Especialidad de urgencias: el chantaje no es la v¨ªa
Que no exista una titulaci¨®n espec¨ªfica no implica que la poblaci¨®n est¨¦ mal tratada
Como presidentes de la Sociedad Espa?ola de Medicina Interna (SEMI) y de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Familia (SEMFYC), en representaci¨®n de m¨¢s de 25.000 m¨¦dicos especialistas miembros de ambas sociedades, queremos dar respuesta a las declaraciones (El Pa¨ªs, 7 de septiembre) de miembros de la Sociedad Espa?ola de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) en la entrada del Ministerio de Sanidad. En las palabras de los responsables de SEMES se concentran muchas falsedades y contradicciones que claramente vulneran el C¨®digo ?tico y Deontol¨®gico Profesional de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial y que, con estas l¨ªneas, nos gustar¨ªa denunciar y aclarar. Afirman contar con "16.000 especialistas", sin embargo, entre las especialidades vigentes en nuestro pa¨ªs no se encuentra la de urgencias. En los servicios de Urgencias espa?oles, trabajan de manera conjunta m¨¦dicos de Familia (que han seguido al menos cuatro a?os de formaci¨®n especializada reglada incluyendo urgencias), internistas (que han seguido al menos cinco a?os de formaci¨®n especializada reglada incluyendo urgencias), m¨¦dicos de otras especialidades m¨¦dicas y quir¨²rgicas (que han seguido al menos cuatro o cinco a?os de formaci¨®n especializada reglada incluyendo urgencias), y m¨¦dicos sin especialidad (con formaci¨®n diversa pero incluyendo tambi¨¦n urgencias). Estos ¨²ltimos, que suponen un colectivo muy importante del total, no son m¨¦dicos especialistas. La SEMES plantea un reconocimiento masivo de especialistas entrando en una seria contradicci¨®n, como es proponer, por un lado, un reconocimiento de especialidad sin formaci¨®n previa estandarizada ni acreditada y, por otro y simult¨¢neamente, crear una nueva especialidad con un programa espec¨ªfico que no es m¨¢s que una mezcla de los programas ya existentes en otras especialidades. Si se puede conceder un nuevo t¨ªtulo de especialista sin programa formativo para miles de m¨¦dicos y de manera independiente a la formaci¨®n previa y a la experiencia, entonces ?qu¨¦ sentido tiene crear una nueva especialidad?
Con todo ello lo m¨¢s grave de lo dicho en la jornada del 6 de septiembre fue avisar a los pacientes "que se van a morir" si no les "especializan". Se trata de una afirmaci¨®n que, adem¨¢s de pueril, es una grave falsedad; es una informaci¨®n alarmista para los ciudadanos y punible desde el punto de vista deontol¨®gico y judicial. Con ello, se intenta desprestigiar a unos especialistas a los que representamos, que est¨¢n trabajando en Urgencias con un alto grado de preparaci¨®n de la mano de los distintos programas de nuestras especialidades y que han recibido distintos reconocimientos, tanto a nivel nacional como internacionalmente. Tambi¨¦n los ciudadanos valoran de forma muy positiva la atenci¨®n sanitaria en urgencias como se concluye de los resultados del bar¨®metro sanitario (77'8 % de los encuestados que hab¨ªan acudido a un Centro de Urgencias durante el 2010 cree que ha recibido una atenci¨®n entre buena y muy buena). Si cualquiera de los manifestantes, directivos de la sociedad que acudieron aquel d¨ªa a la puerta del Ministerio de Sanidad conoce alguna situaci¨®n actual de riesgo para los pacientes tiene la obligaci¨®n legal y moral de denunciarla. Si no es as¨ª est¨¢ simplemente enga?ando con unos fines gremiales para la defensa de sus intereses. Por otra parte, el uso de los pacientes para suscribir con firmas las reivindicaciones de colectivos m¨¦dicos, m¨¢xime con una informaci¨®n sesgada, es algo reprochable y que no deber¨ªa ser admitido por las autoridades sanitarias, y el anuncio de una huelga en servicios de urgencias una propuesta de dudosa legalidad. En el citado C¨®digo ?tico se recoge de manera clara que "la relaci¨®n entre los m¨¦dicos no ha de propiciar su desprestigio p¨²blico" y que "la publicidad ha de ser objetiva, prudente y veraz, de modo que no levante falsas esperanzas o propague conceptos infundados". Si estas son obligaciones generales para los m¨¦dicos, los directivos de sociedades cient¨ªficas tenemos otras adicionales, derivadas de nuestra responsabilidad respecto a nuestros colectivos, en lo relativo a nuestra relaci¨®n mutua y con los ciudadanos. ?Hasta qu¨¦ l¨ªmite se ha llegado en sus reivindicaciones? ?Piensa hacer algo la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial ante estas declaraciones? ?Pueden ceder las autoridades sanitarias ante semejante chantaje o se van a utilizar criterios t¨¦cnicos, de similitud con la Uni¨®n Europea y de eficiencia para tomar decisiones?
Javier Garc¨ªa Alegr¨ªa es presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Interna (SEMI). Josep Basora Gallis¨¤ es presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFYC).
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