La promiscuidad de las ballenas

Majestuosas, hipnotizantes, enternecedoras. Ver a las ballenas deslizarse por el mar es uno de los espect¨¢culos m¨¢s hermosos y sobrecogedores que se pueden contemplar. Su proceso reproductivo ayuda a comprender sus comportamientos y organizaci¨®n social, y descubre algunos datos sorprendentes sobre estos enormes mam¨ªferos, desde que los machos de la ballena jorobada rondan (canciones incluidas) a sus parejas hasta que los test¨ªculos de la ballena franca pueden llegar a pesar 900 kilos, el equivalente aproximado a un coche tipo Seat Ibiza.

El cortejo, por lo general -hay m¨¢s de 80 especies de cet¨¢ceos-, se realiza en aguas templadas y consiste en peque?os contactos o caricias con las aletas. Puede incluir tambi¨¦n la emisi¨®n de sonidos, seg¨²n explica Santiago Lensa, investigador del Centro Oceanogr¨¢fico de Vigo, del Instituto Espa?ol de Oceanograf¨ªa (IEO). "En algunas especies se ha documentado una estrategia violenta anterior al apareamiento". Igual que el ni?o que le pega a la ni?a que le gusta en el parvulario.

Las orcas, como los padres espa?oles en la actualidad, mantienen una relaci¨®n con sus cr¨ªas durante toda la vida.

Se ha sugerido que la acumulaci¨®n de policloruro de bifenilo (PCB) en los mares puede deteriorar el ciclo reproductivo de los cet¨¢ceos

"Las ballenas son promiscuas", sentencia Lensa. Llegan a la madurez sexual, dependiendo de la especie, entre los tres y los diez a?os, como en el caso del cachalote. La c¨®pula dura apenas unos segundos. Un aqu¨ª te pillo aqu¨ª te mato que se produce en posici¨®n lateral o vertical. "En algunos acuarios se ha observado la repetici¨®n de la c¨®pula en el espacio de media hora", a?ade el investigador.

El tama?o de los test¨ªculos de las ballenas es mayor al que se supondr¨ªa por sus dimensiones corporales. Una desproporci¨®n que se deber¨ªa, seg¨²n Lensa, a la selecci¨®n evolutiva: "A la competici¨®n esperm¨¢tica, entre machos". Algunas especies llegan a expulsar 1.500 litros de esperma al a?o. Pero la que gana la competici¨®n es la ballena franca, que es el mam¨ªfero con los test¨ªculos m¨¢s grandes. Ellas pueden llegar a pesar 94 toneladas y su aparato reproductor, 900 kilos, lo mismo que un coche peque?o.

Beb¨¦s de siete kilos

Una vez producida la c¨®pula llega la gestaci¨®n, que tiene una duraci¨®n muy diferente seg¨²n el tipo de ballena del que se trate y que va de los nueve meses (como los humanos) a los 16 (como el rinoceronte). Las ballenas suelen tener un solo ballenato por parto y, como algunas viven 15 a?os y otras hasta 90, pueden dar a luz entre 6 y 15 cr¨ªas dependiendo de la especie.

Lens apunta que "se ha sugerido" que la acumulaci¨®n de policloruro de bifenilo (PCB) en los mares puede deteriorar el ciclo reproductivo de los cet¨¢ceos porque disminuye el nivel de testosterona. El PCB est¨¢ considerado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) como uno de los 12 productos m¨¢s contaminantes fabricados por el ser humano. Actualmente su uso est¨¢ prohibido en casi todo el mundo. Pero durante d¨¦cadas fue utilizado en el sector agroqu¨ªmico y su mayor fabricante a escala mundial ha sido la empresa Monsanto. De cualquier forma, como subraya el investigador del IEO, "los estudios patol¨®gicos no son concluyentes".

Los neonatos son "bastante grandes". El m¨¢s peque?o es el de la marsopa, que mide 70 cm (casi un tercio m¨¢s que un beb¨¦ humano), y el m¨¢s grande el de la ballena azul, que llega a los 7 metros. Como el resto de los mam¨ªferos, son lactantes. "La relaci¨®n madre-cr¨ªa suele ser m¨¢s duradera entre los cet¨¢ceos con dientes u odontocetos, al estar m¨¢s desarrolladas las pautas sociales entre ellos, que entre las ballena con barbas", apunta Lens.

El bi¨®logo cuenta que los cachalotes, por ejemplo, protegen a sus cr¨ªas de los ataques de los predadores formando un c¨ªrculo alrededor de ellas, con las cabezas de los adultos hacia el centro, en una estrategia bautizada como formaci¨®n en margarita.

Otras, como las orcas mantienen una relaci¨®n con sus cr¨ªas durante toda la vida, como muchos progenitores espa?oles en la actualidad. Vamos, que permanecen bajo el ala (en esta caso aleta) de pap¨¢ y mam¨¢ para siempre.