Las matem¨¢ticas europeas en la encrucijada
Un Instituto de Matem¨¢ticas para la Innovaci¨®n actuar¨ªa como una infraestructura virtual para coordinar las actividades de ¨¢mbito industrial
Quiz¨¢ le sorprenda saber que pintar adecuadamente un autom¨®vil, desarrollar un procedimiento no invasivo para monitorizar la diabetes, prevenir la formaci¨®n de hielo en el ala de un avi¨®n o dise?ar los protocolos ¨®ptimos del servicio de emergencia de salud de una ciudad como Mil¨¢n son proyectos desarrollados por matem¨¢ticos. Las matem¨¢ticas proporcionan un contexto universal para la innovaci¨®n, vital para la sociedad y la industria. En efecto, las matem¨¢ticas -incluso las m¨¢s b¨¢sicas y, a veces, especialmente estas- son esenciales para los avances en ¨¢reas como la medicina, la seguridad, la predicci¨®n meteorol¨®gica, la compresi¨®n y miner¨ªa de datos, la aeron¨¢utica, la computaci¨®n y la inteligencia artificial, entre muchas otras. Esto es un hecho conocido desde hace siglos, pero no reconocido, y la interacci¨®n entre las matem¨¢ticas y la industria est¨¢ todav¨ªa lejos de ser la adecuada.
Las matem¨¢ticas europeas se encuentran en una encrucijada, con un potencial extraordinario, comparable e incluso superior al de los Estados Unidos, pero sin mecanismos apropiados para explotarlo. La Sociedad Matem¨¢tica Europea (EMS) y la Fundaci¨®n Europea de la Ciencia (ESF) han trabajado mano a mano durante el ¨²ltimo a?o para identificar las dificultades de la interacci¨®n matem¨¢ticas-empresas y proponer a la Uni¨®n Europea una serie de medidas a tomar para conseguir que las matem¨¢ticas se conviertan en el instrumento de innovaci¨®n que Europa necesita para ser l¨ªderes en tecnolog¨ªa. Ese es el mensaje que la comunidad matem¨¢tica europea quiere hacer llegar de manera muy contundente: las matem¨¢ticas son un instrumento fundamental para una aut¨¦ntica innovaci¨®n.
Las recomendaciones no son solo para la Uni¨®n Europea, tambi¨¦n las hay para las universidades y centros de investigaci¨®n, para los pa¨ªses y para las propias empresas. Se trata de crear una acci¨®n global, que incida en cada uno de los actores.
Las medianas y peque?as empresas son un objetivo especial en este estudio, pues es en ellas donde se produce una gran cantidad de innovaci¨®n. Mientras que las grandes empresas suelen tener departamentos de I+D que incluyen a matem¨¢ticos, este no es el caso de la peque?a y mediana empresa, que a veces desconoce o duda en acudir a los expertos (matem¨¢ticos) que pueden proporcionarles una colaboraci¨®n esencial.
Esto se ha puesto de manifiesto con la encuesta desarrollada por el proyecto Consolider i-MATH con consultas a unas 8.000 mil empresas espa?olas con al menos 10 empleados (informe TRANSMATH), una iniciativa ¨²nica en Espa?a y en Europa. Es notable que una buena parte de empresas incorpora conocimiento matem¨¢tico, aunque probablemente en muchos casos el uso es m¨¢s bien instrumental; solo un 8% de las mismas tienen contratados a matem¨¢ticos (sobre todo para estad¨ªsticas, an¨¢lisis de datos, toma de decisiones, sistemas inform¨¢ticos). Un tercio de las empresas contactadas estar¨ªa dispuesta a trabajar con matem¨¢ticos, y una buena parte de las que ya lo han hecho lo volver¨ªa a hacer. Los ejemplos de historias exitosas recogidos en el estudio europeo incluyen varios casos espa?oles, como las colaboraciones con la industria del aluminio (Inespal), problemas de optimizaci¨®n en Euskotren, producci¨®n de silicio en FerroAtl¨¢ntica, modelos de combusti¨®n de carb¨®n en ENDESA, o problemas medioambientales y energ¨¦ticos con varias administraciones p¨²blicas, sin contar los modelos matem¨¢ticos en el mundo financiero en el que los grandes bancos como Santander o BBVA desarrollan una interacci¨®n bastante intensa.
La principal propuesta del estudio conjunto EMS-ESF para la Uni¨®n Europea es la creaci¨®n de un Instituto Europeo de Matem¨¢ticas para la Innovaci¨®n (EIMI en sus siglas inglesas) que act¨²e como una infraestructura virtual en el ¨¢mbito europeo coordinando las actividades de los grupos que trabajan en matem¨¢tica industrial, proporcionando mecanismos para intercambiar conocimientos y experiencias, dando visibilidad para que las empresas encuentren ad¨®nde acudir con sus necesidades, combatiendo as¨ª la fragmentaci¨®n actual y diseminando las buenas pr¨¢cticas en todo el continente. Complementariamente se solicita que el 8? Programa Marco identifique una l¨ªnea prioritaria en matem¨¢ticas, disciplina que es sistem¨¢ticamente maltratada en los ¨²ltimos programas marco.
La iniciativa es tambi¨¦n exigente con el mundo acad¨¦mico, pidiendo que universidades, sociedades matem¨¢ticas y centros de investigaci¨®n contribuyan a la definici¨®n de programas educativos y curriculares comunes a todos los pa¨ªses europeos en matem¨¢tica aplicada e industrial. Y no solo debe hacerse un esfuerzo en el nivel de m¨¢sters y doctorado, sino que es tambi¨¦n necesario incidir en una formaci¨®n educativa en la escuela que ponga de relieve el papel clave de las matem¨¢ticas en los desarrollos cient¨ªficos y tecnol¨®gicos y facilite una futura incorporaci¨®n en los correspondientes ¨¢mbitos laborales.
Otras disciplinas como la F¨ªsica, la Biolog¨ªa o la Astronom¨ªa, disfrutan de impresionantes y costosas infraestructuras (CERN, LHC, EMBO y el Laboratorio Europeo de Biolog¨ªa Molecular, ESO); el EIMI es en t¨¦rminos econ¨®micos much¨ªsimo m¨¢s barato que cualquiera de ellos, pero sus resultados ser¨ªan sin ninguna duda comparables a los que el LHC u otras infraestructuras similares puedan proporcionar en los pr¨®ximos a?os.
Manuel de Le¨®n (CSIC) es director del Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas, miembro del Comit¨¦ Ejecutivo de la Uni¨®n Matem¨¢tica Internacional y del Core Group del Physical and Engineering Science Committee de la ESF
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