Ginec¨®logos navarros aseguran que no todos los profesionales son objetores en la comunidad

Once ginec¨®logos navarros, con nombres y apellidos, han hecho p¨²blica una carta en la que niegan que "todos" los profesionales navarros sean objetores y no est¨¦n dispuestos, como asegura el Gobierno de Navarra, a practicar abortos en la Comunidad Foral. As¨ª, subrayan que "no existen razones" para que no se puedan organizar interrupciones voluntarias del embarazo de acuerdo con la ley y piden voluntad pol¨ªtica y una "buena organizaci¨®n" para que se puedan practicar en la red p¨²blica, "respetando todas las sensibilidades" y garantizando "la privacidad e intimidad de las mujeres".

Este grupo de ginec¨®logos navarros se pregunta en la carta, recogida por Diario de Navarra y Diario de Noticias, si en realidad los objetores son los m¨¦dicos o bien "algunos pol¨ªticos que pretenden hacer desobediencia civil escud¨¢ndose en nosotros". En este sentido, recalcan que los pol¨ªticos aluden a la objeci¨®n de conciencia colectiva, "que no es cierta", para "esconder que son ellos los que est¨¢n negando la posibilidad de que las mujeres pueden ejercer el derecho".

En la carta, que se hace p¨²blica en medio de la pol¨¦mica suscitada en Navarra a ra¨ªz de conocerse la intenci¨®n del Gobierno de interponer un recurso de inconstitucional a la nueva ley estatal, los ginec¨®logos recuerdan que entre 1986 y 1987 se practicaron 10 abortos legales en Navarra, pero que dejaron de hacerse en seguida "por m¨²ltiples motivos", entre ellos "el acoso profesional y personal dentro y fuera del Hospital Virgen del Camino a los profesionales que simplemente se atrevieron a cumplir la ley". En 1990 tres m¨¦dicos de este hospital p¨²blico se sentaron en el banquillo de los acusados por un caso de un aborto practicado en 1986. La acusaci¨®n particular, ejercida por Acci¨®n Familiar, ped¨ªa pena de c¨¢rcel, pero finalmente fueron absueltos, ya que el caso estaba incluido en uno de los supuestos legales por riesgo de malformaciones en el feto.

Desde entonces, la objeci¨®n de conciencia ha sido el principal argumento en el que se basa el Gobierno de Navarra para defender que en la comunidad no se practiquen abortos y se opte por derivarlos, bajo subvenci¨®n, a otras ciudades. Sin embargo, los once ginec¨®logos se?alan que en la sociedad navarra "muchas cosas han cambiado en estos 25 a?os, tambi¨¦n entre los profesionales sanitarios". Reconocen que hay objetores pero tambi¨¦n "un recambio generacional importante" y la situaci¨®n, a?aden, "ya no est¨¢ tan crispada" y la normativa deontol¨®gica "ha cambiado".

Con todo, subrayan que la decisi¨®n final "est¨¢ en el tejado de los pol¨ªticos", por lo que exigen a la Administraci¨®n foral "una buena organizaci¨®n de la prestaci¨®n sanitaria que normalice de una vez la ejecuci¨®n de este derecho". Por ¨²ltimo, apelan tambi¨¦n al "amparo institucional para evitar la persecuci¨®n medi¨¢tica de los profesionales no objetores y evitar as¨ª errores del pasado".

Tras conocerse el contenido de la carta, el Partido Socialista de Navarra ha mostrado en una rueda de prensa el apoyo de la formaci¨®n a los ginec¨®logos y ha criticado al Gobierno por utilizar "la gran mentira" de la objeci¨®n de conciencia "para justificarse".

La consejera de Salud de Navarra, Mar¨ªa Kutz, ha se?alado, en declaraciones a RNE, que "el sentir objetor de los profesionales sanitarios en Espa?a hoy en d¨ªa es algo que lo reflejan los datos del Ministerio de Sanidad". "Eso es lo que he dicho, lo que yo he mantenido, y eso no es ninguna falacia, es la realidad de Navarra y de Espa?a". Kutz ha a?adido que "s¨®lo el 2% de los abortos en Espa?a se hacen en el sistema p¨²blico y el 98% en cl¨ªnicas privadas" y que "comunidades gobernadas por el Partido Socialista, como Extremadura o Castilla-La Mancha, no realizan abortos en la sanidad p¨²blica".

Preguntada sobre si est¨¢ garantizada en Navarra la libertad para que los m¨¦dicos puedan practicar abortos sin presiones, la consejera ha manifestado que "por supuesto que s¨ª". "En este sentido no hay ning¨²n problema, pero hay que respetar no s¨®lo lo que opinan estos ginec¨®logos, sino tambi¨¦n el resto de profesionales", ha destacado.