Chivatos celulares, chivatos celestes
En California, aviones esp¨ªa guiados con tecnolog¨ªa y m¨¦todos espa?oles detectan los estados febriles de un cultivo
Nuestro trabajo, investigar la fotos¨ªntesis y el balance h¨ªdrico en plantas que sufren de estr¨¦s, como pueden ser las infecciones de pat¨®genos, se parece en ocasiones bastante al de nuestros amigos astr¨®nomos. Interpretamos las se?ales lum¨ªnicas emitidas o reflejadas por nuestros objetos de estudio. Con una peque?a c¨¢mara de infrarrojo t¨¦rmico, similar a la que en alguna serie televisiva se usa para seguir al asesino en la oscuridad, comprobamos c¨®mo una hoja se vuelve febril y aumenta su temperatura ante la invasi¨®n de un virus que ya ha producido p¨¦rdidas millonarias en las cosechas, rastreamos el movimiento del intruso celular e incluso logramos hacer un diagn¨®stico presintom¨¢tico, antes de que la planta infectada desarrolle la enfermedad.
Ver es creer y nuestros aparatos auxiliares nos van a mostrar lo que el ojo no siempre detecta: fluorescencia multicolor (roja, verde, azul) o radiaci¨®n infrarroja. Una hermosa fluorescencia roja es a veces la forma de detectar el sufrimiento vegetal, pura energ¨ªa derrochada que una planta enferma no puede aprovechar para hacer fotos¨ªntesis. Y cuando el vegetal se defiende ante el ataque externo, producir¨¢ todo un ej¨¦rcito de compuestos de defensa que pueden emitir fluorescencia verde o azul. Y siempre habr¨¢ un aparato disponible para detectarla.
Aparatos de sobremesa que pueblan las encimeras de nuestros laboratorios, peque?os instrumentos port¨¢tiles que agricultores o investigadores se cuelgan al hombro para detectar la enfermedad directamente en campo o, herman¨¢ndonos de nuevo con los astr¨®nomos, sat¨¦lites que orbitan a miles de kil¨®metros de la Tierra y son nuestros chivatos celestes, o aviones esp¨ªa utilizados en aplicaciones civiles que nos dicen si una planta tiene sed o est¨¢ mal nutrida. Aunque parezca ciencia ficci¨®n -y si no lo creen, visiten la p¨¢gina web de la NASA para confirmarlo-, ya hay agricultores due?os de enormes extensiones de terreno y sofisticados tractores que, guiados remotamente, reciben la informaci¨®n semanal enviada por el correspondiente sat¨¦lite, o por aviones guiados mediante GPS y autopilotos provenientes de los avances militares: mapas t¨¦rmicos que les muestran qu¨¦ zonas de sus tierras est¨¢n sedientas y por ello han aumentado su temperatura al reducir su transpiraci¨®n, o que indican cu¨¢les son pobres en clorofila, est¨¢n amarilleando y reflejan gran cantidad de luz solar en lugar de absorberla. Valorando estos mapas de radiaciones emitidas, transmitidas y reflejadas, nuestro agricultor programar¨¢ mediante ordenador el riego y los fertilizantes necesarios, con el consiguiente ahorro de agua y agroqu¨ªmicos.
Mientras, en el laboratorio, los investigadores armados de nuestros chivatos celulares -fluor¨ªmetros, c¨¢maras de infrarrojos, etc¨¦tera- tratamos de dilucidar los mecanismos de defensa que desarrolla la planta ante la enfermedad y el estr¨¦s para transferir este conocimiento cuanto antes al campo. Imaging define en ingl¨¦s un conjunto de t¨¦cnicas de captura de im¨¢genes que, al igual que las t¨¦cnicas hospitalarias como la resonancia magn¨¦tica, los conocidos TACs, cuidan de nuestra salud. ?stas lo har¨¢n de la de las cosechas que nos alimentan. Pero no se vayan a la NASA. Espa?a export¨® esta metodolog¨ªa el verano pasado a la agricultura m¨¢s avanzada de EE UU, en California: aviones esp¨ªa guiados con tecnolog¨ªa espa?ola y m¨¦todos desarrollados en el CSIC, demostraron que la detecci¨®n por esos chivatos de los estados febriles de un cultivo, nos ayuda a mejorar el manejo del agua en zonas donde el l¨ªquido elemento es amarillo, aut¨¦ntico oro.
Matilde Bar¨®n Ayala y Pablo Zarco- Tejada son investigadores del ?rea de Ciencias Agrarias del CSIC
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.