¡°La amnist¨ªa fiscal debe dedicarse a ayuda al desarrollo¡±
"La cooperaci¨®n no es caridad, sino un compromiso de justicia social", afirma la presidenta de la Coordinadora de ONG para el desarrollo
¡°Era un poco rarita y revolucionaria para la ¨¦poca. Un poco protestante, se dec¨ªa entonces¡±. Un entonces de dictadura en el que aquella chica, la mayor de 11 hermanos, ten¨ªa encaje natural en el establishment: era hija de ministro, aunque luego castigado. Aquel nivel nunca pes¨® en su entorno ¡ªdice¡ª y, sin pisar las presentaciones en sociedad, ella acab¨® Rom¨¢nicas, se fue de lectora a B¨¦lgica y dedic¨® 20 a?os a cooperar sobre el terreno. Congo y Per¨², destinos infrecuentes. Aquella chica ha cumplido 70 a?os y sigue en la batalla pese a estar oficialmente jubilada. Se llama Mercedes Ruiz-Gim¨¦nez. Es la nueva presidenta de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo y ataca duramente el recorte ¡°brutal¡± de la ayuda oficial para la cooperaci¨®n.
"Los presupuestos nos recortan la ayuda a menos del 50%"
Ha elegido un restaurante con productos de comercio justo y se emplea a fondo con voz templada desde el minuto uno: ¡°Los Presupuestos Generales nos recortan la ayuda a menos del 50%. Nos dejan 114 millones de euros, de los que 113 son para proyectos ya iniciados¡±, lamenta esta madrile?a de la quinta del 41. A esa rebaja se suman las de las dem¨¢s administraciones, pero no solo: ¡°En organizaciones grandes hay cierto descenso de los fondos que aportan los socios y las socias¡±. Ruiz-Gim¨¦nez emplea los dos plurales con naturalidad, porque ¡°el lenguaje expresa la realidad y la marginaci¨®n de la mujer pasa a menudo por ¨¦l¡±.
¡°Frente a mi casa, veo gente esperando a que cierre el supermercado para llevarse la comida caducada. Es muy dif¨ªcil que en una situaci¨®n as¨ª se entienda que hay que aportar, que otros tienen menos¡±, reflexiona. ¡°Pero no se puede comparar la pobreza de aqu¨ª con la de los pa¨ªses del Sur, ni se puede contraponer una ayuda con otra¡±. ¡°La cooperaci¨®n no se debe entender como caridad en tiempos de bonanza, sino como un compromiso ¨¦tico y de justicia social¡±, sentencia. Y adem¨¢s, es ¡°la mejor embajadora de Espa?a¡±, la que ha permitido ¡°mejorar la vida de 82 millones de personas¡±.
"Soy mujer de esperanza, eso lo aprend¨ª de mi padre"
El pastel de patata se queda fr¨ªo mientras la presidenta de las ONG de desarrollo lamenta ¡°el desequilibrio tremendo de los recortes¡±. ¡°A Asuntos Exteriores le reducen el 71% y a Defensa, el 8%¡±. ¡°La rebaja a la Casa del Rey es m¨ªnima¡±, a?ade. Ella tiene la esperanza de ara?ar algo m¨¢s para las ONG y mira de reojo el presupuesto de ayuda del Ministerio de Econom¨ªa. ¡°Se corre el riesgo de privatizar la cooperaci¨®n mediante derivaciones de fondos a actores empresariales, con los problemas que esto est¨¢ provocando ya, por la criminalizaci¨®n de movimientos sociales por parte de algunas compa?¨ªas¡±, advierte esta mujer que trabaja en la Asociaci¨®n de Investigaci¨®n y Especializaci¨®n sobre temas Iberoamericanos (AIETI). ¡°Parte de los ingresos de la amnist¨ªa fiscal deber¨ªa dedicarse a ayuda al desarrollo¡±, plantea.
Chaleco peruano, collar congole?o y pulsera colombiana. Ruiz-Gim¨¦nez se viste con trozos de su vida. En ?frica aprendi¨® que ¡°cuenta m¨¢s el ser que el tener¡±, y en Per¨², ¡°a ser ciudadana¡±. ¡°Soy mujer de esperanza. Eso lo aprend¨ª de mi padre [Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez, ministro y luego opositor a Franco]. Lo peor que se puede hacer es cruzarnos de brazos¡±. Por eso anda estos d¨ªas de despacho en despacho, peleando por la causa.
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