Los colores de la recuperaci¨®n

En algunos hospitales, las mascarillas de ox¨ªgeno se transforman en caretas de rat¨®n, los timbres suenan como canciones infantiles y una ecograf¨ªa se convierte en la excusa perfecta para ver una pel¨ªcula en 3D. Es posible crear todo un universo en el que el ni?o es el protagonista del cuento, y su enfermedad, s¨®lo un reto que superar. La humanizaci¨®n de las plantas pedi¨¢tricas es una realidad en muchos centros sanitarios, y la cultura del hospital amigo se impone poco a poco en Espa?a.

La Carta Europea de Derechos del Ni?o Hospitalizado, firmada el 13 de mayo de 1986 por el Parlamento Europeo, reconoce a los menores la necesidad de un trato sanitario diferenciado de los adultos. "Los ni?os tienen derecho a disponer de locales amueblados y equipados, de modo que respondan a sus necesidades en materia de cuidados, de educaci¨®n y de juegos", reza el apartado 17.

Las mascarillas de ox¨ªgeno se transforman en caretas de rat¨®n

La Fundaci¨®n Curarte, creada por el Grupo McCann en 1996, trabaja para lograr que todos los menores puedan disfrutar realmente de este derecho y se sientan como en casa, o mejor. Pilar Garc¨ªa Vald¨¦s, directora de esta fundaci¨®n, asegura que Espa?a se encuentra a la cola en la humanizaci¨®n de hospitales respecto al norte de Europa y a Estados Unidos. "Ellos nos llevan mucha ventaja, los centros pedi¨¢tricos parecen guarder¨ªas o colegios, pero cuentan con todas las instalaciones y medidas de seguridad de un hospital", afirma. Esta realidad est¨¢ cambiando y, en palabras de Garc¨ªa, a "pasos agigantados" en lugares como Catalu?a. Otras comunidades aut¨®nomas empiezan a mostrar inter¨¦s por la idea del hospital amigo y sus beneficios.

La Fundaci¨®n Curarte se centra, sobre todo, en convertir los espacios as¨¦pticos del hospital en mundos llenos de vida y color. La demanda de este tipo de reformas ha colapsado ya el trabajo de la fundaci¨®n, que, seg¨²n su directora, "no da abasto".

El ilustrador Antonio Fern¨¢ndez-Coca, licenciado en Bellas Artes y profesor de universidad, es el encargado de crear muchos de estos universos paralelos. Para ¨¦l, entusiasmar a los menores ingresados es m¨¢s que un reto: "Antes de dibujar, siempre investigo la cultura y las leyendas que perviven en la zona en la que se localiza el hospital. Los ni?os lo tienen que sentir como algo suyo". Fern¨¢ndez-Coca asegura que la colaboraci¨®n del personal sanitario e incluso de los menores ingresados es vital. "Nadie sabe mejor que ellos cu¨¢les son sus necesidades y sus sue?os", apunta. Ahora prepara las ilustraciones de sus pr¨®ximos proyectos, el hospital de Reus y el madrile?o Puerta de Hierro. "Para m¨ª no hay nada m¨¢s satisfactorio que poder dar algo de felicidad a estos ni?os", se?ala, convencido de los efectos positivos que tienen estas medidas en los menores.

El hospital infantil universitario Ni?o Jes¨²s de Madrid fue pionero en la cultura de humanizaci¨®n en Espa?a. Desde su creaci¨®n en 1877, se concibi¨® como un espacio dedicado y pensado para los ni?os. La encargada de sus ilustraciones, Mar¨ªa Fernanda Delgado, imparte ahora clases de arte que funcionan como terapia para los menores con problemas f¨ªsicos y trastornos alimentarios del hospital. Lo hace en una m¨¢gica guardilla situada en la planta m¨¢s alta del Ni?o Jes¨²s. "Me cedieron este espacio y le dimos vida", se?ala. La guardilla parece haberse construido con este fin, s¨®lo un ni?o puede pasar por sus puertas sin tener que agachar la cabeza, y Delgado ha terminado de crear el mundo de fantas¨ªa con sus pinturas: "Aqu¨ª los menores se olvidan de todo y se sienten ¨²tiles porque crean arte para el disfrute de los dem¨¢s". La artista les ayuda a relajarse pintando en caballetes, con figuras de cer¨¢mica y con el cuidado de diferentes plantas. El psiquiatra, Jos¨¦ Luis Pedreira, explica que estos tratamientos alternativos logran una evoluci¨®n demostrable en los menores con dificultades f¨ªsicas, y a los que tienen problemas ps¨ªquicos les hace salir de un mundo interno muy complejo. "Estas actividades funcionan como las terapias con animales para los ni?os autistas", afirma Pedreira.

El hospital infantil universitario Ni?o Jes¨²s cuenta, adem¨¢s, con un teatro al que acuden numerosos voluntarios para ofrecer espect¨¢culos a los menores ingresados. Diego, enfermo de 11 a?os, suele acudir a estas y otras actividades que organizan las asociaciones voluntarias. En una salida programada para los ni?os al zoo conoci¨® a Sergio, y con ¨¦l, su pasi¨®n por la magia. Ahora s¨®lo acude al centro de d¨ªa y cuando le invitan a los espect¨¢culos. Recuerda su estancia en el hospital con alegr¨ªa y asegura que all¨ª hizo muy buenos amigos. "Lo malo del hospital es que est¨¢s malito", apunta. Su madre, Emilia, afirma que a Diego se le olvidaba lo negativo de estar ingresado gracias a estas actividades l¨²dicas. El menor dice que cuando se encuentre mejor quiere hacerse voluntario para ayudar a los ni?os enfermos como lo han hecho con ¨¦l.

El hospital Sant Joan de Deu de Barcelona se encuentra inmerso ahora en plena transformaci¨®n con la ayuda de la Fundaci¨®n Curarte y su ilustrador Antonio Fern¨¢ndez-Coca. El proyecto de la planta octava, de oncolog¨ªa, se ha convertido ya en un universo de experiencias nuevas para los peque?os enfermos. La directora de planificaci¨®n y calidad del hospital, Mar¨ªa Josep Planas, cuenta que los ni?os ingresados en ella bajan en busca de sus compa?eros para poder ense?arles su nueva casa, un hogar fabricado s¨®lo para ellos en el que los raros artilugios m¨¦dicos se esconden y las batas de los m¨¦dicos son de colores.

El sue?o de conseguir una buena calidad de vida para los ni?os hospitalizados parece llegar a su meta, pero para la presidenta de la Fundaci¨®n Curarte se plantea otro reto: conseguir que las instituciones consideren la humanizaci¨®n como una prioridad y que ning¨²n ni?o enfermo se quede sin su universo de color.