La familia Ruano premia al sheriff del mundo

El fiscal de la Corte Penal Internacional, el argentino Luis Moreno Ocampo, ha recibido hoy en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense el primer premio Enrique Ruano Casanova, que la familia del joven estudiante de derecho muerto bajo custodia de la polic¨ªa franquista en 1969, ha instaurado para distinguir el trabajo en defensa de los derechos humanos. "Enrique muri¨® por un crimen de Estado y este primer premio es para alguien que lucha contra los cr¨ªmenes de Estado", ha afirmado el fil¨®sofo Fernando Savater, miembro del jurado, durante la ceremonia.

Ocampo ha explicado que ahora la Corte Penal Internacional investiga posibles casos de cr¨ªmenes contra la humanidad en Kenia, Afganist¨¢n, Colombia, Congo, Uganda, Gaza y Darfur, un lugar, record¨®, "donde convierten a los ni?os en soldados y les obligan a matar a sus padres y a las ni?as en esclavas sexuales". De entre todas las atrocidades que su tribunal tiene entre manos escogi¨® una en Congo para explicar su trabajo: "Un hombre acudi¨® a una aldea de Congo en Navidad, esper¨® a que las mujeres terminaran de hacer la comida, mat¨® a toda la aldea, comi¨® luego su comida, durmi¨® entre los muertos, y se fue".

El fiscal se ha deshecho en elogios hacia la familia Ruano "que ha convertido su dolor en una acci¨®n positiva, en una forma de recordarle y honrarle" y se ha comprometido a impulsar este premio que hoy se entregaba por primera vez. En la facultad de derecho, Ocampo tambi¨¦n quiso recordar a "otra v¨ªctima del mismo sistema", su profesor Luis Jim¨¦nez de As¨²a, que huy¨® de la dictadura franquista hacia Buenos Aires, donde continu¨® dando clases hasta que la dictadura argentina, volvi¨® apartarle de su vida y le expuls¨® de la universidad. "Muri¨® cuatro a?os m¨¢s tarde de que lo echaran y yo pens¨¦ en la terrible sensaci¨®n de fracaso con la que se deb¨ªa haber muerto, expulsado, primer de su pa¨ªs y despu¨¦s, de su universidad. Hasta que 15 a?os despu¨¦s, se inici¨® el juicio contra las juntas militares argentinas y cinco de los seis jueces hab¨ªan sido alumnos suyos, y yo, que era el fiscal adjunto, tambi¨¦n".