Otro par de explosiones reavivan la alerta por el volc¨¢n en El Hierro

No est¨¢ dispuesto a dejar a la gente tranquila. Despu¨¦s de un lunes con muy baja actividad, la boca volc¨¢nica submarina que est¨¢ frente a la costa de La Restinga, al sur de la isla de El Hierro, se manifest¨® ayer con todo su esplendor. Dos burbujas de gases, una a las 16.00 GMT y otra mucho menor pasadas las 17.00 fueron su confirmaci¨®n de que sigue ah¨ª, y que est¨¢ activo. El proceso no es inesperado, como ya hab¨ªa advertido la directora en Canarias del Instituto Geogr¨¢fico Nacional (IGN), Mar¨ªa Jos¨¦ Blanco. Pero el volc¨¢n -al que algunos medios locales comparan con San Borond¨®n, la m¨ªtica isla que seg¨²n el folclore canario aparece y desaparece para despistar a los marineros- se las arregla para sorprender. Esta vez, tras la primera burbuja, un intenso olor a azufre invadi¨® la costa, perceptible desde varios kil¨®metros de distancia.

A falta de confirmaci¨®n por el IGN, uno de cuyos t¨¦cnicos se acerc¨® a la loma desde la que curiosos, guardias civiles y periodistas segu¨ªan el fen¨®meno para medir la calidad del aire y la concentraci¨®n de gases, el fuerte hedor a huevos podridos apuntaba a sulfuro de hidr¨®geno (SH2), un gas dif¨ªcilmente nocivo al aire libre, porque se diluye con facilidad. Pero hay otras posibilidades, como que sean CO y CO2. El primero, el mon¨®xido de carbono, es muy peligroso, porque compite con el ox¨ªgeno en el flujo sangu¨ªneo, y no huele. Es el gas responsable de las muertes cuando hay una mala combusti¨®n de un brasero, por ejemplo.

Rub¨¦n L¨®pez, el vulcan¨®logo del IGN, no quiso confirmar los datos de las mediciones -tienen prohibido hablar con la prensa-, pero s¨ª que tranquiliz¨® a los asistentes, alguno de los cuales se hab¨ªa tapado la boca con improvisadas mascarillas. L¨®pez, m¨¢s tarde, baj¨® de la loma en direcci¨®n al mar para recopilar datos de los gases emitidos. La tranquilidad con la que lo hac¨ªa, sin tomar precauciones y solo pertrechado con el aparato de medir gases y un papel y un bol¨ªgrafo permite aventurar que no esperaba nada muy alarmante. En cualquier caso, la informaci¨®n ser¨¢, previsiblemente, comunicada hoy, despu¨¦s de la reuni¨®n del comit¨¦ cient¨ªfico y del Plan de Emergencias Volc¨¢nicas de Canarias (Pevolca), que informan cada 48 horas.

Una de las dudas que tiene el IGN, seg¨²n ha podido saber EL PA?S, es que el azufre (u otros gases, de los que el mayoritario en estos momentos es el CO2, una buena noticia porque es f¨¢cilmente absorbible por las plantas) puedan venir no solo del mar. La idea de que haya una falla o fisura en tierra por la que se est¨¦n escapando gases hace aumentar la preocupaci¨®n, porque indicar¨ªa que hay una zona en la corteza continental de menor resistencia que podr¨ªa ser aprovechada por el magma para emerger si se lo somete a la suficiente presi¨®n. Eso llevar¨ªa al peor escenario: que se abriera una boca en tierra firme. No solo ser¨ªa m¨¢s peligroso por las emisiones de magma, sino que se perder¨ªa el efecto pantalla del agua, que absorbe la mayor¨ªa de los gases (por ejemplo, los ¨®xidos de azufre, precursores de la lluvia ¨¢cida pero que quedan neutralizados por la alcalinidad del agua marina, seg¨²n indic¨® ayer el Involc¨¢n).

Para quienes, sin duda, es peor la noticia de las nuevas burbujas y las emisiones de gases es para los habitantes de La Restinga que fueron desalojados el s¨¢bado. Si la orden para evacuar a la poblaci¨®n lleg¨® despu¨¦s de un par de explosiones, que estas se hayan repetido permite aventurar que el desalojo se va a mantener. De hecho, la ¨²ltima evacuaci¨®n se produjo a pesar de que la unidad de medici¨®n de calidad del aire, estacionada en el puerto de La Restinga, no hab¨ªa detectado niveles de gases peligrosos. Y si hubiera CO, la probabilidad ser¨¢ mucho mayor.