La hora de las v¨ªctimas del amianto

La lucha de las v¨ªctimas del amianto en Espa?a fue durante largo tiempo una labor aislada y solitaria. Las reclamaciones pasaban tan inadvertidas como la forma que tiene de matar este agente cancer¨ªgeno ampliamente usado en distintos sectores industriales hasta 2001.

Este escenario, sin embargo, ha cambiado. Cada vez es m¨¢s frecuente que los pacientes unan sus fuerzas para litigar contra las empresas donde respiraron las t¨®xicas fibras de asbesto, una estrategia que est¨¢ dando sus frutos. El ¨²ltimo ejemplo es la sentencia hecha p¨²blica ayer que condena a la empresa Uralita a indemnizar con 1,7 millones de euros a 23 empleados de la extinta planta de Getafe por ¡°no adoptar las medidas de protecci¨®n necesarias para preservar la salud de los trabajadores¡±.

Con toda probabilidad, no ser¨¢ el ¨²ltimo fallo en esta direcci¨®n. No solo porque hay m¨¢s demandas colectivas similares en los tribunales. Sino porque es de prever que se sigan presentando a lo largo de los pr¨®ximos a?os, a medida que vayan apareciendo nuevos afectados por la inhalaci¨®n de polvo de amianto. Las enfermedades que provocan estas microfibras ¡ªc¨¢ncer de pulm¨®n, pleura y laringe; una forma de insuficiencia pulmonar conocida como asbestosis, y placas pleurales¡ª pueden tardar hasta 40 a?os en manifestarse.

La cuesti¨®n no es si habr¨¢ m¨¢s v¨ªctimas, sino cu¨¢ntas, algo nada f¨¢cil de determinar. Un estudio epidemiol¨®gico (el ¨²nico elaborado en Espa?a sobre esta cuesti¨®n) dirigido por Fernando Garc¨ªa Benavides, director del Centro de Investigaci¨®n de Salud Laboral de la Universidad Pompeu, estima que los casos de mesotelioma (c¨¢ncer de pleura, directamente relacionado con la exposici¨®n al amianto) seguir¨¢n increment¨¢ndose hasta el a?o 2016. Las estimaciones del trabajo son que, entre 2007 y 2016, habr¨¢ unas 1.321 muertes de hombres por este tumor.

M¨¢s dif¨ªcil es evaluar el total de fallecimientos de todas las patolog¨ªas vinculadas al amianto. Comisiones Obreras eleva la cifra total a unos 50.000 muertos en Espa?a entre 2000 y 2030 debido a la exposici¨®n al contaminante en las d¨¦cadas de los ochenta y los noventa.

Gracias a sus extraordinarias condiciones ign¨ªfugas y aislantes, por su bajo precio, su maleabilidad y ligereza, el amianto fue generosamente empleado en materiales de construcci¨®n, revestimientos aislantes de embarcaciones y trenes, de cables y tuber¨ªas. Las fibras de asbesto estaban en las zapatas de freno de los coches, las fundas de las planchas, los trajes ign¨ªfugos de los bomberos y hasta en otros 6.000 productos.

La sentencia de Getafe, que ayer difundi¨® la Asociaci¨®n de V¨ªctimas del Amianto (Avida), es un buen ejemplo del cambio de tendencia que existe a favor de un incremento de demandas colectivas. ¡°En estos momentos tengo varios procedimientos abiertos¡±, comenta Fernando Morillo, un abogado de Madrid especializado en este tipo de casos que colabora con la Asociaci¨®n V¨ªctimas del Amianto. ¡°Y est¨¢n en marcha otros similares, por lo menos, en Sevilla, Valladolid, A Coru?a y el Pa¨ªs Vasco¡±, a?ade.

Un an¨¢lisis sobre la jurisprudencia espa?ola relativa a fallos por da?os de amianto entre 1996 y 2010 elaborado por el abogado Albert Azagra (sobre 190 sentencias del Tribunal Supremo, tribunales superiores de justicia y audiencias provinciales) arroja luz sobre los recientes esfuerzos dirigidos a presentar reclamaciones colectivas. ¡°Han cambiado las estrategias procesales y, junto a las acciones individuales, encontramos un uso creciente de instrumentos de agregaci¨®n procesal¡±, recoge el estudio.

El documento tambi¨¦n advierte un cambio en el tipo de casos que llegan a los juzgados. Adem¨¢s de trabajadores afectados por motivos laborales, ¡°los casos de exposiciones dom¨¦sticas y ambientales causantes de placas pleurales o patolog¨ªas benignas han irrumpido con fuerza¡±, a?ade. Ya no se indemniza solo a los obreros, sino tambi¨¦n a los vecinos que viv¨ªan cerca de las f¨¢bricas donde se empleaba el asbesto.

Es lo que ocurri¨® con la sentencia que impuso un juez de primera instancia en julio de 2010 contra Uralita en la que en julio de 2010 conden¨® a la empresa a indemnizar con 3,9 millones de euros a 45 vecinos de Cerdanyola y Ripollet (Barcelona). El juez consider¨® que la mercantil era responsable de haber provocado tumores y problemas respiratorios a todos ellos debido a las fibras de asbesto que se diseminaban en el proceso de fabricaci¨®n de fibrocemento en la factor¨ªa de Cerdanyola.

Otro de los grandes casos judiciales del amianto en Espa?a fue la denuncia planteada por 71 trabajadores contra Uni¨®n Naval de Levante en Valencia, una de las escasa planteadas por v¨ªa penal. En julio de 2009, la empresa lleg¨® a un acuerdo con la acusaci¨®n. Reconoci¨® que no cumpli¨® las medidas de seguridad y asumi¨® su responsabilidad en las muertes y lesiones de empleados que inhalaron el contaminante en trabajos de construcci¨®n y reparaci¨®n de buques. Entonces pag¨® casi 11 millones de euros: entre 250.000 y 200.000 por cada uno de los 20 fallecidos y entre 110.000 y 150.000 por los 51 enfermos.

Pese a estos antecedentes, los especialistas consultados consideran que en Espa?a no es probable que se falle una sentencia tan contundente como la dictada por el Tribunal de Tur¨ªn el pasado lunes 13 de febrero contra la multinacional Eternit (el equivalente italiano de Uralita) que durante d¨¦cadas fabric¨® fibrocemento en distintas factor¨ªas. Los jueces condenaron al expropietario del grupo, el suizo Stephan Schmidheiny, de 65 a?os, y al exdirigente belga Louis de Cartier, de 91, a 16 a?os de c¨¢rcel por la muerte de 2.300 personas y la enfermedad de otras 665.

¡°No me consta que haya ni un empresario condenado penalmente¡± en Espa?a, explica Morillo. Los que m¨¢s cerca estuvieron fueron los responsables de Uni¨®n Naval de Levante acusados. El acuerdo fij¨® hasta un a?o y dos meses de c¨¢rcel para tres jefes de seguridad, por lo que evitaron acabar entre rejas al ser penas inferiores a los dos a?os y carecer de antecedentes.

¡°Veo complicado conseguir una sentencia similar a la de Eternit en Espa?a¡±, comenta el letrado de la asociaci¨®n de v¨ªctimas del contaminante. ¡°Lo que no descartar¨ªa a corto o largo plazo ser¨ªa una demanda contra el Estado por responsabilidad patrimonial¡±. El abogado sostiene que en Espa?a existi¨® ¡°una legislaci¨®n muy permisiva en aras de un beneficio industrial¡±, y las consecuencias de ello ¡°las estamos observando ahora¡±.

En Espa?a, la v¨ªa penal para perseguir responsabilidades por las muertes atribuidas al amianto apenas se ha explorado. ¡°Para el trabajador es m¨¢s beneficiosa la v¨ªa laboral¡±, explica ?lex Tisminetzki, abogado del Col.lectiu Ronda, que representa a centenares de v¨ªctimas catalanas. ¡°Las indemnizaciones son m¨¢s altas, los jueces son m¨¢s sensibles y es una jurisdicci¨®n gratuita; si se pierde no hay costas¡±, comenta.

Este despacho anunci¨® ayer una resoluci¨®n favorable en el Tribunal Supremo contra Uralita que ¡°considera probado que la multinacional incumpli¨® sistem¨¢ticamente la normativa laboral y de prevenci¨®n de riesgos anterior a 1977¡±. Con ella ¡°se cierra la puerta a los recursos presentados por la empresa en otros casos¡±, sostiene el despacho. Este diario no pudo recabar ayer la versi¨®n de Uralita.

Uno de los recursos que distintos pa¨ªses, como Francia o B¨¦lgica, han dise?ado para atender con mayor agilidad las reclamaciones de los afectados por el amianto es la creaci¨®n de un fondo de compensaci¨®n. En Francia, m¨¢s del 85% de las v¨ªctimas optaron en 2008 por esta v¨ªa, lo que permite una compensaci¨®n m¨¢s r¨¢pida y segura que la que ofrece el recurso a los tribunales. Algunas autonom¨ªas ya est¨¢n caminando en esta direcci¨®n. El mes pasado, el Parlamento vasco di¨® el primer paso para la puesta en marcha de un fondo de compensaci¨®n.