Wert matiza hasta dejar en nada la reforma de la educaci¨®n secundaria
Los alumnos no conseguir¨¢n el t¨ªtulo b¨¢sico si no cursan 1? de bachillerato o de FP
El ministro de Educaci¨®n, Jos¨¦ Ignacio Wert, ha matizado hoy en el Senado la reforma de la secundaria que pretende acometer. Y lo ha hecho de tal manera que ahora se parece enormemente a la iniciativa que aprob¨® el a?o pasado el anterior Gobierno del PSOE. La idea del ministro es convertir 4? de ESO en 1? de bachillerato o 1? de FP, pero ambas opciones tendr¨¢n asignaturas comunes y otras espec¨ªficas de uno u otro itinerario; y, lo m¨¢s importante, los alumnos no conseguir¨¢n el t¨ªtulo de educaci¨®n obligatoria hasta que completen ese primer curso.
Con el cuarto de la ESO flexible aprobado el a?o pasado --cuya puesta en marcha Wert anunci¨® que se va a paralizar--, los alumnos ten¨ªan asignaturas comunes para todos y eleg¨ªan entre tres opciones distintas que marcaban el resto de las materias: una enfocada al bachillerato de letras, otra al de ciencias y otra a la FP. Preguntado sobre la diferencia, entonces, entre una y otra iniciativa, un portavoz del Ministerio de Educaci¨®n explica que se trata de que las asignaturas comunes ser¨¢n menos (cuatro en lugar de seis, o siete, en las comunidades con lengua cooficial) y el resto, hasta sumar 10 u 11, ser¨¢n bien de bachillerato o bien de FP.
"La f¨®rmula que ha dise?ado el ministerio consiste en transformar 4? de la ESO en un curso de orientaci¨®n y motivaci¨®n que gu¨ªe a los alumnos hacia el bachillerato o la formaci¨®n profesional [...] Los alumnos no podr¨¢n titular si no realizan este curso de iniciaci¨®n, en el que, junto a asignaturas comunes, tendr¨¢n la posibilidad de empezar a cursar otras propias de las ense?anzas de bachillerato o FP. Todos ellos, por tanto, tendr¨¢n la posibilidad, antes de abandonar el colegio o el instituto, de conocer mejor la siguiente etapa educativa no obligatoria", ha explicado el ministro Wert en la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Senado.
La idea de reducir un a?o la ense?anza com¨²n de todos los alumnos para sum¨¢rselo al bachillerato o a la FP ha sido muy criticada desde que la anunci¨® el nuevo ministro, tanto por quienes creen que separar al alumnado un a?o antes (a los 15) da?a la igualdad de oportunidades, como por quienes temen el complicad¨ªsimo encaje organizativo que supone trastocar la estructura de la secundaria, incluido en este punto la patronal de colegios cat¨®licos FERE, mayoritaria en la ense?anza concertada. Adem¨¢s, muchos han criticado que hubiera un curso obligatorio que no ofreciera ning¨²n t¨ªtulo. Ahora, con esa concreci¨®n que acaba de anunciar Wert, se despejan algunas de esas inquietudes acercando mucho su iniciativa a la que ya estaba aprobada y que sali¨® de la negociaci¨®n del fracaso intento de pacto educativo.
Sin embargo, se abren nuevas inc¨®gnitas: ?hay que empezar una nueva etapa para conseguir el t¨ªtulo de la anterior?, ?se inventa una especie de etapa puente?, ?el primer curso de una etapa se ofrecer¨¢ junto a la anterior en los colegios que solo ofrecen ahora hasta el final de la ESO? De momento, lo que parece claro es que, aunque los detalles de la iniciativa a¨²n se est¨¢n estudiando, los alumnos ya no podr¨¢n cambiar de opini¨®n. Esto es, al final del 4? de la ESO flexible, los estudiantes pod¨ªan cambiar de camino sin problema, pero al final de ese nuevo 1? de bachillerato o de FP quien quiera cambiar tendr¨ªa que empezar otra vez primero de la otra opci¨®n.
Carta de servicios b¨¢sicos
El ministro Wert tambi¨¦n ha insistido en la necesidad de combatir las desigualdades educativas entre las comunidades aut¨®nomas a trav¨¦s de una carta de servicios b¨¢sicos ¡°que asegure que todos los alumnos espa?oles accedan a un sistema educativo de calidad, con independencia de la comunidad aut¨®noma en la que se encuentran¡±. Una carta que, seg¨²n adelant¨® hace un mes en el Congreso, tendr¨ªa ¡°que garantizar la suficiencia de los recursos que se dedican a atender esas necesidades educativas b¨¢sicas¡±.
En el Senado, Wert ha asegurado hoy que no est¨¢ en contra en ning¨²n caso de la descentralizaci¨®n del sistema educativo (cuya gesti¨®n y financiaci¨®n depende sobre todo de las comunidades), pero ¡°todo sistema descentralizado requiere, para su buen funcionamiento, de controles y contrapesos¡±, ha concluido. Esa carta se est¨¢ negociando con las comunidades aut¨®nomas.
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