M¨¢s all¨¢ del puro negocio
Las empresas ya no solo invierten en ¨¢reas en desarrollo, sino que han pasado a liderar proyectos medioambientales en los que es clave la colaboraci¨®n con las organizaciones no gubernamentales
M¨¢s de dos millones de personas de las zonas rurales de Brasil han empezado a hacer un gesto que antes no pod¨ªan: apretar un interruptor para tener luz en casa. El inversor: Iberdrola, que ha instalado en cuatro a?os 82.000 kil¨®metros de redes el¨¦ctricas y m¨¢s de un mill¨®n de postes para ayudar al desarrollo de las zonas m¨¢s pobres. Una inversi¨®n que se incluye en el programa del Gobierno carioca Luz para Todos y que han ampliado con el proyecto Energ¨ªa Verde, que persigue estimular el consumo racional de la energ¨ªa y preservar el medio ambiente compensando las emisiones de cada hogar con planes de reforestaci¨®n.
Multinacionales o peque?as empresas. El inter¨¦s econ¨®mico del mundo empresarial contra el trabajo desinteresado de las ONG. Mundos contrarios que desde hace tiempo se unen en una misma lucha: realizar proyectos que ayuden a los pa¨ªses en desarrollo. M¨¢s all¨¢ de los programas educativos o alimentarios, los proyectos ambientales tambi¨¦n se han convertido en algo fundamental.
Ya sea como una forma de negocio, como una f¨®rmula para mejorar la reputaci¨®n o como un objetivo integrado en la empresa, los programas ambientales realizados con financiaci¨®n privada est¨¢n ganando terreno en el ¨¢mbito de la cooperaci¨®n. "Se trata de trabajar como socios con las ONG. Las empresas aportan financiaci¨®n y generan empleo, nosotros lo complementamos con la parte social. As¨ª hay m¨¢s garant¨ªas de que el proyecto en el que trabajamos llegue a buen puerto", asegura ?lvaro S¨¢nchez, director de desarrollo de proyectos de responsabilidad social de la ONG Ayuda en Acci¨®n.
"No intentamos que la empresa se limite a la filantrop¨ªa, sino que incorpore la responsabilidad social en toda su forma de actuar", asegura S¨¢nchez. "Con estas alianzas evitas que sea solo marketing", dice. Quiz¨¢ por eso desde su ONG reconozcan el trabajo de empresas como Travel Club, uno de sus principales socios. Hace 10 a?os se cre¨® Travel Club Solidario, y desde entonces ya han empleado casi dos millones de euros en 20 proyectos gracias a la aportaci¨®n de sus clientes. "Un granito de arena, pero a la vez colaboramos en crear conciencia social", asegura su director general, Javier Ibarra.
"Se est¨¢ dando una evoluci¨®n general en los enfoques de las empresas. Se pasa de una situaci¨®n en la que dabas dinero a adoptar una actitud que implica ponerte de acuerdo con una entidad para llevar a cabo un programa", asegura Juan Felipe Puerta, director de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) de Iberdrola. En 2009 los fondos de la Fundaci¨®n Iberdrola para el desarrollo se incrementaron en 20 millones respecto a 2008, hasta un total de 84 millones.
Que en la cooperaci¨®n al desarrollo es clave invertir en econom¨ªa verde es un reconocimiento que tambi¨¦n viene desde m¨¢s arriba. "El sector privado cada vez se est¨¢ involucrando m¨¢s, porque a ellos les interesa y porque los sectores que tradicionalmente han invertido en medio ambiente y cooperaci¨®n est¨¢n viendo que es una alianza que suele salir bien", afirma Maite Mart¨ªn-Crespo, jefa de ¨¢rea de Medio Ambiente de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID). Siguiendo la tendencia, la agencia firm¨® en octubre una alianza p¨²blico-privada con Telef¨®nica, BBVA y Santillana.
Sumar esfuerzos
Durante este verano, los ojos de millones de personas estuvieron puestos en Sud¨¢frica durante el Mundial de f¨²tbol. Tras la euforia, una de las principales empresas de refrescos trabaja para que ?frica siga en la mente de la gente. Coca-Cola Espa?a invertir¨¢ 50.000 euros en la construcci¨®n de pozos de agua. Una cantidad que parecer¨ªa peque?a si no se tuviese en cuenta que es solo parte del proyecto Replenish Africa Initiative: Rain, en el que la compa?¨ªa invertir¨¢ m¨¢s de 21 millones para dar acceso al agua potable y para que m¨¢s de cien colegios se beneficien de programas educativos sobre higiene.
"No queremos vivir de espaldas a la sociedad. Si hay unas necesidades y podemos poner planes en marcha, lo hacemos", apunta Pedro Antonio Garc¨ªa, director de comunicaci¨®n de la empresa. "Si la WWF nos dice que le preocupan las cuencas, nosotros vamos a la del Guadiana a limpiar y reforestar. Ellos nos dicen qu¨¦ es lo que hay que hacer y por d¨®nde tirar, ya que nuestra fortaleza no est¨¢ en el conocimiento ambiental, sino en hacer refrescos", explica. Por eso, la Fundaci¨®n Global Environment&Technology ser¨¢ la encargada de coordinar y supervisar el desarrollo del proyecto de los pozos en ?frica.
Durante el invierno, en las zonas perif¨¦ricas de Lima (Per¨²) se registran los niveles m¨¢s altos de humedad. Se trata de ¨¢reas en las que hay poblados que no tienen acceso al agua. Soluci¨®n: instalar los innovadores atrapanieblas, una herramienta que permite convertir la niebla en agua para consumir o regar los campos. En este caso, el inversor es Telef¨®nica, que ha firmado un convenio con la asociaci¨®n Los sin Agua. Este mes se va a iniciar la construcci¨®n de 20 atrapanieblas que recoger¨¢n 3.600 litros de agua diarios para 168 familias.
En Panam¨¢, la operadora prev¨¦ reforestar hasta 2011 unas 34 hect¨¢reas con casi 40.000 ¨¢rboles con el programa La Tierra te llama, ?Contesta! Por cada bater¨ªa, cargador o m¨®vil en desuso, la Fundaci¨®n Natura plantar¨¢ un ¨¢rbol, y otra empresa local se encargar¨¢ de destruir y reciclar los equipos. Acciones y colaboraciones puntuales con asociaciones locales que responden a un compromiso ambiental m¨¢s amplio e integrado en todo el negocio: la Oficina de Cambio Clim¨¢tico de Telef¨®nica trabaja para que la eficiencia energ¨¦tica y la reducci¨®n del consumo, y, por tanto, de emisiones de CO2, sean intr¨ªnsecas a su modelo de negocio.
Ayudar a paliar los efectos de grandes cat¨¢strofes naturales tambi¨¦n es uno de los motivos que llevan a grandes empresas a desarrollar proyectos en zonas donde ya exist¨ªa una situaci¨®n de necesidad. Tras el devastador terremoto de Hait¨ª, la Obra Social La Caixa abri¨® una cuenta en la que recaud¨® tres millones de euros en donaciones. Tras aportar otros 800.000 euros, emprendi¨® un proyecto m¨¦dico junto a M¨¦dicos sin Fronteras y un programa de recuperaci¨®n econ¨®mica junto a Interm¨®n Oxfam apoyando a los peque?os productores de arroz de la regi¨®n agr¨ªcola de Arbonite.
Se han beneficiado directamente 1.700 productores con unos ingresos inferiores a un d¨®lar diario, e indirectamente se beneficiar¨¢n otras 300.000 personas que dependen de la producci¨®n de arroz del valle. Unos datos ni mucho menos hinchados, ya que la Obra Social La Caixa se preocupa de controlar sus proyectos, tal y como explica Adriadna Bardolet, responsable del Programa de Cooperaci¨®n Internacional. "Dedicamos una atenci¨®n prioritaria a la gesti¨®n, en la que colaboramos con expertos en cooperaci¨®n, y al seguimiento de los programas con informes t¨¦cnicos, financieros y auditor¨ªas".
Bardoleta tambi¨¦n cree en la nueva tendencia: es necesaria la colaboraci¨®n entre entidades privadas y p¨²blicas. "Los proyectos no ser¨ªan posibles sin la colaboraci¨®n de entidades en Espa?a y en los pa¨ªses en desarrollo para, juntos, llevar a cabo una cooperaci¨®n de calidad y transformadora". Eso s¨ª, las ONG tambi¨¦n marcan unos l¨ªmites. No se trata de conseguir dinero a cualquier precio. La ONG Ingenier¨ªa Sin Fronteras Asociaci¨®n para el Desarrollo sigue unas l¨ªneas ¨¦ticas, por lo que acostumbra a colaborar con empresas m¨¢s afines a su sector. Otro ejemplo: Ayuda en Acci¨®n no colabora con marcas de productos de lujo.
Los peque?os tambi¨¦n cuentan
Hace casi dos a?os, el viaje de una representaci¨®n de la comuna de Boutilimit (Mauritania) a Extremadura fue el inicio de un ambicioso proyecto. La delegaci¨®n mauritana quer¨ªa averiguar c¨®mo recuperar algunos pozos de la zona. Pedro Pazos, responsable Ingema, SL, una empresa dedicada a las aplicaciones de la energ¨ªa solar, tuvo claro que deb¨ªa viajar a la zona para buscar soluciones.
En ese primer viaje descubri¨® que los pozos ya estaban hechos, tan solo se ten¨ªan que recuperar limpi¨¢ndolos de la arena que los inutilizaba. Pero fue m¨¢s all¨¢: ahora el proyecto consiste en la recuperaci¨®n de 50 pozos de los que se extraen 20.000 litros de agua al d¨ªa gracias a un sistema de bombeo con paneles solares. Este agua sirve, adem¨¢s de para el consumo, para regar huertos ecol¨®gicos, gestionados por las mujeres de la zona. "La posibilidad de producir en tierras muy ¨¢ridas y con gente con desconocimiento de la agricultura fue un reto al que nos invitaron y no pudimos decir que no", explica Beatriz Ib¨¢?ez, de la empresa de producci¨®n agr¨ªcola Alternatura, la segunda involucrada en el proyecto.
Gracias al proyecto Rebibir (bir significa pozo) ya hay siete pozos funcionando y los primeros huertos han dado sus frutos. "Tenemos resultados espectaculares, solo nos frena la financiaci¨®n", lamenta Pazos, que ha visto c¨®mo Ayuntamientos y diputaciones invocan la palabra crisis cuando les piden ayuda. Aunque, por suerte, no todos. Uno de los pozos se llama Logros¨¢n, ya que el Ayuntamiento de esa localidad financi¨® los 16.000 euros necesarios. "Una cantidad peque?a que se podr¨ªa gastar en unas vaquillas y que decidimos invertirla en solidaridad", dice la entusiasmada teniente de alcalde, Ana Cano.
"M¨¢s que las empresas, son las personas de las empresas las que se han involucrado", dice Pazos. Involucrados hasta tal punto que formaron a dos t¨¦cnicos mauritanos en Espa?a para que pudieran realizar las labores de mantenimiento y seguimiento para mantenerles informados a distancia. La solidaridad y las grandes ideas no son exclusivas de los gigantes empresariales.
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