Enrique Castillo dona sus 100.000 euros del Premio Nacional para ayuda al desarrollo

"No hay otra opci¨®n. Lo he hablado con mi mujer y el importe del premio lo destinaremos ¨ªntegro a alg¨²n proyecto concreto. Tengo que pensar bien en cu¨¢l, porque quiero que contribuya a elevar la calidad de vida de muchas personas. A mi me basta con el reconocimiento de mi trayectoria personal", explica el ingeniero y matem¨¢tico Enrique Castillo. Se refiere al Premio Nacional de Investigaci¨®n 2010 en Ingenier¨ªas Leonardo Torres Quevedo, que acaban de otorgarle. Le ha salido del alma la donaci¨®n, pero no debe extra?ar mucho a quienes le conocen: desde hace a?os, Castillo dedica buena parte de su tiempo libre a tareas de voluntariado, en Sudam¨¦rica primero y m¨¢s recientemente, en varios pa¨ªses africanos, informa la Real Academia de Ingenier¨ªa, de la que es miembro.

Castillo, profesor de la Universidad de Cantabria, tiene el empe?o de hacer lo posible para que la tecnolog¨ªa llegue a las poblaciones desfavorecidas est¨¦n donde est¨¦n. No desaprovecha ninguna oportunidad, incluida, por supuesto, su condici¨®n de miembro de la Academia, donde coordina un grupo de trabajo dedicado a Ingenier¨ªa y Desarrollo, junto una decena de colegas: Pere Brunet, Jaime Conde, C¨¦sar Dopazo, El¨ªas Fereres, Luis Gil, Andr¨¦s L¨®pez Pita, El¨ªas Mu?oz, Rafael Portaencasa, Mar¨ªa Vallet y Jaime Torroja, entre otros.

La idea de estos acad¨¦micos es que la ingenier¨ªa puede aportar soluciones viables econ¨®mica y tecnol¨®gicamente para afrontar los problemas t¨¦cnicos de poblaciones atrasadas, tanto de agua como de energ¨ªa, agricultura, miner¨ªa, educaci¨®n o servicios en general, a?ade la Academia.