La bici lucha por hacerse un sitio en la ciudad
Un accidente mortal en Barcelona reabre el debate sobre la seguridad de los ciclistas Reclaman normativa espec¨ªfica y reducir la velocidad del tr¨¢fico
Al llegar al cruce, el medio millar de personas que pedaleaban juntas se detuvieron ante una bici pintada de blanco. De manera espont¨¢nea, levantaron sus bicicletas con las ruedas apuntado al cielo y, al bajarlas, una oleada de timbrazos y aplausos rompi¨® el solemne silencio. Con este gesto, fixeros [seguidores del pi?¨®n fijo], chicas del cycle chic [pedalean elegantemente vestidas], deportistas, urbanitas y familias, homenajeaban el viernes a la usuaria del Bicing que falleci¨® el pasado 2 de enero arrollada por un cami¨®n mientras circulaba por el carril bici en esta intersecci¨®n, donde ahora la recuerda una bicicleta blanca.
?La emotiva iniciativa refleja un problema al que las ciudades espa?olas no se hab¨ªan enfrentado: los accidentes en bici. Aunque la siniestralidad a pedales es muy baja ¡ªde las 1.784 v¨ªctimas que hubo en 2011 en accidentes de tr¨¢fico en Espa?a, 32 eran ciclistas¡ª, este accidente parece que ha desatado una alarma sobre los peligros que acompa?an al pedaleo y una pregunta: ?est¨¢n las ciudades espa?olas preparadas para las bicicletas?
¡°El accidente ocurri¨® porque el usuario del veh¨ªculo motorizado no ten¨ªa en cuenta a la bicicleta¡±, aclara Esther Anaya, consultora de movilidad. ¡°Por lo que, m¨¢s all¨¢ de medidas concretas y acciones puntuales, la petici¨®n b¨¢sica es que se incluya la realidad ciclista en la normativa¡±, a?ade. Un d¨ªa despu¨¦s del accidente, las entidades ciclistas barcelonesas reaccionaron y exigieron que se mejorase la red de carriles, la se?alizaci¨®n y que se realizaran campa?as de sensibilizaci¨®n. ¡°Es un problema de planificaci¨®n y de educaci¨®n de los gestores de la ciudad, que lo hacen pensando en el coche. En realidad, las calles no se pueden adaptar de cualquier manera a un veh¨ªculo¡±, dice Joan Valls, presidente del Bicicleta Club de Cataluya (BACC) y remarca que tres de los cinco accidentes mortales que ha habido en la ciudad desde el boom de las dos ruedas han repetido el mismo patr¨®n: ciclista circulando por el carril bici, veh¨ªculo de grandes dimensiones se dispone a girar, el conductor no ve al ciclista y le arrolla.
Usar la bicicleta en la ciudad es casi cinco veces menos peligroso que conducir un coche. Por cada mill¨®n de autom¨®viles, fallecieron, el a?o pasado, 47 personas; por cada mill¨®n de bicicletas, 10,6. El colectivo presenta la menor tasa de accidentes por trayecto realizado; inferior incluso que la del peat¨®n. Adem¨¢s, y contra lo que se pueda pensar, cuantas m¨¢s bicicletas hay en una urbe, m¨¢s disminuyen los accidentes: la ciudad se calma.
Las ciudades se dise?an pensando en el coche, no en otros veh¨ªculos
Desde ConBici, la coordinadora en defensa de la bici, que aglutina a 55 asociaciones nacionales, llevan un tiempo reclamando un an¨¢lisis profundo de las colisiones y los datos. ¡°Los accidentes disparan la alarma social pero el ¨ªndice de siniestralidad es muy bajo¡±, insiste Manuel Mart¨ªn Fern¨¢ndez, director t¨¦cnico de ConBici. Cuando el ciclista circula por el carril bici disfruta de una irreal sensaci¨®n de invulnerabilidad. Esa reacci¨®n se refleja en los Ayuntamientos que consideran que inaugurar carriles fomenta el uso de la bicicleta. ¡°Las infraestructuras son necesarias porque visibilizan y aportan seguridad a los principiantes pero no es la ¨²nica medida¡±, matiza Mart¨ªn.
Por esa falsa sensaci¨®n de seguridad, dentro de la comunidad ciclista los carriles bici tienen detractores. ¡°Tenemos una realidad y no se pueden copiar y pegar soluciones de otros pa¨ªses. Intentamos gestionar la bici aislada¡±, explica Anaya. "Acompa?ando a las infraestructuras se debe reducir la velocidad en las calles y adaptar las normas¡±, resume. Otras medidas son las l¨ªneas de detenci¨®n adelantadas ¡ªlas motos ya lo hacen en Madrid y Barcelona¡ª o los sem¨¢foros para bicicletas. La idea es fomentar la cohabitaci¨®n en la calzada cuando sea posible y construir carril bici cuando sea estrictamente necesario en base a valores de intensidad de tr¨¢fico y velocidad media de la v¨ªa.
Natividad Ruiz circulaba por un carril bici en el Eixample en 2008. Pero eso no fue suficiente. A esta activista del grupo Amics de la Bici un cami¨®n se le vino encima. El revolc¨®n le rompi¨® el costado derecho y le oblig¨® a pasar seis meses en el hospital. ¡°Fue todo muy r¨¢pido. Pese a mis gritos y a los de los peatones, vi que el cami¨®n giraba. Nunca pens¨¦ que no me oir¨ªa¡±, recuerda. Ahora, le aterra la bici, incluso el coche. Sigue creyendo que las dos ruedas son b¨¢sicas en movilidad urbana, ¡°por medio ambiente, por salud y para descongestionar, pero es necesario mejorar la red y que los Ayuntamientos se impliquen", sentencia.
Proporcionalmente, las bicicletas tienen menos accidentes que los autom¨®viles
En Sevilla, donde cada d¨ªa se hacen cerca de 60.000 trayectos, se ha producido un ¨²nico choque mortal, seg¨²n la comunidad de ciclistas Sevilla En Bici. ¡°Normalmente hay choques con peatones o problemas en los sem¨¢foros, cuando est¨¢ en ¨¢mbar para el autom¨®vil pero tampoco se producen accidentes graves¡±, matiza Ricardo Marqu¨¦s, presidente de Acontramano. El balance total de una de las ciudades m¨¢s ciclistas de Espa?a se resume en dos v¨ªctimas en cinco a?os, informa ?ngeles Lucas. Esas cifras se pueden extraer de las estad¨ªsticas que realiza anualmente la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico que, a pesar de contar a los pedaleantes, no discrimina entre los accidentes en carretera de los metropolitanos.
¡°Cuando vi el atropello de Barcelona sent¨ª frustraci¨®n. Varios colectivos hab¨ªan avisado de la peligrosidad y de la necesidad de estudiar las causas de los accidentes¡±, dice Esther Anaya. La bicicleta no se puede gestionar de manera aislada, se debe hacer una pol¨ªtica integral. El anterior Gobierno desarroll¨® un nuevo reglamento de tr¨¢fico en el que se contemplaban las bicis. Nunca se lleg¨® a aprobar; ahora la reforma est¨¢ en manos del nuevo Ejecutivo. ¡°Espero es que esto ayude a poner el tema en la agenda pol¨ªtica, con criterio y profesionalidad; sin dramatismo¡±, concluye.
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