"Las personas que sufren un infarto son m¨¢s propensas a padecer una demencia"
Valent¨ªn Fuster promueve la educaci¨®n en salud con cinco proyectos en distintos pa¨ªses, entre ellos Espa?a
Valent¨ªn Fuster es el presidente de la Asociaci¨®n Mundial de Cardiolog¨ªa desde 2006 y, recientemente, ha sido elegido cient¨ªfico distinguido de la Asociaci¨®n Americana del Coraz¨®n. Este cient¨ªfico catal¨¢n y con alma americana, entra inquieto a la entrevista. Acomodado en un sill¨®n de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (Santander) se define claramente como "un individuo de ciencia que es responsable con la sociedad". Descubridor de la "intensa relaci¨®n que existe entre los problemas de coraz¨®n y la demencia", adem¨¢s promueve la salud como estilo de vida. En este momento se encuentra desarrollando cinco proyectos a nivel mundial donde pretende demostrar que la educaci¨®n en salud desde la infancia es fundamental para que, en un futuro no muy lejano, mejore la calidad de vida del individuo, se acorten las enfermedades, y la sanidad -"en peligro actualmente"- sea sostenible.
PREGUNTA. Sus ¨²ltimas investigaciones presentan una relaci¨®n, hasta ahora desconocida, entre el coraz¨®n y el cerebro. ?Qu¨¦ relaci¨®n existe entre ambos?
RESPUESTA. La enfermedad de alzh¨¦imer y la enfermedad degenerativa senil est¨¢n muy unidas y es realmente dif¨ªcil poder disociarlas desde el punto de vista t¨¦cnico diagn¨®stico. Pero lo que es evidente, y que es reciente, es que hay un componente importante vascular, de falta de sangre, que interviene en la formaci¨®n de las demencias, ya que parece que los vasos peque?os del centro cerebral que hasta ahora no se pod¨ªan detectar por falta de tecnolog¨ªa juegan un papel fundamental. Y la principal raz¨®n es que los mismos factores que dan lugar al infarto de miocardio o un infarto cerebral, es decir, a patolog¨ªas de las grandes arterias, son factores de riesgo que afectan tambi¨¦n a los vasos min¨²sculos (existen millares de ellos) del cerebro, provocando que estos mueran y afecte de manera importante a la capacidad cognitiva del individuo. El deterioro no es inmediato sino lento, silencioso y a largo plazo.
P. ?C¨®mo ha sido posible este hallazgo?
R. Sobre todo se ha producido gracias a las nuevas t¨¦cnicas de imagen que, por primera vez, nos han permitido visualizar estos vasos. Ten¨ªamos la intuici¨®n de que pasaba algo pero no hemos podido verlo hasta ahora. Tambi¨¦n, casi a la par, estamos realizando estudios con poblaci¨®n normal que nos est¨¢n ense?ando que los problemas cardiacos est¨¢n afectando a la mente de la gente.
P. ?Podr¨ªamos decir entonces que las personas que tengan un infarto son m¨¢s propensas a padecer demencia?
R. Exactamente estoy diciendo eso. Y el problema es que nosotros, los cient¨ªficos, hemos prestado m¨¢s atenci¨®n a los da?os de las arter¨ªas grandes pero no nos hab¨ªamos dado cuenta de que las arterias peque?itas eran las que se estaban afectando a escondidas, sigilosamente.
P. Como promotor de la salud, ?cree que es fundamental una educaci¨®n en prevenci¨®n para solventar estos problemas?
R. S¨ª, claro, la prevenci¨®n es fundamental, aunque es m¨¢s complicado de lo que parece. Lo es por dos factores fundamentales: el primero es que hay que dejar de hablar de enfermedad para hablar de salud, porque econ¨®micamente esto es insostenible. Ha aumentado la esperanza de vida, lo que ha conllevado a un gasto en sanidad que ha ido en aumento los ¨²ltimos a?os. Un segundo punto tambi¨¦n importante es que la poblaci¨®n en general no se considera vulnerable. La gente conoce las cosas que son malas como el tabaco, la obesidad u otros riesgos, pero la gente dice: "?Y qu¨¦, si no me va a ocurrir a m¨ª?"
P. ?Y eso no es as¨ª?
R: Gracias a las t¨¦cnicas de imagen nos hemos percatado de que efectivamente te va a ocurrir a ti, pero m¨¢s tarde. Si una persona posee dos factores de riesgo, tiene un 25% de posibilidades de sufrir un infarto. Si quiere vivir 30 a?os m¨¢s, su posibilidad es del 75%, por lo que la calidad de la salud es fundamental. A largo plazo, olv¨ªdate, si no haces nada, te va a ocurrir. Y yo no solo el infarto, sino que adem¨¢s va a afectar tu mente. Por lo que esta especie de negativismo de que "no me va a ocurrir a m¨ª" es una epidemia en el mundo actual.
P. Ahora que usted menciona el t¨¦rmino epidemia, muchos de sus estudios concluyen que el infarto es la epidemia de este siglo. ?Qu¨¦ otros problemas sociales influyen?
R. Otro problema es que las personas u organismos que pueden actuar en t¨¦rminos de salud no dialogan entre ellos. No existe un di¨¢logo coherente para combatir lo que est¨¢ ocurriendo. ?Qui¨¦n est¨¢ hablando con la empresa de la alimentaci¨®n, qui¨¦n est¨¢ hablando con el transporte, qui¨¦n est¨¢ hablando con educaci¨®n?; ha de haber una interconexi¨®n, la salud es demasiado compleja para depender tan solo de un ministerio o de identidad. Por lo que la epidemia se explica por amabas razones, una poblaci¨®n inconsciente y una mala gesti¨®n de la salud. Si a esto se le suma que vivimos en una sociedad de consumo, consumimos y mandamos mensajes del tipo: Aqu¨ª tienes todo lo que desees, sin control. Estamos perdidos.
P: ?El propio individuo, c¨®mo puede prevenir el riesgo?
R: Esta pregunta me lleva a contarle lo que estamos haciendo ahora. Hemos unido al CNIC con la fundaci¨®n que tengo que se llama SHE, fundaci¨®n que cree que se tiene que empezar por un sistema distinto de impacto. Tenemos, en este momento, cinco proyectos en marcha a gran escala en pa¨ªses como Colombia y Espa?a. El primero de estos proyectos se est¨¢ desarrollando con ni?os ya que este grupo de edad tiene un mayor proyecci¨®n, entre de tres y seis a?os. Considero que est¨¢ es la edad en la cual se puede producir una mayor modalidad de conducta, de forma que podemos con mayor facilidad educar en t¨¦rminos de que la salud es una prioridad. Lo hacemos con v¨ªdeos educativos de Barrio S¨¦samo y creemos que esto podr¨¢ otorgar a estos ni?os, cuando sean adultos, una visi¨®n distinta de salud.
P. ?Es un proyecto puntual o a largo plazo?
R. Es a largo plazo. Exactamente va a durar unos 20 a?os. En Colombia hemos comenzado con 25.000 ni?os y ahora empezamos, en septiembre, en Espa?a: Espa?a me ha ayudado mucho. Todo proyecto que he querido llevar a cabo me lo han permitido. Sobre todo Catalu?a y Madrid. Los colegios elegidos son p¨²blicos y la Comunidad de Madrid est¨¢ detr¨¢s de ello.
P. ?Qu¨¦ factores educativos se van a trabajar con los menores?
R. Son cuatro los puntos que estamos ense?ando. El primer punto es el de la nutrici¨®n y control de la ansiedad, el segundo es ejercicio f¨ªsico, el tercero es conocer tu propio organismo, este es muy importante para los ni?os, y luego est¨¢ el cuarto punto que es el que est¨¢ teniendo m¨¢s impacto, que es el psicol¨®gico, de control las emociones. Esto lo que puede conllevar es que cuando al ni?o se le ofrezca droga en el futuro, lo m¨¢s probable es que diga que no.
P. ?Alguna conclusi¨®n que pueda adelantar?
R. Todos los estudios son cient¨ªficos. Y ya contamos con alguna de las conclusiones que ha mostrado este primer estudio en Colombia como que el impacto de los ni?os en la conducta de los padres es m¨¢s potente del impacto de los padres en la conducta del ni?o. Los ni?os son capaces de que los padres dejen de fumar, que coman en familia etc¨¦tera. El arma para educar en salud son los ni?os.
P. ?Alg¨²n pr¨®ximo proyecto?
R. Quiero escribir un libro para adolescentes que explique a d¨®nde llevan las distintas conductas, por ejemplo el tabaco, el alcohol y las drogas. Le estoy dando vueltas. El chico de 14 quiere algo f¨¢cil de leer.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.