Premio Fronteras del Conocimiento al descubridor de la 'limpieza intracelular'
Alexander Varshavsky identific¨® el marcador de las prote¨ªnas que deben ser destruidas
Todos tenemos la idea de una c¨¦lula como algo diminuto. Y en casi todos los casos, lo es (quiz¨¢ la excepci¨®n m¨¢s llamativa sea el huevo de una avestruz). Pero en ese min¨²sculo espacio tienen lugar miles de procesos que son los que definen la vida. Como si de un taller se tratara, mantenerlo limpio y organizado es b¨¢sico para su buen funcionamiento. Hay que destruir lo que no hace falta, y respetar lo ¨²til. Y en este equilibrio juega un papel clave el descubrimiento de Alexander Varshavsky: unas diminutas prote¨ªnas ¨Clas ubiquitinas- que marcan aquello que puede degradarse. Por eso ha recibido el premio Fronteras del Conocimiento de la Fundaci¨®n BBVA en el apartado de Biomedicina., dotado con 400.000 euros.
En conversaci¨®n telef¨®nica desde California, donde trabaja en el Instituto de Tecnolog¨ªa (Caltech), Varshavsky se mostr¨® satisfecho por haber sido parte de lo que el jurado del premio, presidido por el Nobel Werner Arber, considera ¡°un nuevo campo de la biomedicina¡±. ¡°No hemos hecho m¨¢s que poner las bases, pero es bueno y extraordinario que uno pueda participar en ello¡±, dijo.
Las aplicaciones del descubrimiento de Varshavsky son incalculables. De los tres componentes b¨¢sicos de los seres vivos (hidratos de carbono, l¨ªpidos y prote¨ªnas), estas ¨²ltimas son las que tienen un papel din¨¢mico. Unas conviene que duren mucho ¨Clas m¨¢s estructurales como los receptores celulares o las que intervienen en procesos frecuentes-, pero otras tienen un cometido muy corto (el momento de la divisi¨®n celular, por ejemplo). Por eso cualquier mutaci¨®n en la ubiquitina correspondiente (prote¨ªnas en s¨ª mismas, aunque muy cortas, de 76 amino¨¢cidos, y que por tanto hay que crear y destruir tambi¨¦n) puede suponer un error, y, como consecuencia, una enfermedad. Por eso se las relaciona con todo tipo de patolog¨ªas: c¨¢ncer, enfermedades neurodegenerativas o enfermedades autoinmunes, por ejemplo.
Un caso t¨ªpico podr¨ªa ser el alzh¨¦imer. Esta enfermedad se caracteriza por la acumulaci¨®n de dos tipos de prote¨ªnas en las neuronas: las beta-amiloides y las tau. Eso apunta a que hay una ubiquitina que no est¨¢ funcionando bien.
El investigador emigr¨® de la antigua URSS en 1977
Pero hay mucho m¨¢s. Varshavsky indic¨® que una de las patolog¨ªas m¨¢s complejas, como puede ser el s¨ªndrome de Down, tambi¨¦n puede estar relacionada. ¡°Las ubiquitinas influyen en todo lo que tenga que ver con el n¨²mero de copias¡±, ha dicho. Y el Down se produce porque en un momento determinado una c¨¦lula se divide mal y surge una trisom¨ªa (tres copias de un cromosoma).
Aun as¨ª, Varshavsky admiti¨® que su descubrimiento no tiene ¡°aplicaci¨®n directamente¡±. Pero ¡°ya hay investigaci¨®n en medicamentos para dise?ar peque?as mol¨¦culas que servir¨¢n para manejarlas¡±. ¡°Algunos ya est¨¢n en pruebas para el c¨¢ncer¡±, dijo el investigador.
El papel de las ubiquitinas ya recibi¨® el Nobel en 2004
Curiosamente, el premio Nobel de Qu¨ªmica de 2004 ya reconoci¨® el papel de las ubiquitinas, pero no fue para Varshavsky. La Academia sueca se lo otorg¨® a los israel¨ªes Aaron Ciechanover y Avran Hershko y al estadounidense Irwin Rose.
Varshavsky est¨¢ actualmente trabajando en otro proceso de control de las prote¨ªnas: la incorporaci¨®n a sus extremos de una mol¨¦cula (lo que se llama t¨¦cnicamente N-acetilaci¨®n). El investigador ¨Cnacido en la antigua URSS en 1946 pero que cruz¨® el tel¨®n de acero en 1977- agradeci¨® el premio no solo por su prestigio (pese a que solo va por la quinta edici¨®n), sino tambi¨¦n por su dotaci¨®n (400.000 euros). ¡°En estos momentos la investigaci¨®n b¨¢sica est¨¢ muy mal en Estados Unidos. No solo por la crisis, sino porque los pol¨ªticos no ven la utilidad de apoyar algo que no va a dar resultados inmediatos¡±, dijo. ¡°Acabo de solicitar una ayuda, pero es muy descorazonador: por cada una se presentan 10 candidaturas¡±.
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