El par¨¢sito de la malaria est¨¢ adaptado gen¨¦ticamente para sobrevivir

La lucha contra la malaria es ya larga, y, a corto plazo, no parece que vaya a terminar. Y una de las causas es la extrema capacidad de adaptaci¨®n del Plasmodium falciparum, el par¨¢sito que la causa. Una investigaci¨®n del Centre de Recerca en Salut Internacional de Barcelona (CRESIB), del instituto ISGlobal que dirige Pedro Alonso, acaba de descubrir que esta variabilidad va m¨¢s all¨¢ de las mutaciones gen¨¦ticas.

Seg¨²n el trabajo que publica la revista Genome Reseach, incluso en poblaciones gen¨¦ticamente id¨¦nticas del par¨¢sito, hay un 5% de estos genes (las instrucciones para los procesos vitales) que difieren en la manera de comportarse entre espec¨ªmenes. En unos est¨¢n activos, y en otros silenciados. Ello les da una mayor capacidad de adaptaci¨®n cuando tienen que enfrentarse a un tratamiento, por ejemplo.

De hecho, esta capacidad ya se puso de manifiesto cuando a finales de los 90 el plasmodio se mostr¨® resistente a los medicamentos existentes (b¨¢sicamente, derivados de la quinina). Entonces hubo suerte, y se descubri¨® que hab¨ªa un remedio tradicional chino, la artemisinina obtenida de una planta, la artemisina, que, combinado con los f¨¢rmacos, era eficaz para tratar a los afectados. Pero actualmente empiezan a verse cepas del plasmodio resistentes a esta formulaci¨®n, y no hay otros f¨¢rmacos en la reserva.

Por eso ha adquirido tanta importancia la investigaci¨®n en vacunas para la malaria, ya que, a medio plazo, parece m¨¢s eficaz para controlar (o incluso erradicar la enfermedad, como se propone la Fundaci¨®n Bill y Melinda Gates), que estar corriendo detr¨¢s de cada mutaci¨®n.

Y la importancia de conseguir controlar esta enfermedad es clara. Pese a los avances en prevenci¨®n, como el reparto de mosquiteras impregnadas de insecticida, los ¨²ltimos datos estiman que cada a?o mueren 1,2 millones de personas por la enfermedad, y que, de ellos, la mitad son ni?os.