Altruistas por obligaci¨®n
Espa?a quiere evitar el lucro con los trasplantes al vetar un registro de donantes de m¨¦dula alem¨¢n El cord¨®n umbilical, ¨²nica excepci¨®n
El intento de la organizaci¨®n privada alemana DKMS de conseguir en Espa?a donantes de m¨¦dula ¨®sea para trasplantes ha puesto en pie de guerra a la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT). El organismo ha puesto en conocimiento de la Abogac¨ªa General del Estado una serie de supuestas infracciones de la instituci¨®n alemana, a la que ha cerrado en la pr¨¢ctica la posibilidad de actuar al advertir a los centros sanitarios y a los m¨¦dicos que no tiene los permisos correspondientes para realizar extracciones de ese preciado material biol¨®gico.
Pero, en el fondo, lo que subyace es un choque de modelos. Por eso, Rafael Matesanz, director de la ONT, no duda en acusar a DKMS de ¡°querer privatizar el sistema espa?ol¡±. Tambi¨¦n dice que su actuaci¨®n es ¡°un ataque a la l¨ªnea de flotaci¨®n¡± de la forma en que Espa?a ha organizado los trasplantes. Y en este contexto, la denominaci¨®n que usa para referirse a DKMS, a la que llama ¡°empresa¡±, choca con la idea clave del sistema espa?ol, altruista y gratuito, en la que los donantes, que son la base porque hacen la aportaci¨®n de ¨®rganos y tejidos, no reciben nada por su generosidad. Y los receptores no pagan por ello.
En esta batalla sem¨¢ntica, DKMS se califica de organizaci¨®n sin ¨¢nimo de lucro, y, de hecho, se inscribi¨® como fundaci¨®n sanitaria en Espa?a en diciembre del a?o pasado, dos meses despu¨¦s de su aparatosa presentaci¨®n con una campa?a para conseguir donantes para Hugo P¨¦rez S¨¢nchez.
Brasil y Francia
tambi¨¦n impidieron la entrada de DKMS
Matesanz no es el ¨²nico en sospechar de la organizaci¨®n alemana. Heder Murari Borba, coordinador general del Sistema Nacional de Trasplantes de Brasil, afirma por correo electr¨®nico que ¡°DKMS es un centro privado muy fuerte con sucursales en varios pa¨ªses y act¨²a como una empresa que mantiene entre los servicios ofertados para atraer donantes pruebas de HLA [ant¨®genos leucocitarios humanos, los marcadores gen¨¦ticos que determinan si los tejidos de una persona son compatibles con otra], colecci¨®n de material para trasplante, almacenamiento y env¨ªo¡±. Brasil rechaz¨® en 2008 los intentos de DKMS de abrir un registro en su pa¨ªs.
Lo mismo hizo Francia. La directora del registro de donantes de m¨¦dula del pa¨ªs, Evelyne Marry, tambi¨¦n arroja dudas sobre las intenciones de la organizaci¨®n. Sin llegar a decir que busca un beneficio, Marry afirma que ¡°es verdad que ganan mucho¡±, aunque en verdad lo que quiere decir es que ingresan mucho.
Porque uno de los datos que arrojan sospechas sobre la instituci¨®n en su af¨¢n por expandirse es que es la que m¨¢s cobra por sus prestaciones. En concreto, 14.500 euros por m¨¦dula, lo que supone 6.000 euros m¨¢s que lo que factura la Fundaci¨®n Carreras por los gastos del proceso (buscar al donante, hacerle los an¨¢lisis correspondientes y extraerle la m¨¦dula), que tiene concertado el servicio con la ONT. Por eso, seg¨²n los n¨²meros que maneja esta fundaci¨®n, la alemana tiene unos ingresos extraordinarios de unos 24 millones de euros al a?o, el resultado de multiplicar esos 6.000 euros por las m¨¢s de 4.000 m¨¦dulas que facilitan los donantes que tiene inscritos a los distintos sistemas sanitarios del mundo, Espa?a incluida.
El sistema espa?ol
se basa en la gratuidad del proceso
Y el miedo a que alguien gane dinero en un tema tan delicado es lo que pone en alerta a casi todos los expertos consultados. Aunque quiz¨¢ lo primero que hay que aclarar es que aunque siempre se diga que el sistema de trasplantes es, en Espa?a y en la mayor¨ªa de los pa¨ªses del mundo ¡ª¡°donde no hay tr¨¢fico de ¨®rganos¡±, como matiza el presidente de la Sociedad Espa?ola de Trasplantes, el catedr¨¢tico en nefrologia Manuel Arias¡ª, altruista y gratuito, esto es as¨ª al inicio de la cadena, en el donante. El resto (el personal sanitario que realiza la extracci¨®n, las empresas de material sanitario, las de transporte), como es l¨®gico, cobra, y por eso hay un sistema de tarifas entre comunidades o entre pa¨ªses que permiten cubrir los gastos.
¡°El sistema espa?ol se basa en la transparencia, el altruismo y la gratuidad¡±, insiste Arias. ¡°Lo que provoca incertidumbre es que alguien venga a irrumpir en ¨¦l, cuando ha demostrado su eficacia. Por eso Espa?a es el pa¨ªs de mayor ¨¦xito en trasplantes¡±. De hecho, el pa¨ªs super¨® su tasa de donantes en 2011 y pas¨® de los 35 por mill¨®n de habitantes.
El presidente de la Asociaci¨®n de Lucha contra las Enfermedades de Ri?¨®n (Alcer) y de la Alianza General de Pacientes, Alejandro Toledo, coincide plenamente: ¡°Cuando tenemos un buen sistema, pretender cambiarlo es correr muchos riesgos. En este pa¨ªs nos hemos podido trasplantar sin quebrar nuestro patrimonio, sin que hubiera diferencias por la renta, por si uno era alto o bajo, blanco o negro. As¨ª que los experimentos, con gaseosa¡±. Esta opini¨®n, abrumadoramente mayoritaria en Espa?a, est¨¢ recogida por las leyes, que impiden gratificar al donante. Pero la idea de que introducir intereses cremat¨ªsticos en el sistema puede suponer su ruina tiene excepciones.
30.000 parejas espa?olas
guardan el cord¨®n
umbilical en el extranjero
En EE UU, por ejemplo, la Fundaci¨®n Americana para los Trasplantes defiende el modelo de gratuidad, aunque por medio de su portavoz, Kyle Prietari, admite que no ver¨ªan mal que a los donantes se les compensara de alguna manera. ¡°California ha aprobado una ley al respecto en lo que se refiere a c¨¦lulas y tejidos, que no a ¨®rganos, y estamos pendientes de una ley federal. Pero no ver¨ªamos mal que hubiera una cierta remuneraci¨®n para los donantes. Creemos que merecer¨ªa la pena estudiarlo¡±, dice Prietari. ¡°Claro que habr¨ªa que regularlo muy estrictamente para asegurar que no hubiera explotaci¨®n¡±. En el otro extremo de la cadena, el de los receptores, Estados Unidos tambi¨¦n incluye el hecho de pagar ¡ªbien directamente al m¨¦dico o a trav¨¦s de un seguro privado, aclara la directora de la fundaci¨®n, Anastasia Darwish¡ª, pero es m¨¢s que nada porque, si no, no se tiene acceso a la prestaci¨®n sanitaria, algo que en pa¨ªses con sanidad p¨²blica universal, como Espa?a, no se discute. Eso s¨ª, una vez se est¨¢ en la lista de espera, el trato es ¡°a todos por igual¡±, indica Prietari. ¡°No se puede pagar m¨¢s para adelantar puestos¡±.
La idea de compensar a los donantes tampoco es ajena al sistema espa?ol, que permite que se den unas gratificaciones a quienes entregan ¨®vulos o semen ¡°por las molestias¡±. En EE UU se va m¨¢s all¨¢ y tambi¨¦n se paga por la sangre, algo que en Espa?a es impensable.
Visto as¨ª, el debate parece cerrado. Pero el hecho es que hay una excepci¨®n, y el propio Matesanz la admite con pesar cuando habla de la regulaci¨®n de los bancos de cord¨®n umbilical. Este material biol¨®gico compite en aplicaciones precisamente con la m¨¦dula ¨®sea, como recuerda el presidente de la Sociedad Internacional de Bio¨¦tica, Marcelo Palacios.
La mayor¨ªa de las madres
andaluzas opta
por bancos p¨²blicos
Su llegada a Espa?a, en 2006, aprovechando un vac¨ªo legal, supuso la primera grieta del sistema de trasplantes. Al final, se estableci¨® un sistema mixto de convivencia entre bancos p¨²blicos y privados. Con una condici¨®n: que el material que estuviera en un centro privado pod¨ªa ser usado por el sistema p¨²blico de salud si se encontraba un receptor que lo necesitara (salvo que sea el de un ni?o de una familia con riesgo de tener una enfermedad cong¨¦nita que haga aconsejable guardarlo para usarlo en un hermano).
Llegar a ese acuerdo supuso un enfrentamiento que hace que Matesanz todav¨ªa afirme que los due?os de esas empresas, que cobran unos 100 euros al a?o por mantener el material biol¨®gico, no se llevan nada bien con ¨¦l. Y, cuestiones personales aparte, el resultado es que los bancos privados mandan las muestras fuera de Espa?a para que no puedan ser usadas por el sistema nacional sin m¨¢s. Al final, menos de 200 padres han decidido guardar el material en Espa?a de una forma privada, lo que contrasta con las m¨¢s de 51.000 muestras recogidas en los bancos p¨²blicos. Se calcula que m¨¢s de 30.000 parejas espa?olas guardan el cord¨®n en otros pa¨ªses.
Palacios, que acaba de publicar un libro sobre el tema (Bancos de cord¨®n umbilical, editorial C¨ªrculo Rojo), llama a esta situaci¨®n ¡°destierro celular¡±, y cree que la regulaci¨®n espa?ola ¡°debe ser corregida¡±. ¡°Primero, se debe fomentar la donaci¨®n seg¨²n los criterios de altruismo y gratuidad¡±, indica, pero ¡°en segundo lugar, se debe autorizar a las personas a que depositen los cordones en Espa?a para su uso aut¨®logo [en el propio donante si en un futuro lo necesitara] o en un familiar [caso de hermanos con enfermedades gen¨¦ticas]¡°. Por ¨²ltimo, ¡°hay que fomentar que los cordones que se guardan para uso aut¨®logo se dediquen a un uso alog¨¦nico [en un desconocido]¡±. Para ello, en la opini¨®n del bio¨¦tico, bastar¨ªa con que el sistema estableciera que si un cord¨®n guardado en un banco privado sirve para una persona que no es el donante, se les pregunte si lo quieren donar.
¡°Los derechos de las personas est¨¢n por encima de los valores ¨¦ticos. No se puede hablar de altruismo cuando no hay voluntariedad", dice un experto
?l cree que la generosidad de los ciudadanos es tan grande que en la mayor¨ªa de los casos la respuesta ser¨ªa afirmativa. Y pone como ejemplo un estudio hecho con padres que decidieron guardar los cordones en Andaluc¨ªa: el 85% de los que dieron a luz, tanto en centros p¨²blicos como privados, optaron por un banco p¨²blico.
Pero, aparte de esto, para el experto detr¨¢s de ello subyace otra cuesti¨®n. ¡°Los derechos de las personas est¨¢n por encima de los valores ¨¦ticos. Y en este caso no se puede hablar de aut¨¦ntico altruismo cuando no hay voluntariedad, cuando no se les permiten todas las opciones. Que haya alguien que cobre por intermediar en el proceso no tiene por qu¨¦ ser malo. Yo lo que quiero es que se respete mi derecho a donar a quien quiera, independientemente de que vaya a ganar dinero¡±, indica.
Con otra formulaci¨®n, es lo que dec¨ªa Hugo P¨¦rez Santos: ¡°Lo importante es salvar vidas y aumentar el n¨²mero de donantes¡±. Y eso que, en su caso, todo el ruido medi¨¢tico no le sirvi¨® para nada: las 1.200 personas que se apuntaron en la campa?a a la que ¨¦l puso cara, aunque eran de su ciudad, no eran compatibles, y, al final, ¨¦l vive por la donaci¨®n de un hermano.
Palacios, que, pese al ejercicio te¨®rico, reconoce los m¨¦ritos del sistema espa?ol y su validez, avalada por sus resultados, concluye: ¡°Lo que no se puede es obligar a la gente a ser solidaria. Lo que hay que hacer es facilitarles que lo sean¡±.
Las explicaciones de DKMS
Desde que, el pasado lunes, se conociera la situaci¨®n de enfrentamiento entre la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT) y el centro de donantes de m¨¦dula alem¨¢n DKMS (el mayor de los m¨¢s de 40 privados que hay en ese pa¨ªs, cuya coordinaci¨®n corresponde al registro nacional ZKRD), este no ha hecho declaraciones. Su versi¨®n se ha conocido en un comunicado. Estas son algunas de sus explicaciones.
?Por qu¨¦ quiere DKMS actuar en Espa?a? ¡°Hay una alta demanda de donantes potenciales. Muchos pacientes mueren innecesariamente porque no se puede encontrar un donante compatible¡±, es su respuesta. La ONT no coincide. Con los 91.000 donantes de m¨¦dula y los 51.000 de cord¨®n umbilical que hay en Espa?a est¨¢n cubiertos la mayor¨ªa de los casos. Hay un 20% que no se soluciona ni apelando a los registros internacionales. M¨¢s bien, dice el coordinador de la ONT, Rafael Matesanz, parece que DKMS busca donantes espa?oles y latinoamericanos para los inmigrantes en Alemania.
?C¨®mo se financia DKMS? ¡°Primero, recibe donaciones, que se usan para pagar la clasificaci¨®n de los nuevos donantes que se registran (50 euros). Segundo, recibe ingresos por proveer trasplantes a pacientes de todo el mundo¡±. De hecho, pide que sea el propio donante el que pague el an¨¢lisis de sus muestras, y que los ingresos que cobra son los m¨¢s altos del sector, por encima del resto de los registros alemanes y un 70% m¨¢s que la Fundaci¨®n Carreras, su equivalente espa?ol.
?Cu¨¢l es la relaci¨®n con el grupo empresarial Coty? ¡°La leucemia [una de las indicaciones para el trasplante de m¨¦dula] afect¨® personalmente a la familia Coty en 1991. En 2006, Coty, la mayor empresa de belleza [con marcas de cosm¨¦tica como Adidas, Calvin Klein, Cerruti, Pierre Cardin, Playboy o Rimmel], se uni¨® a DKMS, el mayor centro de donantes de m¨¦dula ¨®sea, para luchar contra la leucemia¡±. Tambi¨¦n sirve de puerta de entrada en otros pa¨ªses. En Espa?a, por ejemplo, comparten sede en Barcelona.
?Por qu¨¦ no colabora con la ONT? ¡°Nos gustar¨ªa cooperar con la ONT y estamos en contacto con ellos. Pero la ONT insiste en que DKMS es ilegal, aunque todav¨ªa no ha indicado qu¨¦ regulaciones ha incumplido¡±. ¡°Todas nuestras actividades est¨¢n de acuerdo con la ley espa?ola¡± La ONT, en cambio, ha elaborado un escrito en el que establece cuatro posibles infracciones: promover la captaci¨®n de donantes sin permiso, hacerlo mediante campa?as destinadas a curar a un paciente concreto, exportar muestras biol¨®gicas y no asegurar la protecci¨®n legal de los datos de los posibles donantes.
?Por qu¨¦ ha emprendido acciones legales contra la ONT? ¡°No podemos permitir que la ONT publique informaci¨®n err¨®nea que pueda da?ar la imagen de DKMS¡±. Parte de esa informaci¨®n podr¨ªa ser el aviso que la ONT hizo a los coordinadores de trasplantes de que las actividades de la instituci¨®n alemana no ten¨ªan su visto bueno. Esta acci¨®n fue obligada despu¨¦s de que la organizaci¨®n mandara correos electr¨®nicos a los centros diciendo lo contrario e incluso pidiendo ya que se procediera a la extracci¨®n de una m¨¦dula y se enviara a Estados Unidos. Por cierto, que el m¨¦dico contactado respondi¨® ¡ªcomo era obligado¡ª que no pod¨ªa hacer lo solicitado ya que su ¨²nico interlocutor al respecto era la ONT, que no hab¨ªa dado la indicaci¨®n para esa operaci¨®n ni el env¨ªo de la muestra biol¨®gica al exterior.
El choque
- Octubre de 2011. El espa?ol Hugo P¨¦rez, ingresado en Alemania, es contactado por DKMS, que se ofrece a conseguirle una m¨¦dula.
- 16 de octubre. DKMS convoca a la poblaci¨®n de Avil¨¦s. Consigue 1.231 donantes.
- Octubre. La ONT pregunta a la red de coordinadores de trasplantes si han tenido contacto con DKMS. Contestan que no.
- 26 de octubre. El Consejo Interterritorial es informado. Considera ilegal la actuaci¨®n.
- 31 de octubre. La ONT env¨ªa un oficio al director de DKMS para que se explique y suspenda la actividad.
- 17 de noviembre. Reuni¨®n ONT-DKMS. La organizaci¨®n espa?ola pide explicaciones por escrito. DKMS dice que tiene un acuerdo con la Fundaci¨®n Carreras. Esta lo niega.
- 15 de diciembre. DKMS se inscribe como fundaci¨®n.
- 23 de diciembre. DKMS inicia actuaciones judiciales contra la ONT.
- E Enero de 2012. La ONT pide a la abogac¨ªa del Estado que intervenga.
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