Dos millones de firmas en Uganda piden perseguir a los gais
L¨ªderes religiosos fuerzan que se vuelva a debatir la ley que planteaba la muerte a "homosexuales reincidentes"
L¨ªderes religiosos de Uganda pretenden reactivar el debate para la aprobaci¨®n de la ley de criminalizaci¨®n de la homosexualidad en el pa¨ªs y que inclu¨ªa desde la pena de muerte para "homosexuales reincidentes" hasta prisi¨®n a perpetuidad.
Los religiosos, aliados en el "Grupo de Trabajo Interreligioso Contra la Homosexualidad" presentaron ayer dos millones de firmas supuestamente recogidas en todo el pa¨ªs para demandar que la ley, paralizada en el parlamento por el esc¨¢ndalo internacional que supuso su proposici¨®n por un miembro de la c¨¢mara alta, se debata en el transcurso de esta legislatura. El actual proyecto de ley ha sido suavizado y ya no contempla la pena de muerte, pero los l¨ªderes religiosos consideran que debe ser aprobada para proteger a los ni?os "de ser reclutados por organizaciones homosexuales".
"No estamos aqu¨ª para colgar a los homosexuales, como se ha dicho, sino para proteger a los j¨®venes de ser reclutados en la pr¨¢ctica", dijo el Pastor Ssempa tras presentar las firmas. Ssempa asegur¨® que la ley Bahati (lleva el nombre del diputado que la propuso) se aprobar¨¢ en Uganda, en la legislatura actual, a punto de cerrarse tras las recientes elecciones en el pa¨ªs, o en la pr¨®xima: "Tanto los l¨ªderes religiosos como la sociedad civil estamos horrorizados de que la ley antigay se haya paralizado debido a las amenazas no democr¨¢ticas de Occidente. Las mismas naciones que promueven la democracia no permiten que nuestros representantes debatan una ley que protege a nuestros ni?os del tr¨¢fico humano que representa ser reclutados en la homosexualidad".
Ssempa y otros l¨ªderes religiosos acudieron al parlamento acompa?ados por dos j¨®venes que aseguraron haber sido "reclutados" para ser gais por el activista gay asesinado el pasado mes de enero David Kato. Los j¨®venes aseguraron haber sido "curados" de su homosexualidad y llegaron a acusar a organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnist¨ªa Internacional de financiar el "reclutamiento de adolescentes en la homosexualidad". Los representantes religiosos, que seg¨²n dijeron quieren evitar que Uganda se convierta en una "homocracia", hicieron entrega al portavoz del Parlamento, Edward Ssekandi, de parte de los dos millones de firmas que aseguran haber recogido por todo el pa¨ªs. El pasado a?o, el obispo anglicano Canon Gideon Byamugisha hizo entrega por su parte de casi medio mill¨®n de firmas recogidas internacionalmente para pedir al Parlamento el rechazo de la ley Bahati.
El rechazo internacional a la propuesta de ley del parlamentario David Bahati supuso que ¨¦sta nunca llegara a debatirse. De acuerdo con la representante de la organizaci¨®n Freedom and Roam Uganda (FARUG), de defensa de los derechos de gais y lesbianas, Jacqueline Mulukya, la ley antihomosexualidad reformada (ya no se incluir¨ªa la pena de muerte, pero permanece la prisi¨®n a perpetuidad), se denomina "ley de ofensas sexuales" y, aunque paralizada, "sigue siendo una amenaza a nuestros derechos humanos".
Mulukya considera que el clima de miedo que la propuesta de ley ha generado, a lo que se a?adi¨® la publicaci¨®n en el peri¨®dico ugand¨¦s Rolling Stone de una lista de homosexuales conocidos en el pa¨ªs, es el responsable del asesinato del activista. David Kato fue asesinado a golpes en su casa por, de acuerdo con la polic¨ªa, su amante. Los miembros de la comunidad gay en Uganda niegan que Kato tuviera un amante y creen que su asesinato fue orquestado. Algunos de los homosexuales cuyas fotograf¨ªas y direcciones fueron publicadas por el peri¨®dico han abandonado provisionalmente Uganda por miedo.
La propuesta de ley qued¨® paralizada en el Comit¨¦ de Asuntos Parlamentarios y Legales, que es el que la debe aprobar para su debate en la c¨¢mara de diputados. Los grupos de activistas creen que la presi¨®n internacional evitar¨¢ cualquier intento serio de ser aprobada. El portavoz parlamentario Edward Ssekandi record¨® que el pa¨ªs est¨¢ ya dotado de legislaci¨®n suficiente para la protecci¨®n de ni?os y j¨®venes.
La homosexualidad en Uganda est¨¢ prohibida y puede llegar a suponer una pena de 14 a?os de prisi¨®n. Seg¨²n los activistas gais, la ley Bahati lleg¨® al Parlamento de Uganda un mes despu¨¦s de una conferencia religiosa en la que evangelistas estadounidenses definieron la homosexualidad como una enfermedad que puede curarse y como una amenaza a la unidad familiar africana.
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