Sobre vagos, corruptos
La prensa de la derecha insulta a los andaluces "por votar lo que no deb¨ªan" en las auton¨®micas
No es usual insultar a los votantes en los an¨¢lisis de voto de cualquier elecci¨®n. Los analistas pol¨ªticos suelen centrar sus comentarios en la capacidad demostrada por los candidatos. Lo l¨®gico es o¨ªr o leer que A ha sido un mal candidato y ha hecho una mala campa?a o su oferta era mala, mientras que B lo ha hecho mejor u ofrec¨ªa una alternativa m¨¢s cre¨ªble, m¨¢s af¨ªn a los votantes. Porque tiene su aquel acusar a los votantes porque han ejercido el voto de una u otra manera. A qui¨¦n se le ocurre, vienen a decir quienes as¨ª razonan, depositar el voto para aquellos que ustedes han elegido, cuando deb¨ªan haberlo hecho a favor de este otro, que era el nuestro. Y como nosotros no nos equivocamos, son ustedes lo que est¨¢n en el error. Y han votado de esta manera, adem¨¢s, porque son ustedes unos vagos, unos corruptos y unos mafiosos. As¨ª ha sido, exactamente as¨ª, la reacci¨®n de una parte muy importante de la derecha ante el resultado de las elecciones andaluzas. Y su prensa, la que ha estado durante meses haciendo la campa?a electoral a Javier Arenas, ha reaccionado de esta forma ante lo que un reputado columnista del Diario de C¨¢diz, Rafael S¨¢nchez Saus, llam¨® el ¡°v¨®mito de las urnas¡± del domingo 25 de marzo. Es lo que tiene ser dem¨®cratas y liberales.
No recuerdo que ante las auton¨®micas de la Comunidad Valenciana y el refuerzo de la mayor¨ªa del PP, con todos los casos g¨²rteles en candelero, por ejemplo, alguien haya acusado a los ciudadanos valencianos de ser tan corruptos como los acusados, gentes que no saben diferenciar a los pol¨ªticos honestos de los deshonestos o, mejor a¨²n, de vivir tan contentos hozando en la inmundicia y la desverg¨¹enza. Pero es que los andaluces son distintos, gente de escasa formaci¨®n, iletrados en su mayor¨ªa, acostumbrados al hambre y que suelen obtener los mendrugos para sobrevivir gracias a que el Se?or les ha dotado de un duende especial para el cante, el baile y la torer¨ªa. Ya lo dice un conspicuo comentarista de tertulias variadas en El Mundo, Salvador Sostres: ¡°Cada pueblo da lo que da, y los andaluces quedaron bien retratados el pasado d¨ªa 25¡±.
Porque, ?c¨®mo se vive hoy d¨ªa en C¨¢diz, M¨¢laga, Sevilla? Un antiguo socialista, Antonio Guerra, que lo fue en sus a?os mozos, hoy afirma que ¡°si no fuera por C¨¢ritas, Andaluc¨ªa sufrir¨ªa una situaci¨®n de hambruna callejera¡±. Otro comentarista, Hermann Tertsch, en Abc, ve as¨ª el panorama, que seg¨²n ¨¦l, se vive con ¡°la pobreza irreversible, el paro irremediable, la desidia, la ignorancia, el fracaso escolar, la falta de expectativas, el deterioro general del entorno, los rasgos inequ¨ªvocos de la miseria¡±. Por eso el director de El Mundo, Pedro Jos¨¦ Ram¨ªrez, esperaba en la ma?ana del d¨ªa 25 que el pueblo andaluz remontara ¡°el estercolero de inmundicia que le ha legado el PSOE¡±. O que el conocido columnista de Abc, due?o de un gracejo f¨¢cilmente descriptible, Antonio Burgos, dudara la misma ma?ana ¡°si hacia las 9 o las 10 de esta noche tengo que avergonzarme como andaluz o no, porque los gobernados sean tan corruptos como sus gobernantes¡±.
As¨ª que entonces, ese pueblo andaluz, vot¨® lo que no deb¨ªa, tan alegre de seguir en la cochiquera, que es su sitio natural. Un sevillano de pro, Ignacio Camacho, escrib¨ªa esto en Abc: ¡°Ese trantr¨¢n conformista ha devenido en una especie de se?a de identidad colectiva (¡), los ciudadanos se dejan mecer en una enorme hamaca de proteccionismo clientelista y no quieren que nadie los despierte con sacudidas aventureras¡±. Ya ven, unos vagos tumbados en la hamaca y viviendo de la sopa boba. M¨¢s o menos lo que opinaba un comentarista habitual de El Mundo, Santiago Gonz¨¢lez: ¡°Cabe la posibilidad de que haya todav¨ªa una masa de votantes que no ha perdido la esperanza de verse beneficiado en esa versi¨®n moderna de la multiplicaci¨®n de los panes y los peces que ha sido el milagro de los ERE¡±. M¨¢s sopa boba, al parecer. Lo que corrobora otro articulista, Emilio Campmany: ¡°Y han [votado as¨ª] porque esperan seguir recibiendo las migajas de ese sistema clientelar que los socialistas montaron en Andaluc¨ªa porque no les importa que, con tal de seguir recibi¨¦ndolas, los del PSOE se quedan con la parte del le¨®n¡±.
Los ultraliberales de Libertad Digital tambi¨¦n tienen su explicaci¨®n. ¡°Andaluc¨ªa, una Sicilia sin luparas pero con padrinos en cada capital de comarca cuya perentoria desinfecci¨®n sanitaria habr¨¢ de esperar otros cuatro a?os m¨¢s¡±, dice uno. O, todav¨ªa mejor, lo que escribe un segundo: ¡°La andaluza es una sociedad que no ha carecido de (¡) grandes valores, pero, por desgracia, fueron reduci¨¦ndose a su m¨ªnima expresi¨®n, despu¨¦s de 32 a?os de un sistema pol¨ªtico basado en la reducci¨®n de la pluralidad humana a una multiplicidad animal¡±.
Todo este esti¨¦rcol lanzado a la cara de los andaluces parte, como ellos bien saben, de mentiras basadas en datos falsos. Porque no es cierta esa complacencia del electorado con la presunta corrupci¨®n socialista. De 2008 a 2012 el PSOE ha perdido medio mill¨®n de votos y nueve esca?os. Ah¨ª es nada. Lo que pasa es que el PP, en el mismo periodo, ha bajado 200.000 votos y solo gan¨® tres esca?os. O sea, que esos pancistas andaluces castigaron al PSOE. Pero no les dio la real gana de premiar al PP. Los culpables, a lo mejor, no son los votantes.
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