?Por qu¨¦ mi fitness no funciona?
Da igual que hagamos 3.000 abdominales como Cristiano Ronaldo; si comemos m¨¢s de lo que gastamos, la ecuaci¨®n gimnasio igual a p¨¦rdida de peso no sale
Todo el mundo sabe de alguien as¨ª. Esa persona de carnes prietas que va desde hace meses a hacer footing por el parque y est¨¢ motivada. Presume de ello y de machacarse cada d¨ªa 20 minutos a un ritmo fren¨¦tico. Correr, correr. Luego, una bebida de lim¨®n para recuperar la energ¨ªa y a casa. Y los fines de semana, relax: alguna cerveza, alg¨²n cubata y alguna cena que le deja embotado. Tampoco nada exagerado. El lunes, cargo de conciencia. Sigue con esos muslos, esa tripa y esos brazos de buen ver. No lo entiende. "?Por qu¨¦, si hago ejercicio?", piensa. Pong¨¢mosle un nombre a ese alguien que representa a parte de la poblaci¨®n: Ra¨²l.
La culpa de que no adelgace puede ser suya. Aunque sude a diario. Uno de los reveses a las creencias de toda la vida: The British Journal of Sports Medicine public¨® el pasado mes de septiembre un estudio titulado "?Por qu¨¦ el ejercicio no te hace perder peso?". Investigadores de Queensland University of Technology estudiaron a 58 personas obesas que completaron 12 semanas de entrenamiento aer¨®bico supervisado sin cambiar sus dietas. Casi la mitad de los participantes no logr¨® la p¨¦rdida de peso que los investigadores esperaban. ?La multimillonaria industria del fitness, esa que mueve al orbe hacia cuerpos perfectos, en cuarentena?
Para reducir grasa es mejor hacer 50 minutos de deporte moderado tres veces por semana que pegarse palizas de 20 minutos cada d¨ªa, seg¨²n el fisi¨®logo Jos¨¦ L¨®pez Chinarro.
En una hora de ejercicio normal se queman 300 calor¨ªas, las que se recuperan con una bebida energ¨¦tica
Cient¨ªficos de la University of Colorado School of Medicine (Denver) reclutaron a varios grupos de personas: algunos deportistas delgados, pero fuertes; otros sedentarios, pero delgados; otros sedentarios y obesos. La protagonista fue una habitaci¨®n llamada calor¨ªmetro, donde se miden las calor¨ªas que una persona quema. Cada grupo pas¨® 24 horas en una cinta. Luego, 24 horas quieto en el calor¨ªmetro. Luego, otras 24 horas que inclu¨ªan una hora en bici est¨¢tica. Los investigadores descubrieron que ninguno de los grupos experiment¨® afterburn (cuando el metabolismo, despu¨¦s del ejercicio, sigue eliminando grasa). Y tampoco quemaron gramos el d¨ªa del ejercicio.
La ecuaci¨®n gimnasio igual a p¨¦rdida de peso no es tan sencilla como siempre ha parecido. ?Cu¨¢ntas calor¨ªas se queman en una sesi¨®n protot¨ªpica de ejercicio? Melanson, el director del anterior trabajo, lo desvel¨® al peri¨®dico ingl¨¦s The Independent: entre 200 y 300 calor¨ªas. Una cantidad que se recupera con una bebida energ¨¦tica. "No es que el ejercicio no queme grasa, sino que reemplazamos las calor¨ªas". Y entonces, ?a abrazar la holgazaner¨ªa? Para nada. S¨®lo que si no se ha sudado lo suficiente, la bebida energ¨¦tica acabar¨¢ colocando gramos en el cuerpo.
Ra¨²l deber¨ªa hac¨¦rselo mirar. Cuando corre, fuerza su cuerpo, de la misma ansiedad que tiene por adelgazar. "Es un error muy extendido hacer eso para perder grasa", apunta Jos¨¦ L¨®pez Chicharro, fisi¨®logo y profesor de la Universidad Complutense. "Y, adem¨¢s, hace que mucha gente abandone los planes de deporte, ya que se sienten cansados. Si nuestro objetivo es perder grasa, debemos trabajar m¨¢s tiempo cada d¨ªa y con una intensidad moderada. Es decir, debe primar el volumen a la intensidad". Todo esto tendr¨¢ un resultado, apunta Marcos Fl¨®rez, director de Estar en Forma, una empresa de entrenadores personales: "As¨ª, con el tiempo, seremos m¨¢s resistentes y nuestro cuerpo usar¨¢ la grasa como fuente de energ¨ªa".
As¨ª que Ra¨²l va mal. S¨ª, ya, pero ?cu¨¢nto tiempo tendr¨¢ que estar movi¨¦ndose para que esos kilos se desprendan de su cuerpo? Fl¨®rez apunta que deben ser unos 45 o 50 minutos, tres o cuatro veces a la semana. Mejor por la ma?ana temprano, para favorecer los niveles altos de ¨¢cidos grasos libres, y tomar una taza de caf¨¦ 45 minutos antes de ponerse en marcha. Es bueno evitar comer justo despu¨¦s del ejercicio para potenciar la p¨¦rdida de peso (el efecto afterburn).
Este entrenador personal aporta una rutina de trabajo: calentamiento, ejercicios cardiovasculares, trabajar la zona media (cintura, abdominales, piernas, gemelos) y la superior (como los pectorales, los dorsales, los hombros, los b¨ªceps y los tr¨ªceps) y un final, de nuevo, cardiovascular.
Ra¨²l se est¨¢ agobiando. Tranquilidad. Cuando haga sus deberes de forma correcta, empezar¨¢ a conocer su cuerpo y a encontrar cu¨¢l es su punto ideal de intensidad, argumenta Fl¨®rez. Pero Ra¨²l se preocupa por sus redondeces. ?Le costar¨¢ disminuir las partes del cuerpo donde se le concentra la grasa? ?Uf! "Cuesta disminuir esas partes porque no consumimos la grasa subcut¨¢nea cercana al m¨²sculo que se trabaja en cada ejercicio", revela L¨®pez Chicharro. "Si hacemos abdominales, no quemamos espec¨ªficamente la grasa de los michelines. Lo hacemos de toda la del organismo". Lo complicado es reducir gl¨²teos y caderas en las mujeres. O tripa en los hombres.
Una creencia com¨²n es que una hora de ejercicio justifica una comilona. Se sobrevaloran las calor¨ªas que podemos perder. En la consulta de L¨®pez Chicharro se present¨® hace poco un paciente desesperado. Hac¨ªa una hora de spinning (ejercicio con bicicleta est¨¢tica) todos los d¨ªas, con lo que quemaba unas 300 calor¨ªas. Lo que se callaba era que luego desayunaba dos cruasanes (cada uno, otras 300 calor¨ªas), as¨ª que no hac¨ªa m¨¢s que acumular grasa.
"La gente no piensa a largo plazo", se queja el fisi¨®logo. "Si no estamos convencidos de que hemos de comer de una determinada manera el resto de nuestra vida, estaremos siempre luchando con la b¨¢scula, y poco a poco, con el paso de los a?os, aumentaremos el peso. Conforme nos hacemos mayores, las c¨¦lulas pierden actividad y tenemos que ingerir menos calor¨ªas si queremos mantener la forma".
Eso no quiere decir ponerse a r¨¦gimen. Dice Emma Ruiz, nutricionista de la Fundaci¨®n Espa?ola de la Nutrici¨®n, que la palabra m¨¢gica es equilibrio. Todo el mundo lo sabe, pero Ruiz lo recuerda: "Comer todos los grupos de alimentos, beber abundante l¨ªquido y hacer de tres a cinco comidas al d¨ªa poco copiosas. M¨¢s fruta y verdura que carne. No abusar de grasas, embutidos y boller¨ªa industrial. Un hombre de entre 20 y 30 a?os tiene un gasto energ¨¦tico diario de 3.000 kilocalor¨ªas, as¨ª que tendr¨¢ que consumir menos de lo que gasta para no engordar". Comer y moverse con cabeza. Ra¨²l ya tiene deberes.
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