A la caza de los virus
M¨¦todo para buscar nuevos pat¨®genos en pacientes con enfermedades o infecciones at¨ªpicas dif¨ªciles de diagnosticar
Las infecciones v¨ªricas representan una enorme carga para la humanidad por las enfermedades que producen, pero nuestro conocimiento sobre los virus pat¨®genos es bastante incompleto. Incluso virus bien conocidos como el influenza pueden sorprendernos. El reciente brote de la nueva veta pand¨¦mica A (H1N1), tambi¨¦n llamada "gripe porcina", es un ejemplo perfecto. Se han infectado casi 50.000 personas en todo el mundo en un plazo relativamente corto, y el 11 de junio de 2009 la Organizaci¨®n Mundial de la Salud declar¨® la existencia de una pandemia de gripe mundial.
En los ¨²ltimos a?os han aparecido otros virus nuevos que ponen en peligro la vida: VIH, ?bola, la gripe aviar, muy pat¨®gena, y el SARS, por ejemplo. Uno puede preguntarse: ?Qui¨¦n va a querer estudiar algo tan corriente como el resfriado com¨²n? Por otro lado, ?cu¨¢ntas veces ha tenido usted el ?bola, en comparaci¨®n con el n¨²mero de periodos de estornudos y toses que ha padecido en el ¨²ltimo a?o?
En realidad, de lo que hay que hablar no es de los estornudos en s¨ª, sino de la caza de los pat¨®genos que nos hacen estornudar. A pesar de los progresos indiscutibles de la ciencia m¨¦dica, muchas veces no tenemos ni idea de lo que causa una enfermedad en un paciente. Y, cuando se trata de infecciones respiratorias, eso puede suceder hasta con el 30% de los pacientes.
Para cambiar esta situaci¨®n, los centros de investigaci¨®n est¨¢n buscando continuamente nuevos pat¨®genos en materiales extra¨ªdos de pacientes con enfermedades o infecciones at¨ªpicas que no son f¨¢ciles de diagnosticar. Se han desarrollado varios m¨¦todos para perseguir e identificar nuevos pat¨®genos. Pero las t¨¦cnicas actuales tienen problemas considerables; no sabemos lo que estamos buscando, no sabemos qu¨¦ aspecto tiene y ni siquiera sabemos si est¨¢ ah¨ª.
Mis investigaciones con la doctora Lia van der Hoek y el profesor Ben Berkhout han hecho una importante contribuci¨®n a este campo. Despu¨¦s de muchas largas veladas y varios fracasos, desarrollamos una t¨¦cnica nueva que hemos llamado VIDISCA (abreviatura en ingl¨¦s de "descubrimiento del virus basado en ADNc-AFLP"). El m¨¦todo es bastante sencillo: copiamos todo tipo de materiales gen¨¦ticos en un ADN de doble cadena y luego lo cortamos con enzimas llamados enzimas de restricci¨®n. La forma de cortar cada material depende de sus propiedades; por tanto, cada virus nos proporciona un dibujo ¨²nico formado por piezas de distinto tama?o. Despu¨¦s, adherimos partes sint¨¦ticas en los cortes para cubrir el material desconocido. Esas regiones artificiales se utilizan para amplificar e interpretar el material y nos permiten reconocer de manera instant¨¢nea si hemos conseguido encontrar algo interesante.
Poco despu¨¦s del brote de SARS-CoV, utilizamos este m¨¦todo para identificar un nuevo coronavirus humano que llamamos NL63, el cuarto en la familia de los coronavirus. Este virus pertenece al mismo grupo que el SARS y causa enfermedades respiratorias en los pacientes infectados. Otros estudios posterioes han ense?ado que el NL63 es tambi¨¦n la causa principal del crup, un s¨ªndrome respiratorio que se caracteriza por una tos seca y ronca que empeora de noche y que conocen todas las madres con hijos peque?os.
?Qu¨¦ importancia tiene este descubrimiento? El NL63 es un pat¨®geno humano que infecta pr¨¢cticamente a todo el mundo en alg¨²n momento de su vida. Y, por si eso no fuera suficiente, pongamos el descubrimiento en su contexto. La identificaci¨®n del coronavirus SARS tard¨® varios meses, porque los m¨¦todos diagn¨®sticos de la ¨¦poca no eran suficientemente sofisticados para detectar el virus. Nuestro conocimiento del coronavirus humano NL63 y otro descubierto en 2005 -HKU1- nos han dado informaci¨®n crucial sobre las variaciones entre los coronavirus, que ha servido para facilitar el dise?o de nuevas t¨¦cnicas y nuevos modelos de detecci¨®n para otras variantes m¨¢s pat¨®genas.
Por otra parte, la identificaci¨®n de un pat¨®geno nuevo no es m¨¢s que el comienzo de una nueva aventura. ?C¨®mo se reproduce el virus? ?C¨®mo interact¨²a con el organismo infectado y con otros pat¨®genos? ?De d¨®nde procede? ?Qu¨¦ enfermedad causa? Y, sobre todo, ?c¨®mo podemos detenerlo? Hemos puesto en marcha varios proyectos de biolog¨ªa molecular para estudiar todos estos aspectos, pero para obtener las respuestas har¨¢n falta a?os de estudios minuciosos.
?Y por ahora? Todos los m¨¦todos disponibles de identificaci¨®n de pat¨®genos son o muy precisos o capaces de identificar un amplio espectro de materiales. Nunca las dos cosas. Para vencer esa limitaci¨®n, estamos tratando de combinar la programaci¨®n inform¨¢tica con formas m¨¢s avanzadas de identificar pat¨®genos. Si reducimos las restricciones sobre lo que calificamos de interesante, podremos aumentrar la variedad de pat¨®genos que somos capaces de identificar. Si reducimos los puntos en los que el proceso puede fallar, mejoraremos la precisi¨®n de la identificaci¨®n. Y, paso a paso, aprenderemos c¨®mo controlar con cuidado y eficacia los virus en el futuro.
Krzysztof Pyrc es investigador en la Universidad Jagiellonian en Cracovia (www.atomiumculture.eu). Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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