El riesgo por gases obliga a cerrar dos calas del sur de El Hierro
Un t¨¦cnico del IGN es hospitalizado por posible intoxicaci¨®n cuando med¨ªa la calidad del aire
Puerto Naos y Tacor¨®n, dos calas del sur de El Hierro, son las ¨²ltimas v¨ªctimas del proceso s¨ªsmico-volc¨¢nico que agita la isla desde julio. Ayer al mediod¨ªa las autoridades del Plan de Emergencias Volc¨¢nicas de Canarias (Pevolca) acordaron prohibir el paso hasta estos enclaves por el riesgo de que acumulen gases t¨®xicos, en concreto, CO y CO2.
Santana aclar¨® que la medida del cierre de accesos no se hab¨ªa tomado con respecto a La Restinga, aunque se trata de la poblaci¨®n m¨¢s cercana al volc¨¢n submarino, esta tiene un car¨¢cter m¨¢s abierto que dificulta que se acumulen los gases. Por eso la poblaci¨®n podr¨¢ seguir acudiendo al pueblo de 8.00 a 18.00 (hora GMT, una menos que en la Pen¨ªnsula).
La decisi¨®n tiene un car¨¢cter preventivo, indic¨® el director general de Seguridad del Gobierno canario, Juan Manuel Santana, y ha sido incentivada por un suceso que ocurri¨® el martes por la noche, cuando Rub¨¦n L¨®pez, el t¨¦cnico del Instituto Geogr¨¢fico Nacional (IGN) encargado de medir los gases en la zona de la erupci¨®n submarina, tuvo que ser ingresado en el hospital de Valverde.
Todav¨ªa no se sabe si el malestar de L¨®pez se deb¨ªa a los gases o a alg¨²n proceso al¨¦rgico, por ejemplo al sulfato de cobre, dijo Santana. La directora del IGN, Mar¨ªa Jos¨¦ Blanco, destac¨® que tras la hospitalizaci¨®n, una vez que se le pas¨® el malestar, el t¨¦cnico se recuper¨® tan bien que incluso hizo su turno de guardia de noche en el puesto que el instituto mantiene en La Restinga.
"La gasometr¨ªa era normal", apunta Blanco como prueba de que la causa pudiera ser la alergia. Aunque, como en casi todo en esta crisis, Blanco no descarta otra explicaci¨®n: que el t¨¦cnico hubiera estado demasiado expuesto a los gases. Por si acaso, ha dado orden para que las mediciones futuras se hagan con el equipo de protecci¨®n adecuado, empezando por las mascarillas.
Este ha sido el incidente m¨¢s grave que, hasta ahora, se ha producido en la isla por el volc¨¢n y los terremotos. "Es una prueba de fuego para la que llevamos toda la vida prepar¨¢ndonos. Cuando pase, ser¨¢ una ¨¦poca que todos recordaremos", dice la cient¨ªfica.
Blanco pone cara cada dos d¨ªas a las explicaciones cient¨ªficas que justifican las decisiones de las autoridades con respecto a la poblaci¨®n. Y cree que esto va a durar. "En Canarias ha habido erupciones de una semana y de seis a?os. La media es de un mes, pero ya hemos cumplido ese tiempo y no parece que esto vaya a terminar", afirma. Por eso ya est¨¢ haciendo planes para periodos m¨¢s complicados desde un punto de vista personal, como las Navidades, que ella -madrile?a, 49 a?os, madre de dos hijas - y otros ocho miembros de su equipo deber¨¢n pasar en la isla.
Este papel de portavoz lo asume con resignaci¨®n, aunque admite que no lee los peri¨®dicos porque "todos los d¨ªas tendr¨ªa un motivo" para enfadarse. Parte de este rol es soportar las cr¨ªticas por las decisiones ante la poblaci¨®n y otros cient¨ªficos. "A todo el que lo ha pedido le dejamos investigar. Pero los datos que obtenga deben ponerse a disposici¨®n del Pevolca", aclara.
Blanco lleva desde julio en la misma residencia en la que ahora viven los desalojados de la isla. "Nos esperan cada tarde para que les demos las novedades. Les molesta la situaci¨®n, pero lo entienden", afirma. Eso s¨ª, por salud mental intenta que ella y todos los miembros de su equipo salgan de la isla cada 10 o 14 d¨ªas.
Las otras medidas adoptadas y que afectan al norte de la isla, como el corte de carreteras y el cierre del t¨²nel de Los Roquillos se mantienen.
Mientras, en el sur, la mancha parece dormida. Algo que obedece al comportamiento normal de la emisi¨®n fisural. Lo que nadie es capaz de predecir es cu¨¢ndo va a despertar otra vez, despu¨¦s de las burbujas del martes. Estas arrastraron m¨¢s cenizas que las del s¨¢bado, pero ese cambio fue considerado por Blanco como parte de la evoluci¨®n del proceso.
Ayer por la tarde pudo observarse c¨®mo, aprovechando la calma concedida por la erupci¨®n, el buque Ram¨®n Margalef se acercaba a la zona de la mancha de emisiones volc¨¢nicas donde otros d¨ªas se hab¨ªa producido el burbujeo de gases que peri¨®dicamente agita las aguas del Mar de las Calmas. Pero Blanco, alertada, le indica que se retire. La aparente tranquilidad de las aguas puede verse interrumpida por una nueva explosi¨®n que pondr¨ªa en peligro al nav¨ªo.
Una de las tareas del barco en estos momentos es tomar muestras del material emitido. Como en casi todo lo que rodea al proceso, hay una disputa cient¨ªfica sobre su composici¨®n. Que parte es de tipo bas¨¢ltico no hay duda. Pero s¨ª la hay sobre el material blanquecino que tambi¨¦n forma parte de los piroclastos (las piedras de tama?o variable que arroja el volc¨¢n).Hay incluso quien dice que es algo ¨²nico, y ya circula el nombre de restingolita, en honor a la poblaci¨®n m¨¢s afectada por el volc¨¢n, para definirlo.
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