El novelista Terry Pratchett, a favor de legalizar la eutanasia

El escritor brit¨¢nico Terry Pratchett, que padece alzheimer, est¨¢ a favor de legalizar la eutanasia con la formaci¨®n de "tribunales" especiales que otorguen el permiso legal para quien, por alguna raz¨®n espec¨ªfica, quiera poner fin a su vida. En un discurso que pronunciar¨¢ esta noche ante el Real Colegio de M¨¦dicos, en Londres, Pratchett afirmar¨¢ que est¨¢ dispuesto a ofrecerse como un "caso prueba" a fin de poner en marcha este tribunal, que estar¨ªa integrado por un experto legal en asuntos familiares y un m¨¦dico experimentado en enfermedades muy graves. El "momento est¨¢ llegando" para legalizar el suicidio asistido, penado actualmente en el Reino Unido, se?al¨® Pratchett, escritor de fantas¨ªa y ciencia ficci¨®n de 61 a?os.

La opini¨®n del autor, a quien se le diagnostic¨® alzheimer en el a?o 2007, sale a la luz despu¨¦s de que la BBC publicara el fin de semana un sondeo en el que casi tres de cada cuatro brit¨¢nicos est¨¢ a favor del suicidio asistido en el caso de enfermos terminales. Adem¨¢s, una encuesta publicada hoy en el diario The Daily Telegraph, hecha por la empresa YouGov, se?ala que el 75% de los 2.053 adultos consultados tambi¨¦n manifestaron su posici¨®n a favor de modificar la legislaci¨®n sobre el suicidio asistido.

Seg¨²n Pratchett, es importante tener en cuenta que la persona que quiera poner fin a su vida est¨¦ bien ps¨ªquicamente y no se vea influenciada por terceros. "Me parece sensato mirar a la profesi¨®n m¨¦dica, que durante siglos nos ha ayudado a vivir m¨¢s y llevar vidas m¨¢s saludables, para que nos ayude a morir en paz entre nuestros seres queridos en nuestra casa sin tener que estar mucho tiempo en la sala de espera de Dios", sostiene el escritor, cuyas afirmaciones son adelantadas hoy por los medios brit¨¢nios.

Sus comentarios coinciden, adem¨¢s, con el caso de Kay Gilderdale, de 55 a?os, absuelta la semana pasada de la acusaci¨®n de intento de asesinado por haber ayudado a su hija Lynn, de 31, a suicidarse. Gilderdale admiti¨® haber dado a su hija -que padec¨ªa una encefalomielitis mi¨¢lgica incurable y llevaba diecisiete a?os postrada en cama- un c¨®ctel de f¨¢rmacos. Adem¨¢s le inyect¨® en vena tres jeringuillas de aire para provocarle la muerte despu¨¦s de que la joven intentase sin ¨¦xito quitarse la vida con una sobredosis de morfina y pidiera a aqu¨¦lla expresamente que la ayudara a morir.