El Urola, al final del t¨²nel

Lo que hace 24 a?os era algo insostenible, poco rentable y falto de sentido por la pujanza de las carreteras, hoy es el posible ant¨ªdoto ante la saturaci¨®n de la red vial. El Gobierno vasco y Euskotren estudian la posibilidad de volver a poner en funcionamiento el tren del Urola en su tramo entre Azpeitia y Zumaia, 17 kil¨®metros que serpentean el tradicional valle fabril.

En 1926, el monarca Alfonso XIII inaugur¨® una l¨ªnea que dotar¨ªa a los vecinos de la vega del Urola de un sistema de comunicaci¨®n r¨¢pido, c¨®modo y moderno. De hecho, el ferrocarril se convirti¨® en el primer tren de tracci¨®n el¨¦ctrica de Espa?a y supuso la ¨²ltima obra ferroviaria en Euskadi antes de que comenzaran las inversiones del Metro de Bilbao y de la Y vasca. Los 34,4 kil¨®metros que se deten¨ªan en 15 estaciones en un trayecto de 70 minutos. Un servicio que dio trabajo a casi 200 personas. Sin embargo, las flamantes carreteras supon¨ªan un reclamo cada vez m¨¢s atractivo para los ciudadanos y para las empresas de la zona. De las 55.000 toneladas anuales que los trenes transportaron en los periodos m¨¢s ¨¢lgidos, se pas¨® a las 2.000 de los ¨²ltimos a?os. Pese al rechazo popular, el tren del Urola se cal¨®.

La recuperaci¨®n del tren se plantea como la soluci¨®n al colapso de la red vial

La rehabilitaci¨®n de la l¨ªnea requiera la remodelaci¨®n de seis estaciones

En 1988 fueron desmanteladas las v¨ªas y la catenaria del ferrocarril, aunque se volvieron a instalar en un tramo de 10 kil¨®metros que emple¨® el Museo Vasco del Ferrocarril. Las cocheras y los talleres tambi¨¦n pasaron a tener fines muse¨ªsticos y se rehicieron cinco kil¨®metros de trazado sin electrificar para dar paseos con unidades antiguas.

Sin embargo, las necesidades y los objetivos han variado. Ahora el Departamento de Transportes y Obras P¨²blicas pretende que el renovado tren del Urola sea apto tanto para pasajeros, como para mercanc¨ªas en sus 17 kil¨®metros de recorrido. El informe de viabilidad est¨¢ en marcha; si el dictamen es positivo habr¨¢ que dar otros pasos, como el an¨¢lisis de su impacto medioambiental.

La recuperaci¨®n del tren del Urola permitir¨ªa descongestionar las en su momento aplaudidas carreteras de 80.000 camiones al a?o, 40.000 de ellos en Guip¨²zcoa, muchos de los cuales recorren el camino que lleva del puerto de Zumaia a las acer¨ªas de Azpeitia cargados de chatarra.

Para rehabilitar la que en los a?os 20 fue una obra pionera se deber¨ªan remodelar seis estaciones —la mayor¨ªa de ellas dise?adas por el arquitecto Ram¨®n Cort¨¢zar—, ya que muchas se encuentran en la actualidad abandonadas, desaparecieron o se les da otro uso, como a las de Iraeta o Arrona, que son ahora casas de okupas. Tal vez en menos tiempo del que esperan vuelvan a recibir el trasiego de gente habitual de un apeadero de tren. Lo que un d¨ªa fue inservible, es ahora una necesidad.