?Ciudadanos o asegurados?
Los que est¨¢n en contra del estado de bienestar nunca desaprovechan una buena crisis¡±. Naomi Klein. The shock doctrine: the rise of disaster capitalism. 2008.
La semana pasada el Gobierno hizo p¨²blica la norma que regula las medidas destinadas a garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (Real Decreto-Ley 16/2012). Al margen de sus implicaciones en cuanto a recortes y limitaci¨®n de derechos, esta introduce un cambio sustancial en los fundamentos de nuestro sistema sanitario: la sustituci¨®n del ¡°ciudadano¡± por ¡°el asegurado¡± (en gen¨¦rico), en cuanto a sujeto con derecho a la asistencia sanitaria. ?Era necesario semejante cambio para ejecutar las medidas de ahorro? No lo parece. Y como es dif¨ªcil suponer que los inteligentes ministros del gobierno hayan cometido la torpeza de realizar tal sustituci¨®n simplemente por error, no es aventurado pensar que dicha modificaci¨®n sustancial pueda ser el primero de una serie de cambios en el sistema nacional de salud de mayor trascendencia.
En este sentido, llama la atenci¨®n la escasa atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n espa?oles al proceso de reforma sanitaria realizado recientemente en Reino Unido, cuyo sistema sanitario ha sido una referencia en materia de organizaci¨®n para nuestro propio sistema. Hace un par de meses se produjo la aprobaci¨®n de la norma b¨¢sica que regula la reforma en el servicio nacional de salud brit¨¢nico (NHS) promovida por el gobierno conservador de David Cameron (The Health and Social Care Bill) y que supone el primer paso para el desmantelamiento del NHS, modelo de referencia para las pol¨ªtica orientadas a establecer o mantener Estados (que no sociedades) de bienestar. El sistema nacional de salud brit¨¢nico se cre¨® en 1946, al acabar la II Guerra Mundial, con el objetivo de garantizar la protecci¨®n financiera de los brit¨¢nicos en el caso de enfermedad grave y costosa. Sus principios eran muy claros: servicios financiados a trav¨¦s de impuestos, gratuitos en el momento de la prestaci¨®n, integrales en el rango de los mismos y orientados a mejorar la equidad en el conjunto del sistema. Valores similares tambi¨¦n reorientaron la transformaci¨®n del sistema espa?ol reflejada en la Ley General de Sanidad de 1986, as¨ª como en normas posteriores del mismo rango ( Ley de Cohesi¨®n y Calidad del Sistema Nacional de Salud de 2003, y Ley General de Salud P¨²blica de 2011). Dichas normas dieron el soporte legal a la transformaci¨®n de un sistema financiado a trav¨¦s de las cotizaciones de los afiliados a la seguridad social (de origen en la dictadura), hacia un sistema nacional de salud financiado a trav¨¦s de impuestos, en el que el derecho a la prestaci¨®n lo determinaba el hecho de ser espa?ol o extranjero residente en el territorio espa?ol.
David Cameron ya inici¨® en Reino Unido un camino parecido al de las autoridades espa?olas
La aprobaci¨®n de la reforma Cameron en Reino Unido implica la renuncia del Gobierno brit¨¢nico a su antiguo deber de garantizar la prestaci¨®n de atenci¨®n sanitaria integral al conjunto de la poblaci¨®n inglesa, introduciendo un mercado ¡°a la americana¡± que permita la competencia entre proveedores privados. En palabras del profesor Alex Scott-Samuel de la Universidad de Liverpool, en el peri¨®dico ingl¨¦s The Guardian, el NHS pasar¨ªa a ser simplemente un ¡°presupuesto¡± financiado p¨²blicamente, y destinado a subcontratar intervenciones sanitarias realizadas por compa?¨ªas privadas sujetas a las leyes europeas de la competencia. Algo muy en la l¨ªnea, por cierto, de las recomendaciones del Banco Mundial o de las agencias de rating que acaban de degradar de nuevo a Espa?a.
Un prestigioso grupo de investigaci¨®n en sistemas sanitarios ( Reynolds, Lister, Soctt-Samuel y McKee, de la London School of Hygiene &Tropical Medicine y de las universidades de Coventry y Liverpool), public¨® el a?o pasado un interesante trabajo sobre el proceso de reforma en Reino Unido ( Liberating NHS:source and destination of the Lansley reform). En este describen en detalle la estrategia de erosi¨®n de los sistemas sanitarios p¨²blicos desde los centros de pensamiento conservadores. Uno de sus miembros m¨¢s influyentes, Oliver Letwin, actual miembro del gobierno brit¨¢nico de Cameron, escribi¨® en 1988 un libro de elocuente t¨ªtulo: Privatizar el mundo: teor¨ªa y pr¨¢ctica de la privatizaci¨®n internacional, que inclu¨ªa incluso una gu¨ªa de 10 p¨¢ginas para ¡°privatizar bienes p¨²blicos en contra de los intereses del electorado¡±. Entre sus recomendaciones se incluye expresamente utilizar la t¨¢ctica de la ¡°desinformaci¨®n¡±, practicada a trav¨¦s de la justificaci¨®n de la necesidad de establecer reformas y recortes como medio imprescindible para mejorar los elevados costes del sistema y los deficientes resultados del mismo. Argumentos sin fundamento cient¨ªfico, pero profusamente utilizados (tambi¨¦n en Espa?a).
Los citados investigadores brit¨¢nicos defin¨ªan la reforma de Cameron como el tr¨¢nsito de un modelo financiado por impuestos y basado en los principios de solidaridad (entre ricos y pobres, j¨®venes y viejos) hacia un modelo de influencia americana de aseguramiento individual, con acceso a la atenci¨®n en funci¨®n de las condiciones del aseguramiento, una hoja de ruta muy similar a la que parece establecer el Real Decreto Ley espa?ol. Otro brillante m¨¦dico general brit¨¢nico, Julian Tudor Hart escrib¨ªa hace unos a?os: Lla comercializaci¨®n de los servicios p¨²blicos es un proceso de car¨¢cter mundial¡±. Parece que tambi¨¦n a nosotros nos lleg¨® la hora.
Sergio Minu¨¦ Lorenzo y? Jos¨¦ Francisco Garc¨ªa Guti¨¦rrez son profesores de la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica
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