El rostro de la violencia machista

La vida de Patricia Lefranc, de 45 a?os, dio un giro hacia el infierno la tarde del 1 de diciembre de 2009. Una llamada al portero autom¨¢tico de alguien que dec¨ªa traerle un paquete le hizo tomar el ascensor para bajar a recogerlo. Al pisar el portal, una ducha de ¨¢cido sulf¨²rico le destruy¨® el rostro y le caus¨® quemaduras grav¨ªsimas en el 30% del cuerpo. La gravedad de las lesiones hizo temer por su vida a los m¨¦dicos, que durante tres meses la mantuvieron en coma inducido.

Con dificultades para moverse, Lefranc asiste ahora al juicio contra su agresor y antiguo novio, Richard Remes, un hombre de 57 a?os que entre las muchas versiones que da de lo sucedido habla de ¡°una broma que sali¨® mal¡±. No quer¨ªa causarle semejante da?o, y prueba de ello es que hab¨ªa rebajado el ¨¢cido, dice Remes. Seg¨²n ¨¦l, solo se trataba de dar un susto a Patricia porque quer¨ªa dejarle.

En la primera sesi¨®n del juicio, Remes ha reconocido haber investigado sobre el ¨¢cido sulf¨²rico "¨²nicamente por curiosidad". "Despu¨¦s, la idea [de la agresi¨®n con esta sustancia] fue germinando en mi esp¨ªritu. Quer¨ªa marcarla, pero nunca imagin¨¦ que ser¨ªa tan r¨¢pido", ha continuado. "Yo amaba sinceramente a Patricia Lefranc (...). Pero con ella, un d¨ªa era blanco y otro negro, un d¨ªa te amo y otro te dejo", ha asegurado el acusado.

Distintos testimonios y las pesquisas policiales le contradicen y apuntan a un ataque premeditado perpetrado por alguien sin la m¨¢s m¨ªnima capacidad de ocultar sus huellas, pese cubrirse de negro y con un casco en el momento de la agresi¨®n. ¡°Ha sido Richard¡±, pudo decir Patricia, entre gritos de infinito dolor, a quienes la socorrieron. Richard viv¨ªa en otro piso del mismo inmueble. Ahora se juega 30 a?os de c¨¢rcel. Lefranc fue condenada a perpetuidad por Remes.