Los expertos en salud p¨²blica alertan de la ¡°excesiva medicalizaci¨®n¡± del sistema
Espa?a es el segundo pa¨ªs del mundo en consumo de f¨¢rmacos por habitante Sobremedicar al paciente provoca efectos adversos y aumenta el gasto La escasez de fondos y la huida de la poblaci¨®n m¨¢s formada a la privada deterioran la Primaria
Espa?a es el segundo pa¨ªs del mundo, por detr¨¢s de Estados Unidos, en consumo de f¨¢rmacos. Y el n¨²mero de recetas prescritas no ha dejado de crecer. En 2005, se emitieron 764,9 millones, 17,3 por habitante. En 2010 fueron 958 millones de recetas, 20,4 por habitante, seg¨²n los datos del Ministerio de Sanidad. Una ¡°entusiasta actividad prescriptora¡±, define la Sociedad Espa?ola de Salud P¨²blica y Administraci¨®n Sanitaria (Sespas), que no es inocua. Esta organizaci¨®n, compuesta por 11 sociedades cient¨ªficas, critica la ¡°excesiva medicalizaci¨®n¡± del sistema que, adem¨¢s de contribuir al incremento del gasto farmac¨¦utico, conlleva riesgos asociados a ese sobreuso de los f¨¢rmacos.
Y un ejemplo de esa ¡°masiva exposici¨®n¡± de la poblaci¨®n a los medicamentos, seg¨²n el Informe Sespas 2012, presentado esta ma?ana en Madrid, es que una de cada cinco recetas que los m¨¦dicos dan a los pacientes no llega a la farmacia. Es decir, unos 200 millones de prescripciones al a?o se pierden por el camino, esas medicinas no se llegan a retirar de las farmacias.
"No todo necesita medicaci¨®n, aunque a veces lo f¨¢cil y r¨¢pido sea recetar un f¨¢rmaco", dice un m¨¦dico
¡°No todo necesita medicaci¨®n, hay cosas que se solucionan de otra manera¡±, ha explicado esta ma?ana Francisco Hernasanz, editor del informe Sespas ¨Cque se publica cada dos a?os--. ¡°Lo f¨¢cil es, ante un problema ps¨ªquico recetar un ansiol¨ªtico; ante un insomnio que puede tratarse con medidas higi¨¦nicas recetar un hipn¨®tico; ante un colesterol que no precisar¨ªa nada mas que una dieta y ejercicio f¨ªsico varias veces a la semana lo f¨¢cil es prescribir un f¨¢rmaco¡±, sigue este m¨¦dico de familia que sostiene que la llave maestra de la racionalizaci¨®n del consumo de f¨¢rmacos est¨¢ en los facultativos.
Y menos consumo, significa tambi¨¦n menos gasto. En 2011 la factura de las recetas de f¨¢rmacos dispensada por el Sistema Nacional de Salud ascendi¨® ¨Csin contar con los productos de uso hospitalario¡ªa 11.000 millones de euros. Una cantidad algo menor a la de 2009 ¨Ccuando se gastaron 14.000 millones--, pero no porque se redujese el consumo de medicamentos, al contrario, sino por el efectos de los decretos del Gobierno para bajar el precio a los f¨¢rmacos y la prescripci¨®n por principio activo.
¡°Sorprendentemente¡±, dicen Gabriel Sanf¨¦lix-Gimeno, Salvador Peir¨® y Ricard Meneu , investigadores del centro superior de investigaci¨®n en Salud P¨²blica y de la Fundaci¨®n Instituto de Investigaciones en servicios de Salud de Valencia, la mayor parte de las estrategias farmac¨¦uticas en el Sistema Nacional de Salud no se han orientado al control de ese exceso de prescripci¨®n, sino a reducir el gasto farmac¨¦utico. Algo que ¡°no es el problema, sino una de las consecuencias de los problemas de la prescripci¨®n¡±, analizan en el informe Sespas.
Los medicamentos ocasionan 19 millones de efectos adversos al a?o
Estos investigadores alertan de que los medicamentos causan 19 millones de efectos adversos al a?o, un dato ¨Caunque estos no siempre se producen por un uso inadecuado¡ªque hay que tener en cuenta. Las diferencias por comunidades, adem¨¢s, son llamativas. Hay territorios con prevalencia de las enfermedades a tratar similar en los que la prescripci¨®n de f¨¢rmacos es distinta.
Para Hernasanz, editor del informe Sespas, la pol¨¦mica tasa de un euro por receta que se aplicar¨¢ en Catalu?a, no sirve para recudir de forma efectiva el n¨²mero de recetas. Y alerta de que puede haber pacientes que dejen de tomar medicamentos esenciales para no afrontar ese sobrecoste. Algo que, a la larga, puede derivar en problemas de salud mayores. Hernasanz cree que ser¨ªa m¨¢s eficaz sacar del cat¨¢logo de f¨¢rmacos financiados aquellos que se denominan de confort: analg¨¦sicos, tratamientos para las alergias. ¡°F¨¢rmacos que en otros lugares, como Reino Unido, se venden en los supermercados¡±, dice. ¡°Algunos de esos productos no est¨¢n dando la efectividad que deber¨ªan y tienen un coste demasiado alto para que el sistema asuma el gasto. Adem¨¢s, cuando uno tiene que abrir la cartera para pagar una determinada medicaci¨®n se lo piensa, por lo que eso ayudar¨ªa a combatir la sobremedicalizaci¨®n que hay ahora¡±, sostiene.
Las clases con mayor poder adquisitivo "escapan" de los ambulatorios p¨²blicos
Mala percepci¨®n de la Atenci¨®n Primaria
El gasto sanitario en Atenci¨®n Primaria en Espa?a es insuficiente para ofrecer servicios atrayentes para pacientes y profesionales. Es la conclusi¨®n de los expertos en salud p¨²blica recogidas en el informe presentado hoy. Pacede, dicen, de ¡°anemia presupuestaria¡± porque su presupuesto no ha crecido al ritmo que el de otras partidas (como la de atenci¨®n especializada u hospitalaria o incluso la de farmacia).
Juan Gerv¨¢s, coordinador del Equipo Cesca, y Juan Sim¨®, del centro de salud Rochapea de Pamplona, creen que la Atenci¨®n Primaria ha entrado en una espiral de deterioro. Un problema derivado de la falta de dotaci¨®n presupuestaria, pero tambi¨¦n de la p¨¦rdida de los grupos de poblaci¨®n con mayor poder adquisitivo, nivel cultural y educativo que ¡°escapan¡± de la parte ambulatoria p¨²blica escogiendo seguros privados.
Un ejemplo de ello son los funcionarios, que pueden elegir entre la sanidad p¨²blica y la proporcionada en la privada por sus mutuas (Muface, Mugeju e Isfas) y mayoritariamente (casi el 90%) prefiere la privada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.