La isla proyecto
El mozambique?o parque natural de Ibo es un ejemplo de que desarrollo econ¨®mico y sostenibilidad medioambiental no tienen por qu¨¦ chocar siempre y pueden ir de la mano
Ocho a?os atr¨¢s, la isla de Ibo, 40 kil¨®metros cuadrados situados al norte de Mozambique, era un terreno virgen en el que no se conoc¨ªan las ventajas m¨¢s b¨¢sicas del mundo moderno. No hab¨ªa ni una sola lancha de motor, la canalizaci¨®n de agua para el consumo o las letrinas eran inexistentes y, desde el punto de vista econ¨®mico, la isla estaba estancada. Sus habitantes solo llevaban a cabo actividades de subsistencia, b¨¢sicamente pesca.
Luis ?lvarez, tras toda una vida dedicada a la banca, decidi¨® en 2002 dejar su profesi¨®n y sinti¨® la necesidad de hacer algo por los dem¨¢s. Lo que empez¨® como un peque?o plan para construir un hotel, y que parte de sus beneficios estuvieran destinados a combatir la malaria, se acab¨® convirtiendo en la Fundaci¨®n Ibo, un proyecto de gran envergadura en el que participa un nutrido grupo de profesionales del ¨¢mbito econ¨®mico y empresarial. Lejos de alejarse de su antigua vida, ?lvarez la adapt¨® a su nuevo prop¨®sito. La filosof¨ªa de la fundaci¨®n, seg¨²n cuenta, es la sostenibilidad econ¨®mica, es decir, que los 4.000 habitantes puedan vivir de manera autosuficiente. "Queremos que alg¨²n d¨ªa el hotel que hemos construido, la carpinter¨ªa o el taller de costura sean lo que d¨¦ riqueza a la isla". Por eso no se identifican como una ONG, porque a pesar de llevar a cabo programas asistenciales para combatir la malaria o la desnutrici¨®n, miden su efectividad por los puestos de trabajo que crean.
Una ONG logra que los habitantes de un ¨¢rea deprimida sean autosuficientes
Tras unos pocos a?os, la zona ha experimentado un peque?o desarrollo. La fundaci¨®n ha creado 60 puestos de trabajo, y han ido llegando motores para los generadores el¨¦ctricos, las lanchas o las motos, mientras que se ha empezado a ver pl¨¢stico por primera vez. "Se est¨¢ produciendo un desarrollo muy positivo, pero eso conlleva peque?os impactos negativos de contaminaci¨®n. Promovemos el desarrollo econ¨®mico, pero queremos y nos vemos obligados a luchar contra el impacto de ese desarrollo". Quien habla as¨ª es Joan Alemany, que se uni¨® al proyecto en 2004 como autor del plan estrat¨¦gico de Ibo. En ¨¦l equipar¨® al mismo nivel la sostenibilidad econ¨®mica y la ambiental. Para ¨¦l, Ibo es el ejemplo perfecto que le encantar¨ªa poder exportar a cuantas zonas fuera posible.
Ibo forma parte de un parque natural protegido: el archipi¨¦lago de las Quirimbas. "La gente tiene que seguir viviendo, trabajando y ayudando al desarrollo con el reto de compaginarlo con la protecci¨®n de la naturaleza". Para Alemany es la idea perfecta de sostenibilidad, ya que no es muy partidario de que se vayan creando espacios protegidos mientras se destrozan otras zonas en las que vivimos o trabajamos.
La fundaci¨®n -que se financia gracias a un patronato que sufraga los costes de su estructura, por lo que cada euro donado llega a la isla- se ha fijado por el momento cuatro aspectos en los que trabajar: uso de paneles solares en todas las actividades para no depender en exceso de los generadores que utilizan gas¨®leo, instalaci¨®n de letrinas ecol¨®gicas para los habitantes y potabilizaci¨®n de los pozos, instalaci¨®n de dep¨®sitos de agua para recoger la lluvia y no sobreexplotar el ¨²nico acu¨ªfero potable de la isla, e implantaci¨®n del reciclaje: el pl¨¢stico y el aceite se trasladan hasta una planta.
Todo esto es una batalla para la fundaci¨®n, porque los 4.000 habitantes de Ibo no est¨¢n acostumbrados a planificar ni a pensar en los impactos que sus actividades pueden tener en un futuro. Por eso, la clave de todo su proyecto tambi¨¦n est¨¢ en la educaci¨®n. "Todo lo que realizamos tiene impactos muy fuertes, porque se trata de una isla peque?a, con el 40% de sus habitantes muy j¨®venes", asegura ?lvarez. As¨ª construyen una carpinter¨ªa que a la vez es taller, un jard¨ªn bot¨¢nico que a la vez es un centro hort¨ªcola en el que se plantan plantas aut¨®ctonas o un centro nutricional para ni?os en el que se ense?a a futuras madres c¨®mo alimentar a sus hijos. Lo que empez¨® con una peque?a idea se ha convertido en un proyecto a largo plazo, del que, adem¨¢s, ?lvarez espera sacar conclusiones en unos a?os para poder aplicar el modelo de desarrollo de la fundaci¨®n en otros Ibos.
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