La ONU alerta del consumo excesivo de analg¨¦sicos en los pa¨ªses industrializados

M¨¢s del 80% de la poblaci¨®n mundial carece total o parcialmente de acceso a analg¨¦sicos contra el dolor moderado o intenso, sufriendo innecesariamente, mientras que el 90% de estas sustancias l¨ªcitas es consumido por el 10% de los ciudadanos, principalmente en EE UU, Australia, Canad¨¢, Nueva Zelanda y Europa. En los ¨²ltimos a?os, se ha registrado un consumo excesivo de estos medicamentos en los pa¨ªses industrializados, b¨¢sicamente para utilizarlos como somn¨ªferos o para fines ni m¨¦dicos ni cient¨ªficos, sino ilegales, como el dopaje. As¨ª lo asegura el ¨²ltimo informe anual mundial de la Junta Internacional de Fiscalizaci¨®n de Estupefacientes (JIFE), ¨®rgano independiente de la ONU y con sede en Viena, que tambi¨¦n denuncia el aumento de la producci¨®n y el tr¨¢fico de drogas de dise?o, cuyas instrucciones para su elaboraci¨®n "se encuentran f¨¢cilmente en internet".

Sobre el consumo medio de analg¨¦sicos opioides, Espa?a, con 8.000 Dosis Diarias Definidas con Fines Estad¨ªsticos (S-DDD, en sus siglas en ingl¨¦s) -unidades t¨¦cnicas de medida por mill¨®n de habitantes al d¨ªa-, se situaba en noveno lugar en Europa entre 2007 y 2009 en una parrilla de 26 pa¨ªses, que encabezaba Alemania (19.000 S-DDD), seguida de Austria, B¨¦lgica, Dinamarca, Suiza, Islandia, Gibraltar y Holanda. A nivel mundial, se coloc¨® en el und¨¦cimo puesto. De 1997 a 1999, Espa?a era el n¨²mero 16 (menos de 1.000 S-DDD) en una lista que lideraba Dinamarca (4.000 S-DDD).

En muchos pa¨ªses de ?frica, Asia y algunas partes de Am¨¦rica es "escaso o nulo" el acceso para fines terap¨¦uticos a estupefacientes y sustancias psicotr¨®picas (que alteran la actividad cerebral), "aunque hay suficiente materia prima como para atender las necesidades m¨¦dicas de todos", se?ala el documento. El coste econ¨®mico no es obst¨¢culo, a?ade, pues hay preparados muy baratos, sino que lo que representa un problema es la formaci¨®n deficiente de los sanitarios, la falta de reglamentaci¨®n al respecto, las dificultades de distribuci¨®n y la carencia "de una pol¨ªtica de salud integral que abarque el tratamiento del dolor".

Y mientras el no disponer de medicamentos legales "puede privar a los pacientes de su derecho a sus beneficios", una oferta excesiva de los mismos, el caso de Occidente, "puede llevar al abuso y a una subsiguiente drogodependencia".

El abuso de analg¨¦sicos es tan alto en algunos pa¨ªses que "ha superado los niveles de abuso de drogas il¨ªcitas". En los ¨²ltimos 10 a?os, las muertes por un consumo excesivo de medicamentos "han aumentado enormemente y superado en algunos pa¨ªses al n¨²mero de ¨®bitos por sobredosis con drogas ilegales". El informa recuerda que, cuando la muerte de artistas c¨¦lebres se relacion¨® con el abuso de medicamentos vendidos con receta, "la opini¨®n p¨²blica se dio cuenta de los peligros del abuso de estas drogas".

Europa ostenta el r¨¦cord mundial de uso de benzodiazepinas, de efectos relajantes, y Am¨¦rica del Norte, el de estimulantes para potenciar artificialmente el rendimiento -metilfenidato, anfetamina y dexanfetamina - del cuerpo (para el dopaje deportivo) y la mente (dopaje cognitivo). En el periodo 2005-2009, el consumo mundial estimado de metilfenidato aument¨® un 30%, llegando a 40 toneladas, la mayor¨ªa empleadas en EE UU, donde el uso de metilfenidato para el tratamiento del trastorno de la concentraci¨®n es todav¨ªa recomendado en anuncios, en una clara violaci¨®n del Convenio de 1971. Su uso es mucho mayor en EE UU que en todos los dem¨¢s pa¨ªses juntos.

La proliferaci¨®n de la mefedrona

Otro peligro creciente son el aumento de las drogas de dise?o o de f¨®rmula manipulada y la agilidad con la que se elaboran para eludir los controles. Se crean modificando ligeramente la estructura molecular de las sustancias fiscalizadas, originando otras nuevas con efectos similares a las primeras. En Europa se vigilan 16 nuevas sustancias de este tipo y 51 en Jap¨®n.

Entre estas sustancias destaca la denominada 4-metil-metcatinona o mefedrona, que tiene efectos parecidos a los de la coca¨ªna, la anfetamina y la MDMA (¨¦xtasis), y que ha originado numerosos fallecimientos. Se consume en Am¨¦rica del Norte, Asia suroriental, Europa y Ocean¨ªa.

En diciembre pasado, la UE aprob¨® su prohibici¨®n total. Hasta entonces, la mefedrona no estaba perseguida en 12 pa¨ªses comunitarios, entre ellos Espa?a, donde su uso es a¨²n minoritario. Solo en Reino Unido e Irlanda, el consumo de mefedrona se vincula directamente con la muerte de m¨¢s de 35 personas.

La mefedrona se consigue en internet y tambi¨¦n en puntos de venta al por menor, como los llamados smart shops, y a veces es anunciada como sal de ba?o, alimento para plantas o producto qu¨ªmico para la investigaci¨®n para eludir as¨ª su detecci¨®n y evitar acciones judiciales.

Respecto a la coca¨ªna, si bien el mercado se ha contra¨ªdo en Am¨¦rica del Norte (cerca del 40% del mercado mundial), contin¨²a aumentando en Europa (el 30%), seg¨²n el informe. El abuso de coca¨ªna se est¨¢ propagando desde Europa occidental a otras partes del continente. En algunos pa¨ªses, la coca¨ªna puede estar sustituyendo a la anfetamina y el ¨¦xtasis como droga objeto de abuso, por ejemplo, en Dinamarca, Espa?a y Reino Unido, pa¨ªses en los que el aumento del consumo de coca¨ªna se produjo al mismo tiempo que la disminuci¨®n del de anfetamina. El 1,2% de los europeos hab¨ªa consumido coca¨ªna en 2009. Espa?a, con un 3,1%, registr¨® la tasa de consumo m¨¢s elevada.

Europa occidental es el mayor mercado de hero¨ªna del mundo, y alrededor del 60% del consumo de la regi¨®n corresponde a cuatro pa¨ªses: Reino Unido, Italia, Francia y Alemania. En el viejo continente se registra casi la mitad del consumo de hero¨ªna de todo el planeta, mientras el de cannabis parece haberse estabilizado y en algunos pa¨ªses incluso ha disminuido.

El cannabis es a¨²n la droga que m¨¢s se produce, se vende y se consume. En Europa, aumenta el cultivo il¨ªcito de plantas de cannabis. En el caso espa?ol, el 95% de la resina de cannabis procede de Marruecos.