Un engranaje que s¨ª funciona
Castilla y Le¨®n brilla en dependencia. Su sistema pivota sobre los servicios sociales locales y una aplicaci¨®n inform¨¢tica propia de cruce de datos
Hace unos a?os, cuando la Ley de Dependencia ech¨® a andar, los expedientes de los ciudadanos llenaban bolsas y bolsas que la gerente de Servicios Sociales de Castilla y Le¨®n se llevaba a su casa cada noche para firmar uno a uno. Milagros Marcos, que tras las ¨²ltimas elecciones ascendi¨® a consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la regi¨®n, todav¨ªa mueve la cabeza con incredulidad al recordarlo.
La Ley de Dependencia era entonces una aventura y nadie ten¨ªa las claves para que funcionara con agilidad y ¨¦xito. A ciegas, como les ocurr¨ªa a todos, en Castilla y Le¨®n debieron tocar algunas teclas adecuadas: la ¨²ltima evaluaci¨®n del Observatorio de la Dependencia le ha concedido un sobresaliente (10). Eso significa que la burocracia se ha simplificado acortando plazos para recibir la ayuda; que los criterios econ¨®micos y t¨¦cnicos para la gesti¨®n se han unificado en todo el territorio y la ley rueda en el mismo engranaje del resto de los servicios sociales, como una ventanilla ¨²nica. ¡°Esta es una de las claves¡±, cita el gerente de Servicios Sociales, Jes¨²s Fuertes, ¡°que toda la dependencia pivota sobre los servicios sociales de los Ayuntamientos, esa colaboraci¨®n es b¨¢sica¡±, asegura. Un mecanismo engrasado al que muchas comunidades ni se acercan, y teniendo en cuenta que Castilla y Le¨®n es la regi¨®n m¨¢s extensa, con mucha poblaci¨®n rural, envejecida y tremendamente dispersa.
?Todo es perfecto? Sin duda no, pero esta comunidad, con cifras oficiales, es la segunda en n¨²mero de personas atendidas respecto a su poblaci¨®n, muy por encima de la media; las prestaciones econ¨®micas y los servicios que se conceden guardan un buen equilibrio; y es, en proporci¨®n, la regi¨®n con menos lista de espera: apenas unas 6.000 personas, cuando en algunas comunidades los expedientes de decenas de miles de ciudadanos est¨¢n atascados vete a saber d¨®nde.
En proporci¨®n, Castilla y Le¨®n es la autonom¨ªa con menor lista de espera
El sistema inform¨¢tico es otro de los elementos del ¨¦xito. Manejan una aplicaci¨®n propia, que ya utilizaban para los servicios sociales b¨¢sicos y donde han engarzado la dependencia, lo que les permite cruzar datos.
Cada ma?ana, las trabajadoras sociales de, por ejemplo, Simancas (Valladolid), consultan en su oficina las solicitudes de los ciudadanos, que llegan a sus ordenadores desde la Consejer¨ªa. Las reciben por orden cronol¨®gico y tienen 60 d¨ªas para ir al domicilio del solicitante a valorar su dependencia.
Unequipo mixto, formado por personal de las Administraciones local y regional, la revisa. Mientras eso ocurre, en la Consejer¨ªa eval¨²an la capacidad econ¨®mica del solicitante para determinar su aportaci¨®n. Si un ciudadano solicita algunas horas de ayuda a domicilio, un ¨²nico organismo analiza su situaci¨®n econ¨®mica y el usuario pagar¨¢ por ellas igual en Simancas o en Soria, preste quien preste el servicio. Estos procedimientos est¨¢n duplicados y son diversos en muchas comunidades. Tambi¨¦n el baremo para definir la situaci¨®n vital del solicitante es ¨²nico para todo. La unificaci¨®n de criterios y la condensaci¨®n de los tr¨¢mites es la tercera clave del buen funcionamiento.
Prueba de ello es que los castellano-leoneses pueden solicitar la prestaci¨®n que prefieran ya en el pliego de la solicitud. Se le conceder¨¢ o no, pero en ning¨²n caso tendr¨¢n que hacer dos solicitudes. No pasa en todas las comunidades.
El seguimiento de los beneficiarios que est¨¢n atendidos en casa es una de las fases menos avanzadas en todas partes. Castilla y Le¨®n tambi¨¦n tiene que perfeccionarlo.
Pero es tiempo de recortes y no se esperan milagros. La regi¨®n dispone de unos 1.000 profesionales trabajando en los centros de acci¨®n social. Para la puesta en marcha de la ley se contrat¨® a 491 profesionales, entre la Junta y los Ayuntamientos, ¡°y el presupuesto para ello se reforz¨® hasta alcanzar 12,5 millones anuales¡±, informan en la Consejer¨ªa. La regi¨®n destina casi 169 euros por habitante y a?o al sostenimiento del sistema; eso la sit¨²a entre las cuatro primeras comunidades.
Los recursos son necesarios para alcanzar el sobresaliente, pero tambi¨¦n hace falta dar con las teclas adecuadas en la gesti¨®n. Y voluntad pol¨ªtica, algo que no ha habido en todas las comunidades.
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