"Como feministas debemos involucrar a los hombres"
La abogada de derechos humanos logr¨® que se despenalizara el aborto en Colombia
Hace unos d¨ªas, la oficina en Bogot¨¢ de la organizaci¨®n Women¡¯s Link Wordlwide en la que trabaja M¨®nica Roa fue tiroteada. El cristal de seguridad de los ventanales estall¨® y varios fragmentos cayeron sobre ella. No es la primera vez que la abogada activista de derechos humanos, de 36 a?os, sufre amenazas. Lleva guardaespaldas desde hace siete, cuando comenz¨® a litigar contra la ley colombiana que prohib¨ªa el aborto en todos los casos, incluido el de riesgo para la salud de la mujer. ¡°Me empezaron a llegar cartas y llamadas que me dec¨ªan que me iban a enviar al cielo, que hay temas ¡®sagrados¡¯ que no se tocan¡±, cuenta.
Restaurante Monte Nevado. Madrid
- Un desayuno americano con huevos fritos, bacon y zumo de naranja: 6,90 euros.
- Pincho de tortilla: 2,40.
- T¨¦ con leche: 1,35
Total con IVA: 10,65 euros.
Roa, que est¨¢ pasando unos d¨ªas en la oficina que la organizaci¨®n tiene en Madrid, no se arredra. Lo observa todo fijamente desde sus ojos vivos, que pasean por el men¨² del restaurante en busca de los huevos fritos que tanto le apetece desayunar. ¡°Me encantan¡±, confiesa. Los encuentra. Y sigue. ¡°Si hay gente que busca intimidarnos es que estamos haciendo bien las cosas¡±, zanja. Su demanda a la Corte Constitucional logr¨® que Colombia despenalizara el aborto en tres casos (violaci¨®n, malformaci¨®n del feto y riesgo para la salud de la mujer), una decisi¨®n hist¨®rica que reconoce la interrupci¨®n del embarazo como derecho sanitario. ¡°Es una cuesti¨®n de derechos humanos, muchas mujeres mueren por no poder abortar o hacerlo de forma insegura¡±, dice.
Ten¨ªa 28 a?os cuando gan¨® la demanda. Y su juventud pes¨®. ¡°Alguna gente pensaba: ¡®Mira, aqu¨ª viene una ni?a que quiere cambiar el mundo¡¯, pero esa inocencia me permiti¨® pensar que las cosas se pueden cambiar¡±, dice. Desde entonces, ha recibido varios premios por su trayectoria. Incluido en 2011 el que la considera uno de los mejores l¨ªderes de Colombia.
No todo ha sido f¨¢cil. El procurador general de la naci¨®n ¡ªque representa los intereses civiles ante el Estado¡ª recurri¨® la despenalizaci¨®n al Constitucional. ¡°No gan¨®, pero desde entonces obstaculiza la ley. Una amenaza al Estado de derecho y un peligroso precedente, porque da a entender que si una sentencia no le gusta no la piensa hacer cumplir¡±, afirma Roa. Ahora ha sido demandada por otra procuradora por injurias.
Roa, que lleva escolta, fue tiroteada hace unos d¨ªas en su oficina
No imaginaba este periplo de ni?a, cuando ya se so?aba abogada de derechos humanos. Roa, que creci¨® en un hogar solo de mujeres, dice que le influy¨® ver que su padre, tras el divorcio, no pasaba pensi¨®n para el cuidado de sus hijas. ¡°Eso tiene dos visiones: por un lado observaba los problemas que mi madre ten¨ªa para hacerse cargo de todo; por otro, nunca tuve esa figura de mando absoluto a la que recoger la chaqueta o ponerle la comida en el plato, como mis compa?eras de colegio¡±, sonr¨ªe.
Ahora tiene claro que quiere ser mentora. Formar a abogados j¨®venes para que luchen por cambiar las cosas y tratar de introducir la perspectiva de g¨¦nero en la justicia. Con Women¡¯s Link da cursos a jueces para explicarles qu¨¦ son los estereotipos de g¨¦nero y su influencia en las sentencias. ¡°Como aquella en la que se neg¨® un trabajo en una empresa de limpieza a un hombre porque se consider¨® que esa era labor de mujeres¡±, explica. Afirma que el trabajo con hombres, que muchas veces se descuida, es clave: ¡°Si como feministas entendemos que los hombres tienen el poder hay que involucrarles para cambiar las cosas. Adem¨¢s, llegan a audiencias a las que nosotras no alcanzamos¡±.
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