Berlusconi lanza sus redes contra la televisi¨®n p¨²blica italiana

El programa de debate pol¨ªtico Annozero, de RAI2, emiti¨® este martes un fragmento de la entrevista a Patrizia D'Addario realizada por EL PA?S hace dos meses y medio. No era exactamente una primicia, porque la prostituta de lujo de Bari, 'descubierta' en junio por Il Corriere della Sera, ha recorrido ya medio mundo (de la CNN al Financial Times) narrando sus dos visitas a la residencia romana del primer ministro, Silvio Berlusconi, y su posterior candidatura municipal, ambas de la mano del confeso reclutador de escorts y velinas (azafatas televisivas) Gianpaolo Tarantini.

Pero la emisi¨®n de Michele Santoro, cuya m¨¢xima estrella es Marco Travaglio (dos periodistas hist¨®ricamente hostiles a Berlusconi), ha sido la primera que ha osado emitir las declaraciones de D'Addario en la televisi¨®n p¨²blica. Y el Gobierno ha considerado que se trata de una herej¨ªa, pues hasta ahora la RAI hab¨ªa ocultado cuidadosamente a sus espectadores las contradicciones y mentiras del esc¨¢ndalo pol¨ªtico-sexual del que tanto se habla en otros pa¨ªses.

El momento de mayor presi¨®n, Annozero ha anunciado hoy que ma?ana D'Addario ser¨¢ entrevistada en directo. Si el tiempo o el Gobierno no lo impide. El programa hab¨ªa sido torpedeado la semana pasada antes de salir a antena por la direcci¨®n de RAI2 (Travaglio intervino sin contrato, como un invitado), y quiz¨¢ gracias a ese clima previo acab¨® siendo un ¨¦xito notable: un 23% de audiencia, con picos del 36%, y 5,5 millones de espectadores.

Berlusconi, que d¨ªas antes hab¨ªa obtenido un 13,5% de share en su primera comparecencia del curso pol¨ªtico en Porta a Porta (RAI1), se enfad¨® bastante, y desde Pittsburg, donde asist¨ªa al G-20, decidi¨® declarar la guerra no solo a Santoro, sino a todos los programas cr¨ªticos del ente p¨²blico. Olvidando (o quiz¨¢ no) un peque?o detalle: que el primer ministro es a la vez due?o de Mediaset, es decir de la competencia de la RAI.

Como dec¨ªa este mi¨¦rcoles Romeo, un lector de una web, "Berlusconi ya no se conforma con controlar el 90% de la televisi¨®n. Necesita el 100%". La clave para lograrlo consiste en hacer que aparezca un movimiento espont¨¢neo de indignaci¨®n popular, lanzando la idea de que todo lo que suena antiberlusconiano no es servicio p¨²blico, sino mera subversi¨®n facciosa.

Ataque furioso

El ataque ha sido furioso y ha operado en varias direcciones. Por un lado, dos peri¨®dicos afines al magnate milan¨¦s (Il Giornale, propiedad de su hermano Paolo; y Libero, dirigido por un pe¨®n de confianza, Maurizio Belpietro) han lanzado una campa?a simult¨¢nea, en primera p¨¢gina y a ocho columnas, que anima a los ciudadanos a no pagar el canon de la RAI. Ambos diarios publican desde hace d¨ªas un m¨®dulo que permite apostatar de lo que llaman la tasa Santoro. Mientras, la Liga Norte, socio en el Gobierno, ha pedido la inmediata abolici¨®n del canon.

Se trata de una iniciativa ex¨®tica ma non troppo, dado que es una llamada general a la evasi¨®n fiscal, h¨¢bito al que Berlusconi nunca ha sido ajeno. El canon es un impuesto directo que se paga anualmente, y sirve para aportar fondos y limitar el tiempo de la publicidad en la RAI: ese techo publicitario ayuda a los canales privados (tres de Mediaset, uno de la compa?¨ªa telef¨®nica Telecom) a aumentar sus ingresos al captar la publicidad sobrante.

Aunque la intimidaci¨®n de los medios menos c¨®modos como Annozero puede parecer un autogol dado su creciente ¨¦xito de audiencia, y aunque Berlusconi ha dicho que ¨¦l no tiene nada que ver con la ofensiva, el Gobierno ha entrado a fondo en el asunto. El ministro de Desarrollo Econ¨®mico, Claudio Scajola, ha dicho que la RAI debe abrir un expediente para determinar si la emisi¨®n, que ¨¦l califica como "basura", cumple los requisitos del servicio p¨²blico.

Su viceministro para las Comunicaciones, Paolo Romani, ha a?adido que el Gobierno tiene derecho a "impulsar medidas sancionadoras" contra quienes no cumplan los principios de objetividad, rigor y respeto al pluralismo. Y ha criticado al programa sat¨ªrico de RAI3 Parla con me, que emiti¨® un gag sat¨ªrico sobre dos chicas que se quedan encerradas en un ba?o de palazzo Grazioli.

A la ofensiva se han sumado voces en teor¨ªa neutrales, como la del presidente del Senado, Renato Schifani, para quien la RAI "debe cumplir las normas del buen gusto". La oposici¨®n ha replicado que el Telediario de RAI1, el m¨¢s visto de Italia, se dedica a hacer "servilismo del peor gusto" con el primer ministro.

La intervenci¨®n gubernativa ha suscitado reacciones indignadas en un momento de especial tensi¨®n medi¨¢tica, tanto por las amenazas de Berlusconi a los medios cr¨ªticos (incluidas las peticiones millonarias de da?os en causas civiles a La Repubblica y L'Unit¨¤) como por la delicada situaci¨®n que vive la libertad de informaci¨®n.

La libertad de prensa retrocede

Italia figura en el puesto 40 de una lista elaborada por Reporteros son Fronteras, y seg¨²n la agencia estadounidense Freedom House es el pa¨ªs europeo con menor libertad de prensa, y ha retrocedido en 2008 -cuando Berlusconi volvi¨® al poder- al nivel de Israel, Taiw¨¢n y Hong Kong. Los sindicatos profesionales han convocado una manifestaci¨®n en defensa de la informaci¨®n libre para este s¨¢bado en Roma. Y un manifiesto de La Repubblica ha recogido ya 440.000 firmas.

Este mi¨¦rcoles, Berlusconi ha afirmado que la manifestaci¨®n "es una farsa absoluta", porque en Italia "hay m¨¢s libertad de prensa que en cualquier otro pa¨ªs". Y ha dicho que algunos peri¨®dicos mantienen "una actitud anti-italiana".

La oposici¨®n cree que el ataque a los pocos programas de televisi¨®n que a¨²n se mantienen fuera de su influencia revela una "mal disimulada intenci¨®n de censura", y ha recordado que la gesti¨®n de la RAI emana del Parlamento y no del Gobierno.

En Italia, las tres cadenas p¨²blicas se reparten entre los partidos principales. La lottizzazione supone que un canal lo controla el Ejecutivo; otro, la oposici¨®n; y el tercero, el tercer partido m¨¢s votado. En realidad, Berlusconi domina a su antojo los informativos de RAI1 y RAI2, mientras sus adjuntos maniobran estos d¨ªas para situar a un director af¨ªn al frente de RAI3, aprovechando que el Partido Democr¨¢tico est¨¢ enfrascado en la divisi¨®n interna previa al Congreso.