Hacia un Poder Judicial no politizado

La Constituci¨®n cre¨® el CGPJ con el fin de sustraer a la pol¨ªtica de partidos ciertos aspectos del gobierno del Poder Judicial, especialmente los nombramientos, ascensos, inspecci¨®n y sanciones de jueces y magistrados. Se trataba de quitar al Poder Ejecutivo esas competencias y confiarlas a un ¨®rgano no subordinado a los dem¨¢s poderes p¨²blicos que ¡ªcomo dijo el Tribunal Constitucional en 1986¡ª pudiera actuar al margen de la ¡°l¨®gica del Estado de partidos¡±. Se pretend¨ªa as¨ª asegurar mejor la independencia judicial, privando al Gobierno de competencias que, utilizadas de modo desviado, podr¨ªan servirle para intentar influir sobre los jueces.

Quienes defienden que el CGPJ no tiene por qu¨¦ ser un ¨®rgano aislado de la pol¨ªtica plantean, por tanto, un modelo de gobierno del Poder Judicial distinto del querido por la Constituci¨®n y, seguramente, innecesariamente complicado. Si se renuncia a que las decisiones sobre nombramientos, ascensos, inspecci¨®n y sanciones de jueces y magistrados se alejen de la pol¨ªtica partidista ser¨ªa mejor opci¨®n eliminar el CGPJ y devolver esas funciones al Gobierno. El CGPJ solamente tiene sentido si es un ¨®rgano no politizado. Ahora bien, ?es posible un CGPJ no politizado? Hay quien sostiene que no ya que, se dice, si la designaci¨®n parlamentaria de sus miembros conduce a un Consejo impregnado de la pol¨ªtica de partidos, la designaci¨®n de la mayor¨ªa de los vocales por jueces y magistrados convertir¨ªa al Consejo en el campo de batalla de la pol¨ªtica de las asociaciones judiciales.

Yo creo que s¨ª es posible un CGPJ no politizado, que responda al modelo querido por la Constituci¨®n. Para conseguirlo, me parece imprescindible el cambio en el sistema de designaci¨®n de los 12 vocales de procedencia judicial. Han de ser los jueces y magistrados quienes elijan a esos vocales y no las fuerzas pol¨ªticas parlamentarias. Pero hay que ser consciente de que no basta con este cambio para poner fin a la politizaci¨®n del CGPJ. Ser¨¢ necesario tambi¨¦n, entre otros cambios, un sistema electoral que asegure la presencia en el CGPJ de los distintos sectores de la carrera judicial, incluyendo a los jueces no asociados y, sobre todo, que el Consejo evite actuar como un ¨®rgano condicionado por divisiones ideol¨®gicas, especialmente en los nombramientos, y evite tambi¨¦n implicarse en cuestiones de pol¨ªtica general en materia de justicia. Si la mayor¨ªa de vocales designados por los jueces y magistrados no se toma en serio lograr que el CGPJ funcione as¨ª, tal vez habr¨¢ que dar la raz¨®n a quienes piensan que es imposible un CGPJ no politizado. Lo que conducir¨¢, antes o despu¨¦s, a la desaparici¨®n del CGPJ y a la devoluci¨®n de sus competencias al Poder Ejecutivo puesto que un CGPJ politizado, sencillamente, no tiene sentido.

Jaime Vegas Torres es catedr¨¢tico de Derecho Procesal en la Universidad Rey Juan Carlos.