Obama revoluciona el sistema de pr¨¦stamos universitarios
La ley ratificada por el presidente de EE UU establece que ser¨¢ el Gobierno quien conceda los cr¨¦ditos directamente
El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y los l¨ªderes dem¨®cratas en el Congreso han sometido al sistema de pr¨¦stamos universitarios del pa¨ªs a la mayor reforma desde su creaci¨®n, en 1965, a trav¨¦s de una serie de anexos a la ley de reforma sanitaria, aprobada este mes de marzo. Desde el pr¨®ximo mes de julio, los cr¨¦ditos los administrar¨¢ directamente el Gobierno, prescindiendo de las entidades financieras, cuya labor de intermediaci¨®n le costaba al Estado unos 4.400 millones de euros anuales.
"No podemos permitirnos malgastar miles de millones en regalos a los bancos", dijo Obama al ratificar la nueva legislaci¨®n en un colegio de Virginia. "Por fin, los estudiantes universitarios ver¨¢n c¨®mo los bancos dejan de amasar miles de millones procedentes de subvenciones p¨²blicas mientras ellos tienen que apretarse el cintur¨®n para poder pagar por su educaci¨®n", a?adi¨® en un comunicado el representante por California George Miller, presidente del Comit¨¦ sobre Educaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes.
La educaci¨®n universitaria norteamericana es una de las m¨¢s caras del mundo. Los j¨®venes norteamericanos se licencian de sus respectivas universidades con una deuda media de 17.200 euros, seg¨²n una encuesta publicada en diciembre del a?o pasado por el centro de an¨¢lisis Pew. La instituci¨®n m¨¢s prohibitiva, la George Washington University, cuesta aproximadamente 29.100 euros por curso. Es habitual que un joven se pase pagando sus estudios hasta bien entrada la treintena.
El pasado 21 de marzo, la C¨¢mara de Representantes aprob¨®, junto con el paquete de reforma sanitaria, un ap¨¦ndice que incluye la enmienda integral de los pr¨¦stamos universitarios. La ley pone fin a m¨¢s de cuatro d¨¦cadas de mediaci¨®n de las entidades financieras privadas en la concesi¨®n de pr¨¦stamos escolares.
Desde 1965 el Gobierno ofrec¨ªa subvenciones a los prestamistas para que, a su vez, concedieran cr¨¦ditos a los estudiantes. Los bancos conced¨ªan unos adelantos que estaban, finalmente, avalados por el propio Gobierno en un 97%. Se trataba, pues, de anticipos con un riesgo cercano al 0%.
En 1993, considerando que hab¨ªa creado toda una burocracia innecesaria, el Congreso cre¨® el Programa de Pr¨¦stamos Directos, seg¨²n el cual el Departamento de Educaci¨®n es el que concede directamente los cr¨¦ditos a los estudiantes, con intereses de entre el 5,6% y el 7,9%. Desde entonces, ambos modelos han competido el uno con el otro. Los dem¨®cratas en el Congreso han decidido que es hora de acabar con un sistema doble que genera unos gastos de unos 50.000 millones de euros por cada 11 a?os.
Gracias a la nueva ley, que entra en vigor en julio, parte de ese dinero, unos 29.000 millones de euros, se destinar¨¢ a financiar las Becas Pell, concedidas a estudiantes de escasos recursos; de una dotaci¨®n no reembolsable de unos 4.300 euros por alumno y a?o, y que se suelen conceder a familias con ingresos inferiores a los 22.000 euros. Antes de la aprobaci¨®n de esta ley, el Departamento de Educaci¨®n hab¨ªa anunciado que pod¨ªa dejar sin este subsidio a unos ocho millones de estudiantes de escasos recursos.
Las entidades financieras ya han avanzado que la reforma afectar¨¢ negativamente al mercado de trabajo. La compa?¨ªa Sallie Mae, la mayor prestamista a estudiantes del pa¨ªs, estima que deber¨¢ despedir a entre 2.600 y 8.600 empleados. La minor¨ªa conservadora en el Congreso no ha tardado en darle la raz¨®n. Seg¨²n un comunicado del grupo republicano en ambas c¨¢maras: "Aunque los dem¨®cratas defienden las nacionalizaciones como la panacea para todos los problemas econ¨®micos, convertir todos los pr¨¦stamos educativos en pr¨¦stamos del Estado es una forma de destruir trabajo, darle m¨¢s poder al Gobierno y mermar los derechos del consumidor".
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