"?Frena el cambio clim¨¢tico. Toma la p¨ªldora!"

El planeta tiene demasiados "emisores de CO2", demasiada gente. Los 6.800 millones de habitantes "emiten CO2 y si la poblaci¨®n sigue aumentando aumentar¨¢n los emisores y las v¨ªctimas del cambio clim¨¢tico", en palabras de Roger Martin, del Optimum Population Trust, una organizaci¨®n que busca limitar la poblaci¨®n mundial. Martin lanz¨® ayer en Barcelona, en un acto paralelo a las negociaciones sobre el clima, junto al prestigioso ec¨®logo Paul Ehrlich la campa?a para incluir el control de la natalidad como elemento clave en la lucha contra el cambio clim¨¢tico.

Ehrlich, que el jueves recibir¨¢ del presidente de la Generalitat el premio Premio Ramon Margalef de ecolog¨ªa, sostiene que es "insensato que EE UU tenga 380 millones de habitantes. No necesitamos m¨¢s de 140 que es la cifra que ten¨ªamos cuando ganamos la Segunda Guerra Mundial". "Piense en Espa?a. Tiene un 20% de paro. Con un 20% menos de pobalci¨®n vivir¨ªan mucho mejor", explica en un taxi que comparti¨® con este periodista a la salida de la minicumbre del clima de Barcelona.

Ehrlich, profesor en Stanford, experto en poblaciones y autor de La bomba de la poblaci¨®n (The population bomb, 1968) culpa a "la pinza entre el Papa y la izquierda" que impide que la ONU afronte el tema: "El Papa ya no tiene tanto poder. Espa?a, que es un pa¨ªs cat¨®lico tiene la tasa de natalidad m¨¢s baja del mundo. Pero a¨²n manda mucho en la derecha de EE UU y en la ONU". "Los pol¨ªticos no quieren ni hablar de controlar la poblaci¨®n porque se us¨® con tintes racistas en los a?os 40 y 50, pero es la forma m¨¢s sencilla y barata de afrontar los problemas ambientales como el cambio clim¨¢tico", a?ade.

El ec¨®logo defiende que el acuerdo que sustituya al Protocolo de Kioto mencione el control de la poblaci¨®n como uno de los pilares para combatir el calentamiento. "No s¨¦ si servir¨¢ de mucho pero dar¨¢ autoridad moral a esta postura". En el fondo, el planteamiento supone recuperar a Malthus: "Es cierto que subestim¨® el poder de la tecnolog¨ªa, como hicimos muchos. Pero es injusto juzgarle con los conocimientos que hoy tenemos. En los 60 me dec¨ªan que no me preocupara por la poblaci¨®n porque la tecnolog¨ªa nos pertmitir¨ªa alimentar a 5.000 millones de personas. Pero ya somos 6.800. En cualquier caso, la idea de Malthus de que que los recursos son finitos a¨²n no ha sido desmontada".

Aunque la idea suene estrafalaria, Unicef reconoci¨® en 1992 que el control de la natalidad era la medida m¨¢s barata y efectiva para mejorar la calidad de vida. La London School of Economics concluy¨® en agosto pasado que invirtiendo en planificaci¨®n familiar el coste de reducir la emisi¨®n entre 2010 y 2050 de una tonelada de CO2 ser¨ªa de siete d¨®lares, por 32 que costar¨ªa hacerlo con inversi¨®n en energ¨ªas renovables renovables.

Martin reclam¨® que la ONU "rompa el tab¨²" y "reconozca lo que es un hecho, no una opini¨®n: que el incremento de la poblaci¨®n aumenta el n¨²mero de emisores de CO2 y de v¨ªctimas del cambio clim¨¢tico". Martin afirma que "cada pareja que decide tener un tercer hijo amenaza el equilibrio ambiental".