Esquizofrenia sin tratamiento

Mar¨ªa (nombre ficticio) de 47 a?os, natural de Cabo Verde (?frica) vive actualmente en el centro de acogida Santa Mar¨ªa de C¨¢ritas en Huelva. Esta inmigrante lleva 25 a?os en Espa?a. En los ¨²ltimos a?os y, tras superar duras experiencias, como vivir en la calle o estar encarcelada por problemas con las drogas, logr¨® un empleo de cuidadora gracias a los programas de empleo promovidos por C¨¢ritas. En febrero sufri¨® una crisis de ansiedad e ingres¨® en el hospital V¨¢zquez D¨ªaz. All¨ª le diagnosticaron esquizofrenia.

Los t¨¦cnicos de C¨¢ritas, que acompa?an a Mar¨ªa en su acogida desconoc¨ªan, hasta ese momento, su estado de salud. En 2007, relata Isabel Garc¨ªa, educadora social de C¨¢ritas, el centro penitenciario entreg¨® a la organizaci¨®n una documentaci¨®n de la interna que recog¨ªa que hab¨ªa sufrido durante su estancia en prisi¨®n varios episodios delirantes y qu¨¦ tratamiento segu¨ªa. Pero hasta su hospitalizaci¨®n en el V¨¢zquez D¨ªaz no le diagnosticaron la enfermedad mental.

La familia de Mar¨ªa vive en Lisboa desde que emigraron desde Cabo Verde cuando ella ten¨ªa siete a?os. Ella vino a Espa?a despu¨¦s de casarse. Aqu¨ª tuvo a su hijo, que ahora vive con sus abuelos en la capital lusa. La relaci¨®n con su marido fue tormentosa y acab¨® vinculada a las drogas y malviviendo en la calle. En la c¨¢rcel fue la pastoral de C¨¢ritas, tras ver su evoluci¨®n favorable, la que se puso en contacto con la organizaci¨®n en Huelva para buscarle una plaza en el centro de acogida.

¡°El seguimiento m¨¦dico es esencial para evitar recaidas", dice una educadora social

¡°El seguimiento m¨¦dico es esencial para que no se reproduzcan las reca¨ªdas¡±, remarca Garc¨ªa, que expresa su preocupaci¨®n por los recortes en sanidad anunciados por el gobierno. La situaci¨®n de Mar¨ªa no est¨¢ regularizada, con lo que su tarjeta sanitaria dejar¨¢ de estar activa el 1 de septiembre, como marca el decreto publicado esta semana por el BOE.

¡°Somos su ¨²nica referencia aqu¨ª. Su familia le tiene mucho aprecio, nos consta, yo misma viaj¨¦ en 2010 con ella para que se reencontrara con su familia, pero est¨¢ lejos y con escasos recursos. Si ella no puede seguir con el tratamiento, su enfermedad se agravar¨¢¡±, se?ala Garc¨ªa. ¡°Tiene derecho a ingresar en urgencias, pero estamos preocupados por el tratamiento que debe seguir: ?Qu¨¦ va a pasar con eso?¡± precisa la educadora. Mar¨ªa acude cada mes al psiquiatra que eval¨²a su estado mental. ¡°Sin apoyo social ni econ¨®mico estas personas est¨¢n desprotegidas¡±, remarca la trabajadora de C¨¢ritas.