A rezar a la calle

"Yo rezo en casa cuando quiero". Fue la respuesta del alcalde de Lleida, el socialista ?ngel Ros, a los musulmanes que ayer oraban en plena calle, entre los coches, junto al recinto ferial, tras el cierre de la principal mezquita de la localidad, en un conflicto que amenaza con elevar la tensi¨®n en una zona de Catalu?a con especial presencia de inmigrantes de pa¨ªses isl¨¢micos.

El Ayuntamiento de Lleida orden¨® el cierre cautelar de la mezquita de la calle del Nord, la que congrega un mayor n¨²mero de fieles, por infringir la normativa sobre el aforo autorizado del local. En el rezo del pasado 25 de junio, la Polic¨ªa Local constat¨® que en su interior hab¨ªa 1.200 personas, cinco veces m¨¢s de las permitidas por la licencia concedida, que es de 240 personas. El consistorio sostiene que esa misma irregularidad se hab¨ªa cometido en otras ocasiones.

El im¨¢n del centro dice que el cierre es por motivos pol¨ªticos y no de seguridad

La ubicaci¨®n de la mezquita de la calle del Nord en los bajos de un edificio de viviendas y en una calle estrecha con problemas de aparcamiento ha sido desde sus inicios, hace nueve a?os, una fuente constante de conflictos con los vecinos. Lleida, que ronda los 140.000 habitantes, ha visto incrementar en los ¨²ltimos a?os la poblaci¨®n inmigrante, que en este momento ya supera el 20%, mayoritariamente de colectivos magreb¨ª y rumano.

A la vista del cierre de un templo que sol¨ªa estar abarrotado, los fieles se congregaron ayer a orar bajo la marquesina del recinto ferial de los Camps Elisis, un lugar que el Consistorio les cede para los rezos de los viernes (el m¨¢s multitudinario) pero que no estaba previsto para uso diario. Ros a?adi¨® que el Ayuntamiento ser¨¢ tolerante, pero que a partir de la semana que viene s¨®lo podr¨¢n utilizar ese espacio los viernes, tal como est¨¢ establecido.

La asociaci¨®n que regenta el local, la Uni¨®n y Cooperaci¨®n Isl¨¢mica de Lleida, tiene 15 d¨ªas para presentar alegaciones contra una medida que, seg¨²n admiti¨® Ros, ha provocado confusi¨®n entre los musulmanes.

El alcalde record¨® que el colectivo musulm¨¢n tampoco podr¨¢ utilizar la mezquita clausurada -una de las dos que hay en la ciudad- hasta que sus responsables puedan garantizar el cumplimiento de la normativa sobre el aforo, y aconseja a sus dirigentes agilizar los tr¨¢mites para construir el nuevo oratorio en el solar municipal que les ha cedido en el pol¨ªgono industrial de El Segre, a las afueras de la ciudad, pero el proyecto lleva tres a?os encallado por falta de financiaci¨®n.

Ros ha pedido a los fieles de la mezquita del Nord que, como hace ¨¦l -es cat¨®lico practicante- recen en casa durante el tiempo que el local permanezca cerrado. El alcalde precis¨® que "no es obligaci¨®n del Ayuntamiento proveer de templos de culto" a la poblaci¨®n. "Es evidente que lo que han de hacer, si quieren rezar en colectividad en una mezquita, es cumplir las condiciones y respetar la legalidad". Ros remarc¨® que el colectivo musulm¨¢n deber¨ªa estar agradecido al Ayuntamiento por velar por su seguridad.

El grupo municipal de CiU apoy¨® el cierre pero lo consider¨® tard¨ªo. "Los leridanos hubieran agradecido que la tolerancia cero que ahora se muestra con tanta contundencia, se hubiera aplicado desde el primer momento. De esta manera se hubiera evitado el rechazo que la instalaci¨®n de mezquitas genera entre los vecinos en general".

El im¨¢n Abdelwahab Houzi, que dirige los oficios en la mezquita del Nord, dijo que "el tema es m¨¢s pol¨ªtico que t¨¦cnico". Tras negar que el local haya albergado alguna vez a 1.200 personas, Houzi explic¨® que el colectivo musulm¨¢n recurrir¨¢ la decisi¨®n del Consistorio. "Es una cifra totalmente exagerada. Es imposible que hayan contado tantas personas. Creemos que es una cifra planeada con anterioridad. Es rid¨ªculo. Nos sentimos perseguidos", asever¨®. Houzi, que niega ser salafista, una de las corrientes m¨¢s radicales del islamismo, apunt¨® que el cierre puede tener relaci¨®n con su postura contraria a la ordenanza que proh¨ªbe el uso del velo integral isl¨¢mico -principalmente el burka y el niqab- en los edificios y equipamientos municipales. El Ayuntamiento de Lleida fue el primero de Catalu?a en prohibir el burka y el niqab en el interior de los locales municipales, acci¨®n a la que se han sumado una quincena de poblaciones.

El im¨¢n a?adi¨® que su asociaci¨®n ha retomado el proyecto de construir la mezquita en el pol¨ªgono industrial y que dentro de unos d¨ªas habr¨¢ novedades. No ser¨¢ un edificio convencional, como el que se hab¨ªa dise?ado en un principio y tampoco una carpa, sino una instalaci¨®n de m¨®dulos prefabricados.