El juez ve muy fundamentada la denuncia contra sor Mar¨ªa por robo de ni?os
El juzgado n¨²mero 47 de Madrid ha admitido a tr¨¢mite la denuncia de la fiscal¨ªa contra la monja El pr¨®ximo 3 de abril declarar¨¢n una madre y su supuesta hija robada
El juez Adolfo Carretero, titular del juzgado de instrucci¨®n n¨²mero 47 de Madrid, ha admitido a tr¨¢mite la denuncia por detenci¨®n ilegal de la fiscal¨ªa contra sor Mar¨ªa G¨®mez Valbuena, una monja de ochenta a?os a la que una mujer, Mar¨ªa Luisa Torres, acusada del robo de su hija en 1982.
El juez, que archiv¨® recientemente otra denuncia por robo de ni?os, ve esta acusaci¨®n de la fiscal¨ªa de Madrid ¡°muy bien fundamentada¡±, seg¨²n fuentes jur¨ªdicas. Mar¨ªa Luisa y su hija Pilar, a la que ha conocido 29 a?os despu¨¦s de dar a luz, declarar¨¢n en el juzgado el 3 de abril.
Al igual que hizo cuando fue llamada como imputada por la fiscal¨ªa ¡ªcita a la que acudi¨® con abogado¡ª, sor Mar¨ªa podr¨ªa acogerse a su derecho a no declarar tampoco ante el juez. Mar¨ªa Luisa Torres conf¨ªa en que la monja s¨ª hable y que su testimonio ayude a resolver otros casos como el suyo.
Sor Mar¨ªa G¨®mez Valbuena es la primera acusada directamente por robo de beb¨¦s. Trabajaba como una suerte de asistente social en la cl¨ªnica Santa Cristina de Madrid y anunciaba su ayuda para madres solteras en revistas. As¨ª, de hecho, fue como contact¨® con ella Mar¨ªa Luisa Torres, la mujer que ahora la acusa de robarle a su hija. A ella le dijo que pod¨ªa facilitarle guarder¨ªas para su beb¨¦ mientras trabajaba.
Sor Mar¨ªa dispon¨ªa adem¨¢s de un piso para embarazadas en el madrile?o barrio de Salamanca. En aquella casa, las chicas apenas sal¨ªan para acudir a revisi¨®n con el doctor Eduardo Vela, estrecho colaborador de G¨®mez Valbuena, en la cl¨ªnica San Ram¨®n. En cuanto daban a luz, se iban.
El nombre de esta monja no solo se repet¨ªa en los relatos de mujeres que hoy est¨¢n convencidas de que les quit¨® a sus beb¨¦s, sino tambi¨¦n entre matrimonios que no pod¨ªan tener hijos y que, tras haber intentado adoptar, sin ¨¦xito, por los cauces oficiales, terminaban llamando a la puerta de sor Mar¨ªa, ¡°la monja que daba ni?os¡±. Ella misma admiti¨® a estte diario en 1980 que en tres a?os hab¨ªa tenido m¨¢s de 3.000 solicitudes y que no era partidaria de que fueran las Diputaciones quienes gestionaran las adopciones.
Por recomendaci¨®n de unos amigos, y despu¨¦s de que en la Diputaci¨®n les dijeran que era imposible que les dieran un ni?o en adopci¨®n, Mar¨ªa del Carmen Rodr¨ªguez acudi¨® en 1981 con su marido a visitar a esta monja. ¡°Sor Mar¨ªa nos dijo que para que ella nos diera un ni?o, ten¨ªamos que llevarle a otra embarazada a cambio y que ella nos entregar¨ªa el de la madre que hubiese llevado otro matrimonio. Cuando yo le pregunt¨¦ por qu¨¦ no pod¨ªa quedarme yo con el de la embarazada que ten¨ªa que llevarle, dijo que lo hac¨ªan as¨ª para que las madres no tuvieran pistas y no dieran la lata despu¨¦s busc¨¢ndolos¡±.
A Mar¨ªa del Carmen le pareci¨® imposible cumplir aquella condici¨®n, pero finalmente localiz¨® a una chica muy joven que no quer¨ªa quedarse con el beb¨¦ que esperaba. La puso en contacto con sor Mar¨ªa y esper¨®, hasta que un d¨ªa la monja les comunic¨® que ten¨ªa un ni?o para ellos. ¡°Vengan ma?ana a por ¨¦l y traigan el dinero. Son 50.000 pesetas por gastos del parto¡±, relata Mar¨ªa del Carmen.
El fundador de la Asociaci¨®n Espa?ola para la Protecci¨®n de la Adopci¨®n (AEPA), exfiscal del Supremo y padre adoptivo de gemelas, Gregorio Guijarro, ya fallecido, tambi¨¦n conoc¨ªa muy bien a sor Mar¨ªa. ¡°Hoy por hoy, tal y como est¨¢n las cosas, el sistema m¨¢s r¨¢pido y eficaz para conseguir un ni?o en adopci¨®n es ganarse la simpat¨ªa de las personas relacionadas directamente con el tema: asistentes sociales, monjitas encargadas de maternidades...¡±, reconoc¨ªa en 1980 a este diario. ¡°En cuesti¨®n de adoptantes un buen fichero est¨¢ en poder de sor Mar¨ªa¡±.
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