El invierno m¨¢s seco desde que hay datos dispara la poluci¨®n
La ausencia de precipitaciones alimenta boinas de contaminaci¨®n en las grandes urbes Barcelona, Madrid, Sevilla y Bilbao, entre las m¨¢s afectadas
![El embalse de Cecebre presenta niveles muy por debajo de los habituales.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/3SWH4QRHT7NFMYPCR53SP6SEFU.jpg?auth=98ad730c78fccaff0b37c4ead385b5460948a18a56bca4257fe679d83ba0c323&width=414)
Un persistente anticicl¨®n que oscila desde hace meses en torno al Golfo de Vizcaya est¨¢ disparando los niveles de contaminaci¨®n en las grandes ciudades, especialmente en Barcelona y Madrid, pero tambi¨¦n en otras urbes, como Sevilla, donde las boinas de poluci¨®n son menos habituales. La falta de lluvias, causada porque las altas presiones taponan las borrascas que habitualmente penetran en la Pen¨ªnsula por la costa cant¨¢brica, tambi¨¦n ha relanzado el riesgo de sequ¨ªa en el pa¨ªs. Por ahora, se?alan los expertos, la consecuencia principal es la elevada contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, aunque los agricultores y algunas zonas especialmente afectadas, como Canarias, ya temen por la falta de agua en los embalses. A corto plazo, el anticicl¨®n, una ramificaci¨®n del de las Azores, no se mover¨¢ de su sitio. "Al menos no esta semana", subray¨® Antoni Vives, responsable de la Agencia Espa?ola de Meteorolog¨ªa (Aemet) en Catalu?a. Esta situaci¨®n ha provocado el invierno m¨¢s seco desde que se registran datos de lluvias, en los a?os 40 del siglo pasado, seg¨²n la Aemet. Desde diciembre, han ca¨ªdo menos de 60 litros por metro cuadrado, lo que empeora el dato de 1980-81, cuando se registraron 86 litros.
Espa?a acumula un d¨¦ficit del 40% en el actual a?o hidrol¨®gico, que empieza a computarse en octubre, aunque las reservas de agua se mantienen en el 62% a pesar de que est¨¢n reduciendo progresivamente. "Estamos viviendo de las rentas del periodo 2009-2010, que fue m¨¢s lluvioso. Pero preocupan estos ¨²ltimos meses con tan poca lluvia", detall¨® ayer Vives. Las peores cifras corresponden a Canarias, Andaluc¨ªa, Extremadura, la mitad occidental de Castilla-La Mancha y algunas zonas del sur de Castilla y Le¨®n. "Es una sequ¨ªa llamativa, pero no excepcional. Todo depender¨¢ de lo que ocurra en primavera, el principal mes de las lluvias en nuestra meteorolog¨ªa", subray¨® el experto. "La falta de lluvias acumula la poluci¨®n en las zonas urbanas de forma casi inmediata", a?adi¨®.
Las reservas se mantienen al 62% gracias a las lluvias de 2009 y 2010
Ya se palpa en las principales ciudades espa?olas: Barcelona amaneci¨® este s¨¢bado con una espesa boina de contaminaci¨®n tras una semana en que la media de poluci¨®n de part¨ªculas contaminantes alcanz¨® los 70 microgramos por metro c¨²bico en pleno centro urbano. La normativa de la UE exige no rebasar los 40 microgramos de media, pero, sin lluvias que dispersen estos contaminantes, las grandes ciudades suelen superar diariamente este l¨ªmite. Entre enero y febrero, la media en la red de medici¨®n de Madrid de di¨®xido de nitr¨®geno roz¨® los 60 microgramos por metro c¨²bico. En las zonas habitualmente m¨¢s afectadas por la poluci¨®n, como el barrio del Pilar, la media rebas¨® algunos d¨ªas los 100 microgramos. En Sevilla se han superado en distintas franjas horarias los 60 microgramos, mientras que la semana pasada, Bilbao super¨® los 50 microgramos de part¨ªculas en algunas zonas y el di¨®xido de nitr¨®geno alcanz¨® los 70 microgramos.
"Es un incremento l¨®gico", se?ala el experto en contaminaci¨®n atmosf¨¦rica Ricardo G¨®mez. El contaminante principal es el tr¨¢fico: la combusti¨®n de los veh¨ªculos genera part¨ªculas contaminantes que pueden llegar a afectar a la salud si penetran en los bronquios. Estas se acumulan en el suelo, pero el propio tr¨¢fico las levanta. Si llueve, el agua las arrastra y limpia las zonas urbanas. "Pero si no hay lluvia, se van acumulando y afectan al organismo", detalla G¨®mez. Y la lluvia llega con cuentagotas: Barcelona sum¨® 44 d¨ªas seguidos sin llover este invierno, los mismos que M¨¢laga; Madrid registr¨® 43 d¨ªas sin precipitaciones y en Le¨®n, por ejemplo, no llueve desde el 27 de enero. "Es como una enorme habitaci¨®n por la que circulan coches y que lleva decenas de d¨ªas sin ventilarse", ilustra G¨®mez. La excesiva poluci¨®n contribuye a agravar las enfermedades respiratorias y solo en el ¨¢rea barcelonesa incide en unas 3.500 muertes al a?o, advierten investigaciones de la UE. Bruselas public¨® la semana pasada un informe en el que se se?ala a Espa?a como uno de los pa¨ªses m¨¢s contaminados del continente y el ¨²nico que infringe los niveles l¨ªmite de tres de los cuatro contaminantes que controla la Comisi¨®n Europea.
"Esta sequ¨ªa es un s¨ªntoma del cambio clim¨¢tico", dicen en la AEMET
Al dif¨ªcil enclave geogr¨¢fico de algunas ciudades -Barcelona, cercada entre el mar y la monta?a, tiende a acumular contaminantes de forma natural- se le a?ade la falta de recursos. Espa?a carece de un plan nacional para mejorar la calidad del aire: el Gobierno del PP ha anunciado que revisar¨¢ ahora a la baja la normativa que aprob¨® el PSOE y que tampoco contemplaba medidas de peso como restringir el acceso al tr¨¢fico. Los Ayuntamientos, por su parte, tampoco han acordado medidas de calado y ni siquiera contemplan planes de emergencia para episodios puntuales de contaminaci¨®n como el actual. "Ocurre cada a?o y siempre es lo mismo: hay que esperar a que llueva porque la Administraci¨®n prefiere no tomar cartas en el asunto", se?ala un portavoz de Greenpeace. Restringir el tr¨¢fico en las grandes urbes, como est¨¢n aplicando algunas del resto de Europa, recuerda Greenpeace, supone aplicar una medida especialmente antipopular. "Es preocupante porque este tipo de situaciones ir¨¢n a m¨¢s debido al cambio clim¨¢tico", a?adi¨®.
"Es probable", asumi¨® el responsable de la Aemet. "No me atrevo a decir que esta sequ¨ªa se debe al cambio clim¨¢tico, pero puede interpretarse como uno de sus s¨ªntomas", se?al¨®. El cambio clim¨¢tico puede medirse en series hist¨®ricas y no en episodios puntuales, pero la carencia de lluvias en pleno invierno responde a una situaci¨®n "t¨ªpica" de las que, se prev¨¦, puede generar el calentamiento global. El panel de cient¨ªficos de la ONU advierte de que el cambio clim¨¢tico generar¨¢ un incremento de los periodos de sequ¨ªa y de la frecuencia de las lluvias, seg¨²n public¨® el organismo el a?o pasado. "Es precisamente lo que est¨¢ ocurriendo ahora", precis¨® Antoni Vives.
La verde Inglaterra amarillea
En contraste con esa imagen de lluvia perenne que suele proyectar la verde Inglaterra, pocas gotas de agua han ca¨ªdo durante los ¨²ltimos meses en las zonas del sur y el este, hasta el punto de haber sido declaradas oficialmente en estado de sequ¨ªa. Si la climatolog¨ªa no acaba desmintiendo los partes meteorol¨®gicos, los usuarios deber¨¢n encajar la pr¨®xima primavera severas restricciones en el consumo del agua, cuya carencia est¨¢ afectando ser
Reino Unido afronta su peor sequ¨ªa en m¨¢s de tres d¨¦cadas, con un descenso del 70% en los niveles medios de agua de r¨ªos, canales y reservas. En las ¨¢reas m¨¢s afectadas del sureste esos ¨ªndices est¨¢n incluso por debajo de los registrados en el verano de 1976, cuando la escasez de lluvias del a?o anterior se tradujo en un severo racionamiento del agua, da?os en las cosechas y una oleada de incendios.
El impacto de dos ¡°inviernos secos¡± consecutivos ha forzado a algunas compa?¨ªas distribuidoras a solicitar permisos para extraer el agua de otras fuentes, mientras el sector se prepara para los tiempos de carest¨ªa.
Thames Water, uno de los principales distribuidores del pa¨ªs (8,8 millones de clientes), est¨¢ urgiendo a los consumidores a vigilar el uso del preciado recurso, con sugerencias como la de cerrar el grifo mientras uno se lava los dientes, arreglar los escapes en las ca?er¨ªas dom¨¦sticas, utilizar la lavadora solo cuando est¨¢ repleta de ropa o limitar el tiempo de la ducha a cuatro minutos.
La imposici¨®n de mayores restricciones va a ser inevitable si no llueve ¡ªy mucho¡ª a lo largo de los tres pr¨®ximos meses, pero las predicciones meteorol¨®gicas no son halag¨¹e?as.
Las medidas previstas incluir¨¢n probablemente el veto al uso de mangueras, en un pa¨ªs cuya orograf¨ªa est¨¢ sembrada de jardines. Solo la septentrional Escocia se salva de la crisis, porque sus reservas de agua est¨¢n hoy pr¨¢cticamente llenas (93-97%).
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