Integrar con un esc¨¢ner

Por empe?o de un grupo de padres con hijos discapacitados, nac¨ªa en 1976 en Barakaldo el taller Usoa. La empresa, propiedad del Ayuntamiento, ha formado desde entonces a cientos de personas con alg¨²n tipo de minusval¨ªa. El centro adem¨¢s emplea y ofrece trabajo a sus alumnos, bien en jardiner¨ªa, labores de limpieza, buzoneo, confecci¨®n de ropa o digitalizaci¨®n de documentos, la ¨²ltima l¨ªnea de negocio abierta, y con bastante ¨¦xito, seg¨²n apuntan sus responsables.

"Es una empresa absolutamente normal; no es un centro formativo al uso. Les ense?amos en el d¨ªa a d¨ªa, pero es una empresa normal", explica M¨®nica Gorrochategui, la gerente de Usoa, empe?ada en no ofrecer una visi¨®n paternalista de la compa?¨ªa. "Lo ¨²nico diferente es que el perfil de nuestra gente tiene una particularidad", a?ade. "A efectos del cliente, en lo que es calidad, precio y servicio, nuestra gesti¨®n es absolutamente profesional", apunta Tom¨¢s Bringas, responsable de digitalizaci¨®n. "Incluso me atrever¨ªa a decir que mejor que la que ofertan otras empresas, porque nos vemos obligados a demostrar m¨¢s", incide.

La compa?¨ªa ha facturado unos 200.000 euros con su nueva labor

"Nuestra gesti¨®n es absolutamente profesional", dice el responsable del ¨¢rea

En la actualidad, 377 personas trabajan en las instalaciones que Usoa tiene en los barrios baracaldeses de Lutxana y Burtze?a. La mayor¨ªa, 325, presenta alg¨²n tipo de discapacidad ?"al menos de un 33%", apunta Gorrochategui?, y 11 sufren riesgo de exclusi¨®n social. El resto no tienen ninguna minusval¨ªa y son los monitores y los cargos directivos de la firma.

Usoa se especializ¨® en sus primeros a?os en confeccionar uniformes y ropa de trabajo, pero el declive de la industria textil le oblig¨® a buscar nuevos campos de trabajo. "Vimos la necesidad de reubicar a mucha gente en otros servicios, donde la deslocalizaci¨®n fuera dif¨ªcil o costosa, labores con mucha mano de obra, que no sean f¨¢cilmente mecanizables", recuerda Gorrochategui. De ah¨ª surgi¨® la idea de crear un taller de digitalizaci¨®n de documentos, en el que hoy trabajan cerca de 20 personas,

La apuesta parece haber salido bien. En el piso bajo de la sede de Usoa en Lutxana, en un ¨¢rea acristalada, los trabajadores de la secci¨®n de digitalizaci¨®n escanean documentos. No hablan, no hay murmullos; solo, curiosos, levantan la vista de los ordenadores para mirar de reojo a los intrusos. Desde que se pusiera en marcha el servicio en 2006, Usoa ha conseguido facturar 200.000 euros por este concepto. El servicio cuenta entre sus clientes con varios municipios de Vizcaya y el Consejo Regulador de la Denominaci¨®n de Origen Rioja.

El objetivo, insisten Gorrochategui y Bringas, es "dignificar a trav¨¦s del trabajo a estas personas, que de otra forma estar¨ªan escondidas en sus casas". Adem¨¢s, subrayan, gracias a estos empleos conocen a m¨¢s gente y "se reafirman al comprobar que lo est¨¢n haciendo bien, que pueden con ello".