Herederos de Elcano

Andrius Varnas, un lituano de 57 a?os, hace tiempo que ten¨ªa un sue?o: dar la vuelta al mundo en un velero. Una vez que coloc¨® a sus dos hijos decidi¨® que era el momento, simplemente dijo: "el a?o que viene me voy", explica Rasa Varnaite, su hija. Ella, arquitecta, de 27 a?os, y su novio, Egoi Urkiza, ingeniero industrial de 30, se unieron sin dudarlo. El pasado domingo llegaron a Bermeo, al puerto del que salieron hace casi dos a?os, el siete de septiembre de 2008. Y en el recuerdo alg¨²n que otro "momento malo y demasiados buenos", se?ala Urkiza.

Con el Ragaine II, un velero de 10 metros de eslora, y construido por el propio Andrius, han recorrido 45 pa¨ªses con un presupuesto de 1.000 euros al mes para los tres. El viaje lo han podido sufragar gracias a sus patrocinadores, uno de ellos el Ayuntamiento de Galdakao, del que es natural Urkiza. La mayor parte del presupuesto lo destinaron a los visados y a¨²n as¨ª los aventureros aseguran que viajar de esta forma no es ni complicado, ni costoso. "Duermes en el barco, comes en ¨¦l, cuando est¨¢s en el mar no gastas", asegura Varnaite, que a?ade que debes acostumbrarte a comer lo t¨ªpico de cada pa¨ªs. "Si en un sitio los huevos son muy caros pues no compramos y adem¨¢s hemos pescado mucho", indica.

En dos a?os han completado el recorrido con un barco de 10 metros de eslora

Han visitado 45 pa¨ªses con un presupuesto de 1.000 euros al mes

Escuchando a Urkiza y a Varnaite da la impresi¨®n de que un no iniciado en el mundo del mar tambi¨¦n puede hacer frente a un viaje de estas caracter¨ªsticas, eso s¨ª, siempre acompa?ado de alguien ducho en el terreno. Fue el caso de Urkiza que antes de embarcarse en el proyecto s¨®lo hab¨ªa pasado, en sus entonces 28 a?os de vida, dos semanas en un velero. Pero para eso estaba Andrius "un magn¨ªfico mec¨¢nico, que lo arreglaba todo" y adem¨¢s nuestro barco parec¨ªa un submarino "de lo que pesaba", ilustra Urkiza. En ¨¦l cargaron todo tipo de respuestos para que cualquier imprevisto no frenase la expedici¨®n, ni disparase los gastos del viaje.

A lo largo de dos a?os de trayecto han recibido la visita de alg¨²n que otro familiar con los que han recorrido parte del camino. Primero el Atl¨¢ntico, luego el Pac¨ªfico, el ?ndico y por ¨²ltimo, el Mediterr¨¢neo. La mitad del tiempo invertido lo han pasado en tierra, vistiando con calma, con ganas de conocer a gente y la cultura de los pa¨ªses que han recorrido. Y quedarse con algo es dif¨ªcil. "Todo el mundo ha sido amab¨ªlisimo con nosotros, nos han invitado a comer, nos han llevado de un sitio a otro", recuerda Urkiza.

Una vez en casa s¨®lo les falta escribir un libro sobre la aventura. Quieren que sea ¨²til, que ense?e a los j¨®venes a viajar en barco y emular, como ellos, a Juan Sebasti¨¢n Elcano ("mucha gente hace lo mismo que nosotros pero la mayor¨ªa son jubilados", apuntan los aventureros). Y otra cosa m¨¢s, llegar a mediados de agosto a Lituania. S¨®lo as¨ª, a?ade Varnaite, mi padre sentir¨¢ que por fin ha cumplido su sue?o.