¡°Un pa¨ªs con cad¨¢veres en la cuneta no es una democracia plena¡±
La presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo lleva 33 a?os buscando a su nieto
Primero fue su marido, secuestrado en agosto de 1977 y liberado tras d¨ªas de tortura y previo pago de un rescate. En septiembre de ese mismo a?o se llevaron a la mayor de sus cuatro hijas, Laura, de 23 a?os. Y m¨¢s tarde supo que tambi¨¦n le hab¨ªan arrebatado a un nieto. ¡°Yo no sab¨ªa que ella estaba embarazada. Me enter¨¦ porque me lo dijo una chica que hab¨ªa estado con mi hija en el mismo campo de detenci¨®n. Nos pusimos content¨ªsimos porque aquella mujer la hab¨ªa visto viva y nosotros pens¨¢bamos que ya la habr¨ªan matado. Pero el 25 de agosto de 1979 la polic¨ªa me entreg¨® el cuerpo de Laura. ¡®?Y el ni?o?¡¯, pregunt¨¦. ¡®No hay ning¨²n ni?o¡¯, dijeron¡±. Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo argentinas, le busca desde entonces. Su nieto tiene ahora 33 a?os. Ella, 81.
Visita Espa?a para asistir al I Congreso de V¨ªctimas del Franquismo, celebrado el pasado fin de semana en Rivas-Vaciamadrid. Apenas ha dormido y pide comer en su hotel porque, en realidad, lo que le apetece es una siesta. Empieza por el principio, cuando, en 1981 hizo una gira por Europa para dar a conocer la causa de las Abuelas y ¡°en Espa?a nadie denunciaba robo de ni?os ni hablaba de fusilados en cunetas. Las abuelas de aqu¨ª estaban vencidas. Ten¨ªan miedo y le ped¨ªan a sus hijos que no buscaran, que no removieran. En Espa?a ha pasado mucho tiempo y el tiempo conspira siempre contra la justicia¡±.
Cuenta que desde Argentina sigui¨® ¡°con dolor¡± los juicios contra el exjuez Baltasar Garz¨®n. ¡°Vimos c¨®mo lo humillaban sus pares, c¨®mo acababan con la carrera de un hombre que es un ejemplo para el mundo y que hoy tiene las puertas abiertas de cualquier pa¨ªs menos del suyo. Es como un expatriado¡±. Tiene su propia teor¨ªa de por qu¨¦ no pudo investigar los cr¨ªmenes del franquismo: ¡°Cuando alguien no quiere que se investigue algo es porque le perjudica. Temen qu¨¦ nombres van a parecer, qu¨¦ empresas. Revelar la verdad en Espa?a har¨ªa caer muchas cabezas¡±.
¡°Hay ni?os robados con s¨ªndrome de Estocolmo¡±, dice De Carlotto
En Argentina hay juicios contra torturadores y ladrones de ni?os en casi todas las provincias. ¡°Algunos de esos ni?os tienen s¨ªndrome de Estocolmo. Sus apropiadores les chantajean: ¡®?Vas a mandar a la c¨¢rcel a los padres que te han criado?¡¯ Muchos tardan a?os en asumirlo, pero la familia no debe resignarse¡±. ¡°En Argentina somos las abuelas las que buscamos a los ni?os porque a sus madres las mataron. Hemos recuperado a 105 nietos en 35 a?os. Al principio hab¨ªa terror, y el miedo paraliza. Tambi¨¦n las leyes de impunidad, que hubo que hacer entender que no eran justicia. Las madres de ni?os robados en Espa?a no pueden rendirse. Ser¨ªa muy triste que ese ni?o se enterara alg¨²n d¨ªa de la verdad y preguntara: ¡®?Y mi madre por qu¨¦ no me busc¨®?¡±, afirma De Carlotto, que ve muchas similitudes entre los casos de Espa?a y Argentina. ¡°All¨ª, la Iglesia tambi¨¦n fue c¨®mplice. Ten¨ªan dep¨®sitos de ni?os para entregar a los militares¡±.
¡°En Espa?a queda mucho por hacer. Es una democracia d¨¦bil. Un pa¨ªs que tiene cad¨¢veres en las cunetas no es una democracia plena. El Estado debe encargarse¡±, a?ade. Cree que las v¨ªctimas del franquismo tienen ¡°m¨¢s posibilidades de obtener justicia en Argentina que en Espa?a¡±.
Ya en el postre, surge la expropiaci¨®n de YPF: ¡°Vendr¨¢n m¨¢s. Ahora, las miner¨ªas. Pero eso no tiene nada que ver con las relaciones entre argentinos y espa?oles, que seguir¨¢n siendo buenas¡±.
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