Primera boda gay en Latinoam¨¦rica

El pr¨®ximo martes d¨ªa 1 de diciembre Alex Freyre, de 39 a?os, y Jos¨¦ Mar¨ªa Di Bello, de 41, tienen hora en el Registro Civil de Buenos Aires para contraer matrimonio. Un juez de lo Contencioso Administrativo admiti¨® su recurso, la alcald¨ªa de la ciudad no present¨® ninguna reclamaci¨®n, las asociaciones cat¨®licas, que ponen el grito en el cielo, no est¨¢n en plazo para presentar un nuevo pleito y Alex y Jos¨¦ Mar¨ªa est¨¢n a punto de convertirse en el primer matrimonio homosexual de Argentina y de todo Am¨¦rica Latina. Sentados en la terraza del ¨²nico hotel gay de la capital, en el barrio mas hist¨®rico de la ciudad, San Telmo, no ocultan su sorpresa ni su alegr¨ªa. Los dos son militantes de la Federaci¨®n Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales (FALGBT) y todav¨ªa temen que, en el ¨²ltimo minuto, alguien encuentre la triqui?uela legal para retrasar la ceremonia.

Freyre y Di Bello consideran que la Constituci¨®n argentina no habla en ning¨²n lugar del matrimonio como un acto que solo pueden realizar un hombre y una mujer y acudieron al Registro a presentar su solicitud, como ya hab¨ªan hecho otras cuatro parejas de lesbianas y gays en los ¨²ltimos meses. La diferencia es que en esta ocasi¨®n, tras la habitual negativa, los dos novios no recurrieron ante la justicia civil, donde las cosas van muy lentas, sino ante un Tribunal de lo Contencioso Administrativo de la ciudad. Y ah¨ª, una jueza, Gabriela Seijas, dict¨® el pasado 13 de noviembre una sentencia inesperada: el Registro Civil estaba obligado a celebrar la uni¨®n de los dos hombres.

La segunda sorpresa lleg¨® cuando el intendente de la ciudad, Mauricio Macri, dirigente de un partido, PRO, considerado de derechas y liberal, decidi¨® agotar el plazo sin presentar recurso contra esa sentencia. Para cuando la poderosa Iglesia Cat¨®lica se dio cuenta, los plazos ya hab¨ªan pasado. El Cardenal Beroglio hizo p¨²blico un comunicado afirmando que la sentencia de Seijas era "absolutamente ilegal" y que el gobierno porte?o "falt¨® gravemente a su deber" y una asociaci¨®n de abogados cat¨®licos se lanz¨® a estudiar posibles vericuetos legales. Pero los d¨ªas van pasando y la cita sigue en pie.

Freyre y Di Bello admiten que el camino habitual habr¨ªa sido que se aprobara primero una ley que dejara clara la interpretaci¨®n de la Constituci¨®n. "Un grupo de diputados present¨® una proposici¨®n de ley, pero las discusiones en el Congreso est¨¢n completamente estancadas". Muchos diputados del partido mayoritario apoyan la iniciativa pero el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner mantiene una actitud ambigua. "La sentencia de la jueza del Contencioso ayudar¨¢ a precipitar las cosas", conf¨ªa Alex. "No es la primera vez que en Argentina el poder judicial marca la agenda al Legislativo". "Adem¨¢s, la Corte Suprema esta estudiando el caso que presentaron en su d¨ªa dos lesbianas y estamos muy confiados en que su sentencia sea favorable", asegura.

?Por qu¨¦ creen que Macri no recurri¨® la sentencia? "Porque ha visto las encuestas que se han hecho en Buenos Aires y sabe que la mayor¨ªa cree que tenemos derecho a casarnos y que no basta con el Registro de Parejas que se puso en marcha en 2003. As¨ª de simple", explica Jos¨¦ Mar¨ªa. Si el matrimonio de Alex y Jos¨¦ Mar¨ªa consigue llevarse a cabo, nadie duda de que caer¨¢n sobre los tribunales de lo Contencioso de todo el pa¨ªs centenares de nuevos recursos. "Yo calculo que hay preparados ya unos 500", se alegra Jos¨¦ Mar¨ªa.

"Queremos casarnos porque nos queremos y llevamos juntos desde 2005, pero tambi¨¦n sabemos que esto ya no es solo una cuesti¨®n nuestra y de nuestras familias, que nos apoyan, sino que es un golpe contra la homofobia que existe en toda Am¨¦rica Latina", mantiene Alex. Si los abogados cat¨®licos no encuentran la forma de pararlo, el matrimonio de Alex y Jose Mar¨ªa ser¨¢ una aut¨¦ntica fiesta en Buenos Aires, con decenas y decenas de personajes de la pol¨ªtica y las artes queriendo firmar como testigos de primer enlace homosexual del continente. "Queremos dejar constancia de nuestro agradecimiento a Espa?a, que abri¨® el camino. Esperamos a Pedro Zerolo para que sea tambi¨¦n nuestro testigo". Alex y Jos¨¦ Mar¨ªa, que llevan el lazo rojo de la lucha contra el sida y que son portadores de VIH, bromean sobre la fil¨ªpica sobre valores que les ha dedicado la Iglesia Cat¨®lica argentina: "Deber¨ªan hacer como mi padre, que es conservador y quiere que me case".