?D¨®nde tiro lo que lleva cables?
Los residuos el¨¦ctricos y electr¨®nicos deben ser llevados a puntos limpios para su correcto reciclaje y descontaminaci¨®n M¨¢s del 50% de los residuos que se depositan en los los puntos limpios son "canibalizados" por buscadores de chatarra
C¨®mo la carcasa de pl¨¢stico de un ordenador se puede convertir en una percha, o en el asiento de un estadio; o las l¨¢mparas flourescentes en cemento para construcci¨®n; o el cristal de las pantallas de los televisores y monitores en envases... Es reciclaje y el proceso empieza por cada ciudadano. ?Qu¨¦ hacer cuando ya no funciona un aparato el¨¦ctrico o electr¨®nico, un electrodom¨¦stico, un m¨®vil, todo lo que lleva un cable o microchips?. Ya se sabe que no va a ninguno de los contenedores que colorean las calles de cualquier localidad. Lo que procede es llevarlo al punto limpio m¨¢s cercano a su residencia o empresa, es lo que garantiza un correcto tratamiento de reciclado y descontaminaci¨®n. Es tambi¨¦n la mejor opci¨®n para evitar que los residuos sean enviados a pa¨ªses subdesarrollados.
Otra de las opciones es llevarlo a las tiendas que venden estos aparatos, ah¨ª tienen la obligaci¨®n por ley de recogerlo para que despu¨¦s sean gestionados. "Tienes derecho a entregar tus equipos viejos en la tienda donde compres los nuevos. Y sin coste alguno", se lee en la memoria de la Fundaci¨®n Ecoasimelec, para la gesti¨®n medioambiental de aparatos el¨¦ctricos y electr¨®nicos.
"Pero muchos de los comercios no cumplen este reglamento, y no hay ninguna instituci¨®n que se encargue de supervisarlo", cuenta Daniel de la Torre, director comercial de la planta de reciclaje Recilec; "La ¨²nica instalaci¨®n en Espa?a que bajo un mismo techo puede tratar la gama completa de residuos de aparatos el¨¦ctricos y electr¨®nicos (RAEE) que establece el Real Decreto", detalla De la Torre.
Ellos se encargan de desmontarlos, desguazarlos, descontaminarlos, seleccionar lo que se puede reciclar y gestionar lo que ya no sirve. En esta planta, de 24.500 metros cuadrados, se pasean por largas cintas transportadoras toneladas de televisores, secadores de pelo, c¨¢maras, juguetes, impresoras, batidoras, tel¨¦fonos de oficinas... Cantidades ingentes de todo tipo de aparatos con cables, enchufes y microchips. En el suelo descansan enormes equipos de electromedicina, m¨¢quinas recreativas, frigor¨ªficos de helados... apilados y sin luces, sin hacer ruido, sin estar enchufados.
"Tienes derecho a entregar tus equipos viejos en la tienda donde compres los nuevos.
El gerente de la planta, Leonardo D¨ªaz, antes de bajar a ense?ar las instalaciones, se preocupa de que el aire acondicionado no quede encendido y de que las luces est¨¦n apagadas. "Aqu¨ª reciclamos lo m¨¢ximo. Por ejemplo, aprovechamos hasta el 98% de un frigor¨ªfico. El otro 2% es una mezcla de gases muy contaminantes y perjudiciales que afectan a la capa de ozono y al calentamiento global, por eso los criogenizamos con nitr¨®geno l¨ªquido y lo mandamos a Francia, porque en Espa?a no hay industrias homologadas para estos residuos t¨®xicos", ilustra.
La Uni¨®n Europea estima que los europeos desechan la cantidad de 17 kilos de residuos el¨¦ctricos y electr¨®nicos por habitante cada a?o, seg¨²n datos de 2005, y la normativa europea establece que se debe llegar a recoger, por medios selectivos, un promedio de cuatro kilos de RAEE procedentes de hogares particulares por habitante y a?o.
Hace falta entonces qui¨¦nes se encarguen de organizar el tratamiento medioambiental de estos residuos y su reciclaje. Las administraciones p¨²blicas por medio de la legislaci¨®n y los puntos limpios deben hacer cumplir estas normativas. Y cada empresa fabricante de aparatos el¨¦ctricos y electr¨®nicos tiene la obligaci¨®n de pertenecer a un sistema integrados de gesti¨®n, que se organizan en fundaciones que se encargan de fomentar la recogida de residuos, de controlar qu¨¦ ocurre cuando han sido recogidos y de financiar sus costes asociados.
Son tambi¨¦n las que colocar las cajas de cart¨®n para recogida de pilas y aparatos en tiendas y servicios t¨¦cnicos. Y las que descuelgan el tel¨¦fono cuando se les llama desde un punto limpio o empresa para que vayan a recoger los RAEE.
En las instalaciones se encargan de desmontar los aparatos, desguazarlos, descontaminarlos, seleccionar lo que se recicla y gestionar lo que no sirve.
"Que este proceso se haga de forma legal y homologada es fundamental", resalta el director general de las fundaciones Ecopilas, Ecofim¨¢tica, Ecoasimelec y Tragam¨®vil, Jos¨¦ P¨¦rez. "Con esto garantizamos que los procesos de descontaminaci¨®n son los adecuados, que se aprovechan al m¨¢ximo los materiales para ser reciclados, y evitamos adem¨¢s que los residuos se destinen a pa¨ªses subdesarrollados o se gestionen de forma err¨®nea", a?ade.
Los ciudadanos son en parte responsables de que estos RAEE no acaben en las calles contaminando los suelos, el aire, el medio ambiente y la salud. Pero tambi¨¦n es cuesti¨®n de los comerciantes, que no se hacen responsables de recoger los aparatos, y de las administraciones, que no disponen de puntos limpios vigilados y estrat¨¦gicamente situados.
Esto provoca que los buscadores de chatarra desguacen los residuos para extraer lo que puede ser revendido, es lo que en el sector llaman la "canibalizaci¨®n" de los RAEE. "De los residuos que se recogen en las instalaciones municipales de puntos limpios, m¨¢s del 50% est¨¢n canibalizados", estima De la Torre.
El cobre, el hierro y el aluminio son los materiales m¨¢s extra¨ªdos, pero tambi¨¦n las tarjetas de m¨®viles y ordenadores porque tienen cantidades m¨ªnimas de oro, plata y platino. ¡°Pero hacen falta miles de kilos para sacarle algo de partido¡±, dice Leonardo D¨ªaz.
As¨ª es como los residuos pueden convertirse en materia prima, revaloriz¨¢ndose y utiliz¨¢ndose de nuevo. O pueden ser destructivos para el medio ambiente y la salud. Ya existen las infraestructuras, los transportistas, las tecnolog¨ªas, las empresas autorizadas capaces de gestionarlas... S¨®lo hace falta responsabilidad de las administraciones y compromiso social; el proceso empieza con el ciudadano. Contigo.
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