Un derivado de plantas demuestra propiedades anticancer¨ªgenas

Unas sustancia obtenida de unas plantas frecuentes en Espa?a ha demostrado en ensayos un efecto antitumoral, seg¨²n un estudio del Instituto de Salud Carlos III que publica la revisa Oncogene. Los cient¨ªficos han bautizado a la sustancia como hispanolona, y su principal caracter¨ªstica es que act¨²a contra unos receptores celulares, los denominados TRAIL, que no existen en las c¨¦lulas sanas. "?ltimamente hay una vuelta a la naturaleza para buscar sustancias", indica al investigadora Sonsoles Hortelano.

Los autores destacan el papel de los derivados de plantas para el tratamiento de enfermedades como el c¨¢ncer. Un 60% de los actuales f¨¢rmacos antitumorales tienen ese origen. Pero eso era lo habitual hace un siglo. La aspirina (de la corteza del sauce blanco), la quinina (del quino, que dio lugar a la t¨®nica)? tienen el mismo origen. Tambi¨¦n un anticaner¨ªgeno reciente, como el taxol (del tejo). Lo mismo sucede con el Yondelis, que se obtiene de un alga.

En muchos casos el derivado vegetal se considera un punto de partida sobre el que se trabaja en los laboratorios mejorando aspectos como la v¨ªa de administraci¨®n y la rapidez de efecto, aparte de su intensidad, indica Hortelano. Adem¨¢s, claro, de que al ensayar con sustancias depuradas (bien por extracci¨®n directa bien por s¨ªntesis) se puede trabajar con dosis exactas, ya que en la naturaleza ese concepto no existe y la concentraci¨®n de un derivado no se puede determinar (aparte de que puede ser tan baja que haga falta ingerir cantidades enormes de producto, como en el caso del resveratrol del vino tinto). En este caso las plantas de las que se ha obtenido la sustancia son la Ballota hispanica ¨Ccom¨²nmente conocida como manrrubio rojo¨C y la Galeopsis angustifolia.

En este caso los investigadores part¨ªan de un tipo de mol¨¦culas de origen vegetal, los terpenos, algunos de los cuales "tienen propiedades antiinflamatorias, antivirales y antivirales", dice Hortelano

Los ensayos con la sustancia se han realizado en cultivos y animales (ratas). Entre sus mecanismos de acci¨®n est¨¢ que inducen a la muerte programada (apoptosis) de las c¨¦lulas tumorales. Se ha visto que tienen una actividad importante en algunas leucemias. Esto se debe a que este tupo de tumores necesitan menores cantidades de medicamentos, indica Hortelano. Y, adem¨¢s, resulta muy poco t¨®xica para las c¨¦lulas sanas. "Lo hemos dado en grandes cantidades a ratas, y no ha habido efectos adversos", afirma la investigadora.

Aunque no est¨¢ en el art¨ªculo publicado, el laboratorio ha probado la hispanolona en combinaci¨®n con otros f¨¢rmacos, como una forma de reducir las dosis de los agresivos anticancer¨ªgenos.

Todas estas caracter¨ªsticas indican que el descubrimiento es un punto de partida "bastante prometedor", afirma Hortelano. Siempre dentro de los m¨¢rgenes en que se mueve este tipo de investigaciones. Ahora habr¨¢ que ver qu¨¦ derivados son los m¨¢s eficaces -si es que alguno pasa las pruebas-, y, si todo fuera muy bien, en 15 o 20 a?os se podr¨ªa tener un nuevo tratamiento. Pero este plazo no desanima a los investigadores. Al fin y al cabo, alguien tiene que dar el primer paso.