nueva t¨¦cnica computacional para representar en tres dimensiones un objeto a partir de una imagen. La idea, a pesar de que ha exigido el desarrollo de un nuevo algoritmo matem¨¢tico, es sencilla: "Se trata de obtener muchas im¨¢genes del objeto mientras gira, para luego sumarlas sabiendo los grados de separaci¨®n entre cada una", explica Jaime. El hardware es casero: un ordenador, una webcam y una plataforma con fondo negro donde se sit¨²a el objeto a representar. Los problemas empiezan luego, con el exceso de ruido, o el tiempo de calculo excesivo. Los chicos, que estudian ahora ingenier¨ªa de caminos, f¨ªsica e ingenier¨ªa industrial, tienen ya en mente posibles aplicaciones, como la clasificaci¨®n autom¨¢tica de objetos.
El concurso ha sido un canto a las maravillas de la carrera cient¨ªfica, a la emoci¨®n que supone descubrir nuevos fen¨®menos y a la necesidad de que mentes frescas aborden los acuciantes problemas actuales, desde el cambio clim¨¢tico a la crisis energ¨¦tica. S¨®lo una sombra, mencionada ayer durante un acto con el matem¨¢tico y medalla Fields franc¨¦s Wendelin Werner: "?Por qu¨¦ tarda tanto en tener un puesto de trabajo estable como cient¨ªfico?", pregunto una estudiante. "Es un problema y estamos tratando de hacerle frente", respondi¨® una representante de la UE.
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